Por Alfonso Mata
Las vacunas son unas preparaciones biológicas que proporcionan inmunidad adquirida activa ante una determinada enfermedad. A continuación se ofrecen algunos datos que buscan contribuir al mejor entendimiento de estas herramientas indispensables del sistema de salud pública en Guatemala.
Respecto a las vacunas, es falso que:
* Las vacunas pueden debilitar el sistema inmune y conducir a la aparición de enfermedades autoinmunes. En los humanos, la capacidad para responder a antígenos desarrollada antes del nacimiento y el sistema inmunológico de un recién nacido, es perfectamente capaz de responder cada día a miles de antígenos, muchos más que los contenidos en las vacunas.
* Las vacunas contienen sustancias tóxicas y peligrosas como el mercurio, formaldehído, aluminio. Ninguna de las vacunas que se comercializan actualmente contiene compuestos de mercurio, de los cuales, sin embargo, nunca su cantidad y formulación en las vacunas ha sido peligro. Eso ya se demostró. La cantidad de formaldehído, aluminio y otras sustancias son mínimos y esto no causará ningún daño a la salud.
* Las vacunas, en particular contra el sarampión, paperas y rubéola (MMR) no causan autismo. De los muchos estudios bien realizados, no ha surgido ninguna correlación entre la vacuna triple vírica y el autismo. Al contrario se ha demostrado que el estudio que habló sobre ello, resultó fraudulento y el autor ha sido borrado y desautorizado a ejercer como médico en el Reino Unido.
* A lo largo del tiempo, la obligación de aumentar las vacunas que se administran a los niños en el primer año de vida se ha venido cumpliendo a nivel nacional. Eso no cambia el esquema de vacunación, vacunas y tiempo de aplicación sigue siendo el mismo.
* ¿Hay pruebas de que se pueden predecir los posibles efectos secundarios de las vacunas? No existe prueba para predecir los efectos secundarios de las vacunas.
Es cierto de las vacunas que:
* La seguridad de las vacunas está documentada por millones de dosis administradas, la vigilancia constante de posibles eventos adversos y los estudios de seguridad que se llevan a cabo tanto antes como después de la autorización de la comercialización de cada vacuna. Los graves efectos secundarios de la vacuna, tienen una frecuencia extremadamente baja, más baja que las enfermedades que protegen.
* En algunos países, la reducción de la cobertura de la vacuna resultó en el resurgimiento de algunas enfermedades como el sarampión, y podría dar lugar al regreso de las enfermedades ahora ausentes de nuestro país, como la poliomielitis y la difteria, sarampión, aún no erradicado del mundo.
* El sarampión puede causar complicaciones graves y afectar temporalmente las defensas inmunitarias. Esto se puede prevenir mediante la vacuna.
* La enfermedad cuando uno no se vacuna produce mayores respuestas y se activa más con el sistema inmune, mucho más, que con la vacunación correspondiente. También en la composición de las vacunas actuales los antígenos presentes son mucho menores que los que se administraban hace más de treinta años.