La hepatitis es una enfermedad del hígado. Foto La Hora: Cortesía.

 

La hepatitis es una enfermedad del hígado. La mayoría de las veces se deben a una infección viral o son de origen tóxico (alcohol y ciertas drogas).

La hepatitis viral se clasifica de la A a la E según la familia del virus en cuestión. Su principal punto en común es su capacidad para infectar y multiplicarse en las células hepáticas. Ante esta infección, el sistema inmunitario del huésped reacciona provocando la destrucción de las células infectadas y la inflamación (hepatitis). Los síntomas de la hepatitis son coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia), orina oscura, fatiga extrema, náuseas o vómitos y dolor abdominal.

Hepatitis A

Es una enfermedad de inicio repentino que se acompaña de fiebre, malestar general, anorexia, náusea y molestias abdominales seguidas a los pocos días de ictericia. Se presenta especialmente en niños, pero eso no descarta que se tenga a cualquier edad. Se ha relacionado en nuestro medio su mayor aparición con el ambiente como la época lluviosa y con una inadecuada manipulación de alimentos, agua no segura, y comida en ventas callejeras. El virus de la hepatitis A se transmite con mayor frecuencia a través de las manos o al ingerir alimentos o agua contaminados con heces. La hepatitis A se transmite principalmente de persona a persona por vía fecal-oral. Su prevención se basa en la higiene y la vacunación.

La vigilancia de la hepatitis A se asegura mediante notificación obligatoria, con los objetivos de detectar casos agrupados, para tomar medidas de control rápidamente, y estimar las tasas de incidencia de notificación. El MSPAS durante cada año trata de identificar los casos y controlar la difusión de la enfermedad y para ello con carácter obligatorio cada área de salud debe reportar los casos e incremento de estos. Se recopila información sociodemográfica y clínica, así como exposiciones de riesgo.

 

Las otras Hepatitis

Las infecciones virales del hígado como la hepatitis en todas sus formas pueden ser muy graves. Las hepatitis virales crónicas C, B y D o Delta, son las enfermedades más frecuentes y de comportamiento silencioso, asintomático muchas veces son responsables de una morbilidad y una mortalidad significativa en el mundo, por lo cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido la meta eliminación para 2030 (90% de los pacientes diagnosticados y el 80% de los pacientes tratados).

De los millones de casos que viven en el mundo con la hepatitis B (VHB) el 90% de ellos no sabe su estado y se estima que de esos enfermos, son elegibles para el tratamiento un 20%. ¿Cuál es la situación actual del tratamiento? solo muy pocos casos de portadores del VHB fueron tratados y suprimidos del virus (es decir, con carga viral en suero detectable por PCR). En la actualidad hay una vacuna contra el VHB eficaz y segura, y si fuera universalmente practicada esa vacunación al nacer, su eliminación sería más rápida, pero como ahora se hace, se necesitarían casi 90 años para lograr la eliminación del VHB. Durante este período, 80 millones de personas pueden morir de carcinoma hepatocelular (HCC).

La hepatitis B se transmite por vía sexual, sanguínea y materno-fetal. Este virus se transmite a través de la sangre y otros fluidos corporales, principalmente secreciones vaginales y semen. La vacunación proporciona una protección muy eficaz contra esta infección y reduce la transmisión. La vacunación y el cribado son los pilares de la prevención.

La necesidad de vacunar a los niños desde el primer año de vida se basa en que la vacuna es muy eficaz en lactantes y la duración de la protección conferida es suficiente para proteger, cuando se expone al riesgo, a un sujeto vacunado en la primera infancia, incluso varias décadas después. La vacuna es muy bien tolerada y nunca ha surgido ninguna señal sobre posibles efectos secundarios graves.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha fijado el objetivo mundial de eliminar el virus de la hepatitis B (VHB) y el virus de la hepatitis C (VHC) para 2030. Pero eso un país sólo lo puede logar si el sistema nacional de salud intensifica las acciones de prevención y detección de las poblaciones más expuestas y aumenta el acceso a la atención y el tratamiento de la hepatitis. O lo que es lo mismo: aumentando la actividad de cribado de hepatitis B y D, en laboratorios del sector público y privado; cribado de hepatitis D o sea aumento de la actividad de cribado de anticuerpos anti-VHC (Ab) para el virus de la hepatitis C y antígeno HBs (Ag) para la hepatitis B; Vigilando y dándoles seguimiento a personas con enfermedad de larga duración (ALD) por hepatitis crónica C o hepatitis B crónica.

La hepatitis C es una infección viral transmitida principalmente por la sangre. La detección es un desafío importante para que las personas infectadas se beneficien de tratamientos que ahora se pueden curar. En cuanto a esta hepatitis, los antivirales de acción directa (DAA), disponibles desde 2014, pueden curar a casi todas las personas con hepatitis C crónica y limitar el riesgo de complicaciones y muerte.

La hepatitis E es una enfermedad causada por un virus, transmitida de animales a humanos, principalmente a través del consumo de carne de cerdo poco cocida en los países europeos. Afecta principalmente al hígado. En los últimos años, importantes avances científicos han mejorado el conocimiento de la infección por el virus de la hepatitis E (VHE) en los países industrializados. A partir de 2010, la disponibilidad de pruebas diagnósticas y un mejor conocimiento de la hepatitis E llevaron a un aumento considerable en el número de personas evaluadas, lo que resultó en una incidencia creciente del número de casos indígenas. La carne de cerdo, es el principal reservorio de HEV en muchos países, está en el origen de la transmisión alimentaria, en particular los productos elaborados con hígado crudo. La prevención se basa en informar a los consumidores sobre la necesaria cocción de estos productos, donde aumenta la incidencia del número de casos autóctonos.

El desarrollo de nuevas moléculas antivirales con mecanismos de acción diferentes (moduladores alostéricos de la cápside (CAM), ARN de interferencia, polímeros ácido nucleico), asociado con el desarrollo de nuevos inmunomoduladores (agonistas de TLR 7 u 8, vacunas terapéutica, inhibidores de PD1 o Treg) constituye una nueva esperanza terapeútica, mediante la combinación de estas diferentes moléculas, a una cura funcional con un tratamiento de menor duración.

Todos estos datos, demuestran que el camino que conduce a la eliminación en el mundo es largo y el objetivo por ejemplo en la hepatitis B, la eliminación del VHB dentro de una estrategia de seguridad, el cuido de la transfusión y la prevención de la transmisión materno -fetal del VHB son elementos importante para llevar a la eliminación. Una de las armas importantes en la detección y prevención de la transmisión materno- fetal del virus B se basa en la búsqueda de Ag HBs durante el embarazo que debería ser de carácter obligatorio en todos los países.

El caso del control de la hepatitis C también es importante. La hepatitis crónica es una enfermedad silenciosa, es responsable de cirrosis y cáncer hepático (CHC) y es la segunda causa de indicación de trasplante de enfermedad hepática en Europa, detrás de la enfermedad hepática relacionada con el uso excesivo de alcohol. El tratamiento de las hepatitis crónicas C, que se basa en la combinación antivirales de acción prolongada (AAD) que permite en 8 a 12 semanas curar, sin efecto secundario.

Todas las eliminaciones de hepatitis, requieren de la instalación de tres áreas de intervención sucesivas de los sistemas de salud: prevención, tamizaje y tratamiento. En todas esas etapas del manejo de las hepatitis, la colaboración de todos y la multiplicación de todas las iniciativas locales son importantes.

¿Nueva hepatitis?

Una advertencia reciente: El 5 de abril de 2022, el Reino Unido informó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) un aumento inusual de hepatitis aguda grave de origen desconocido, en niños sanos menores de 10 años. Estas formas de hepatitis no se debían a los virus de la hepatitis A, B, C, Delta o E y no se encontraron las otras causas más conocidas de hepatitis aguda (causas médicas, disfunciones inmunitarias, etc.). En Francia entre el 1 de enero y el 7 de julio de 2022. Seis niños presentaron al menos un examen microbiológico positivo para Adenovirus asociado o no a una enfermedad de base conocida o en investigación, uno presentó una infección por SARS-CoV-2 y para los otros tres no se encontró etiología durante la evaluación inicial recomendada. Ninguno de estos niños fue trasplantado y ninguno murió. Para 4 de cada 10 niños, los análisis adicionales realizados (análisis metagenómicos) no permitieron identificar otro agente patógeno que pudiera haber causado una hepatitis aguda. Internacionalmente A partir del 29 de septiembre de 2022, 555 casos de hepatitis aguda de origen desconocido en niños menores de 16 años han sido notificados por 20 países de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo (277 casos) y el Reino Unido (278 casos).

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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