Ha transcurrido un año y medio desde que el COVID-19 afectó Guatemala y durante este periodo el ritmo de vida de los niños también fue afectado, trasladando la interacción humana hacia la virtualidad, pasando de un aula a un cuarto de la casa y de salir a permanecer en el hogar.
Se sabe que el encierro puede tener efectos contraproducentes en el desarrollo social de la niñez, por ello, dos psicólogas describieron algunas alternativas para continuar con la recreación infantil.
¿CÓMO EXPLICAR LO QUE CONLLEVA LA PANDEMIA?
Marleny Cifuentes, licenciada en psicología comentó que muchas veces “subestimamos la capacidad de los niños y niñas” y agregó que ellos pueden comprender que existe un peligro, así como reglas y necesidades. Para ella la situación debe ser explicada con palabras sencillas y claras e identificar los espacios seguros.
Por otro lado, la licenciada en psicología Heidi Ocoix Ortiz explicó que se debe separar a esta población entre infantes (0-6 años) y niñez (6-12 años). Bajo esta clasificación sugirió explicar a los infantes el concepto de la pandemia mediante el juego, “con algo tan simple como un dibujo o una expresión artística”.
De esta forma se puede introducir al infante el concepto del coronavirus con fotografías o ilustraciones propias.
Con los menores de 5 años también se recomienda explicar el tema desde lo individual, es decir, las consecuencias que el virus puede provocar directamente con ellos, no en el entorno u otras personas. “No está bien llenarlos de súper información, sino partir del cuidado personal”, dijo Ocoix.
En cambio, para niños mayores de 6 años se puede tener conversaciones más amplias en torno al virus y las consecuencias en el ambiente y personas con las que se relacionan.
ALTERNATIVAS DESDE EL HOGAR
Cifuentes propuso que es posible crear un ambiente recreativo desde el hogar. La primera alternativa son los juegos de mesa, los cuales “dan la oportunidad de interactuar con nuestro hijo e incluso darle una atención plena, es decir dejar de lado el teléfono y dedicar esos 15 minutos a mi hijo”.
También sugirió otros juegos donde haya movimiento, como escondite, Twister o Karaoke familiar.
Sumado a lo anterior, Heidi Ocoix detalló que el arte puede ser otra alternativa en la recreación de la niñez e infancia. “El arte también ayuda mucho, puede practicarse la pintura, el dibujo, la danza, el baile o la creación de títeres”, planteó. Además, sugirió utilizar “mandalas infantiles”, las cuales aseguró son terapéuticas.
EVITAR EL ABUSO DE LA TECNOLOGÍA
Heidi Ocoix también compartió que en este tiempo de pandemia es vital convivir con la tecnología y sacar el mejor provecho de ella. “Una de las herramientas son las plataformas interactivas, esto ayuda a mantener vínculos con las personas significativas para ellos: lo amiguitos, abuelos. Es importante usarlas como ventaja para permanecer en contacto”, destacó.
Sin embargo, se debe tomar en cuenta el impacto que las pantallas puedan tener en los niños. Ocoix comentó que muchas veces se expone al niño o niña a un teléfono o computadora “porque es lo más fácil”, pero el no tener un control sobre este uso puede causar efectos negativos en la visión, cansancio y “una recarga negativa a nivel cognitivo”.
Al utilizar la tecnología como medio de recreación recomendó:
– Mantener la pantalla a una distancia de dos brazos de distancia del niño o niña
– Mantener una temporalidad para el uso de dispositivos; se sugiere de 20 o 30 minutos. Lo importante es no exceder las 2 horas continuas
– Estar presente junto con el niño o niña mientras juega, esto ayudará a retirar el dispositivo cuando se alcance el tiempo límite.
ALTERNATIVAS EN EL EXTERIOR
La pandemia actualmente ha limitado las opciones fuera de casa, no obstante, Marleny Cifuentes sugirió organizar salidas fuera del hogar cada cierto tiempo. “No es necesario cada semana, puede ser cada dos”, sugirió.
La licenciada recalcó que estos lugares deben ser seguros, con amplio espacio y de preferencia al aire libre por la seguridad de la familia. Pero de no encontrar un espacio también se puede recurrir a un paseo en automóvil o a lugares cotidianos como el supermercado.
“Los niños necesitan del aire libre; es una necesidad. Así como un adulto que, aunque sea va al super mercado, el niño también tiene que. Lo que pasa es que a veces las voces de los niños no son escuchadas lo suficiente, que no lo diga no quiere decir que no lo necesite”, señaló Cifuentes.
CREAR ESPACIOS Y FOMENTAR LA ACTIVIDAD FÍSICA
Otro aspecto importante para Heidi Ocoix es la actividad física. “Ahora que estamos en confinamiento no podemos hacer muchas actividades, pero la actividad física también es importante, ya sea en el parque de la colonia, en el patio de la casa, puede ser la bicicleta, por ejemplo, futbol”, dijo.
Y en tanto al juego, mencionó que es una actividad terapéutica para la niñez, pero lo ideal es crear espacios específicos para estas actividades. “El juego, en todo sentido, es una terapia; ayuda al niño en sus salud tanto emocional, física y cognitiva. Podemos hablar desde un juego de mesa como un juego de imaginación. No es lo mismo estar en un mismo espacio jugando como tener un espacio específico donde los niños saben que es su zona de juego. Es importante crear estos espacios”, comentó.
Con estos espacios y el cambio constante de actividades, Heidi Ocoix plantea que se podrán evitar actitudes como hostilidad, enojo y frustración en la niñez y al mismo tiempo se fortalecerán los vínculos entre la familia.
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