Los valores y objetivos de los padres relacionados con la crianza de los hijos, tanto en general como para grupos demográficos específicos, actualmente parece cambiar de una generación a la siguiente. Foto la hora. AP.

Alfonso Mata
lahora@lahora.com.gt

Aunque una discusión considerable se ha centrado en las actitudes y creencias de padres y profesionales de la salud sobre la crianza de niños, en Guatemala se ha prestado poca atención en saber los efectos de las actitudes parentales sobre las interacciones de los padres con los niños pequeños o sobre las prácticas de crianza. Indaguemos un poco sobre lo que sabemos de esto.

En realidad qué sabemos de las actitudes paternas hacia la crianza –pregunta La Hora

El experto responde: Las actitudes paternas hacia la crianza de los hijos, suele ser producto de su conocimiento sobre la crianza de los hijos y los valores y metas (o expectativas) que tienen para el desarrollo de sus hijos, lo cual a su vez, es influido por las imágenes sociales y culturales en que viven y han vivido los padres, así como por las experiencias de los padres y sus valores y metas en general como individuos y familia.

Es muy distinto lo que debe ser una buena actitud acá o en otra parte del mundo

La gente en Guatemala, como en otros países, a pesar de diferencias culturales, económicas y sociales, mantiene varias creencias universales, o casi universales, sobre los tipos de conductas que deben tener los padres para promover el desarrollo de sus hijos y que afectan el desarrollo del niño. Por ejemplo, existe un acuerdo universal de que causarle lesiones físicas, actividad sexual con un niño, no proporcionarle alimentos adecuados y no supervisarlo y brindarle la atención debida, representa una amenaza para su salud y seguridad y son prácticas inaceptables universalmente. Sin embargo, en todos los países, esos principios se violan en unos grupos más que en otros, en unos países con mayor magnitud que en otros.

Algunos estudios identifican diferencias en las metas de los padres para el desarrollo infantil, y la vida futura de sus hijos, que influyen en sus actitudes con respecto a los roles que deben cumplir los padres ¿existen muchos esfuerzos para promover prácticas de crianza particulares?

Si bien, en Guatemala existe variabilidad cultural dentro de los grupos demográficos del país en las actitudes y prácticas de crianza, algunas investigaciones muestran diferencias en las actitudes y prácticas aun entre las subpoblaciones de estos grupos. Por ejemplo, en la actualidad, la migración al norte puede que afecte las expectativas de los padres migrantes versus los padres que no han migrado, pertenecientes a una misma localidad. Respecto a la migración interna, la investigación cualitativa proporciona alguna evidencia de variación cultural en los objetivos de los padres respecto a la socialización de sus hijos, cuando ellos han migrado a trabajar a las áreas urbanas y los grandes centros agrícolas.

En un estudio en forma de entrevista, se encontró que las madres de Centroamérica, que eran inmigrantes de primera generación a los Estados Unidos, enfatizaron más en los objetivos de socialización a largo plazo relacionados con el comportamiento adecuado de sus hijos, mientras que las madres estadounidenses de origen europeo, destacaron la auto-maximización. En otro estudio de entrevista, las madres angloamericanas destacaron la importancia de que sus hijos pequeños desarrollen un equilibrio entre autonomía y parentesco, mientras que las madres puertorriqueñas se enfocaron en los niveles apropiados de relación, incluida la cortesía y la atención respetuosa. Es indudable que la migración constituye un factor importante en las actitudes de los migrantes y sus familias. Muchos estudios muestran que los padres de diferentes grupos culturales, seleccionan valores y normas culturales de su país de origen así como de su país anfitrión, pero sobre todo, su objetivo es que sus hijos se adapten y tengan éxito en el país a que migran.

La comparación entre grupos en el país es importante. Es muy posible que mientras que la sociedad urbana clase media y alta económicamente ve la salud, la educación y la libertad individual como un valor importante, algunas comunidades rurales y etnias, ponen más énfasis en la interdependencia para la satisfacción de necesidades básicas insatisfechas. Otro elemento que merece consideración, es la organización de la familia; la importancia de las conexiones intergeneracionales (por ejemplo, los miembros de la familia extendida que sirven como cuidadores primarios para niños pequeños) también varía entre las comunidades culturales y dentro de ellas lo urbano y los rural y el nivel socioeconómico.

Debemos poner más atención a las diferencias de crianza en nuestro medio

¡Claro que sí! Nuestro Sistema de Salud debería prestar atención y estudiar los valores culturales y las tradiciones de las comunidades, ya que pueden encontrarse diferencias en las opiniones de los padres con respecto a los roles de género en la crianza, en las metas de los padres para los niños y en sus actitudes hacia las instituciones y sus programas, relacionados con la crianza de los hijos. Todos aspectos fundamentales para un buen programa de salud.

Hay problemas de género en las actitudes de la crianza

A la misma pareja del capítulo anterior (https://lahora.gt/conocimientos-actitudes-y-practicas-de-los-padres-en-la-salud-de-sus-hijos/) le pregunté sobre el rol de hombre y mujer en la crianza de los niños. El hombre respondió:

Es evidente que en nuestra patria, las actitudes sobre los roles de hombres y mujeres en la crianza de niños pequeños va a cambiar muy lentamente y a menudo, difieren entre hombres y mujeres y entre varias comunidades y grupos.

Las actitudes de las madres hacia la participación de los padres en la crianza de los hijos, resulta muy diferente en las madres de niños con padres que trabajan fuera del lugar de residencia, diferente al que asumen las madres solteras y las mujeres solo dedicadas a la atención del hogar.

Es difícil entender todos los atributos que tienen la custodia. Si bien en clases socio económicas medias altas y altas, las investigaciones han demostrado que los padres de esos grupos participan cada vez más en actividades de cuidado infantil en un número cada vez mayor, no existen muchos estudios que hayan evaluado las actitudes específicas que los padres varones tienen y de los comportamientos de crianza particulares en que se involucran.

Lo que sí parece una norma es que, los valores y objetivos de los padres relacionados con la crianza de los hijos, tanto en general como para grupos demográficos específicos, actualmente parece cambiar de una generación a la siguiente, no solo en ciertos grupos sino en todos los grupos de una nación, en función de normas y puntos de vista cambiantes dentro de las redes sociales y comunidades culturales, así como del conocimiento de los padres sobre y acceso a nuevas investigaciones e información proporcionada por sistemas de información más ágiles, educadores, proveedores de atención médica y otras personas que trabajan con las familias.

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