La termorregulación, es un mecanismo por el cual nuestro cuerpo mantienen la temperatura corporal con una autorregulación estrictamente controlada independiente de las temperaturas externas. Foto La Hora. Cortesía.

 

Qué es la temperatura corporal

Me siento caliente, siento calor por dentro. Si no se mide con un instrumento sea electrónico o no llamado termómetro no se puede considerar que sea fiebre.

La termorregulación, es un mecanismo por el cual nuestro cuerpo mantienen la temperatura corporal con una autorregulación estrictamente controlada independiente de las temperaturas externas. La regulación de la temperatura es un tipo de homeostasis y un medio de preservar una temperatura interna estable para poder mantener nuestro cuerpo, sus órganos y tejidos funcionando adecuadamente para poder sobrevivir.

Cuando la capacidad del cuerpo para termorregularse se interrumpe, puede provocar un sobrecalentamiento (hipertermia) o una temperatura demasiado fría (hipotermia). Cualquiera de los estados puede tener efectos nocivos en los diversos sistemas del cuerpo, lo que reduce significativamente el flujo sanguíneo y conduce a la isquemia y al fallo multiorgánico.

Cuando se mide con termómetro y este señala por encima de los 37 grados centígrados se considera fiebre.

 

Qué es la fiebre

Si bien estos números pueden variar ligeramente según la fuente, a continuación, se incluye un resumen de cómo categorizar la fiebre.

Grado bajo: 37,3 a 38,0 C (99,1 a 100,4 F)
Grado moderado: 38,1 a 39,0 C (100,6 a 102,2 F)
Alto grado: 39,1 a 41 C (102,4 a 105,8 F)
Hipertermia: más de 41 C (105,8 F)

La fiebre es un problema fisiológico que se manifiesta con elevación de la temperatura del cuerpo por encima del rango normal de 37 grados centígrados o 0.5 este nivel, y se atribuye a una sustancia que induce la fiebre.

En la fiebre, hay un aumento en la temperatura del ‘punto fijo’ provocado por el hipotálamo en el cerebro, que es el que permite que el cuerpo mantenga un aumento controlado en la temperatura central y la funcionalidad general de todos los sistemas de órganos.

Por principio la fiebre no es una enfermedad sino un síntoma o signo de una enfermedad. Con mucha frecuencia suele acompañarse de otros síntomas, entre ellos:

Si la fiebre es muy alta o va en aumento aparecen escalofríos; sensaciones de temblores y frío. Esta sensación puede acompañarse de sudores.

También puede acompañarse de dolores en el cuerpo. Si experimenta dolores agudos, esporádicos o un dolor constante. Es posible que desarrolle enrojecimiento de la piel o erupción como lija en ella. Igualmente falta de apetito.

Entre lo que usted siente podemos encontrar: debilidad, fatiga, inquietud en el niño llanto, irritabilidad, confusión en el adulto cuando esta es demasiado alta y en algunos casos incluso se habla de convulsiones.

Tipos

Pueden ser difíciles de describir en un solo patrón y las categorías no siempre son muy útiles y definitivas, en parte ello se vuelve así cuando las personas se medican para bajarla. Las fiebres generalmente se miden en función de cuánto duran y qué tan alta es su temperatura. La medicina ha clasificado cinco tipos principales de fiebre.

Fiebre continua: también llamada fiebre “sostenida”, es una fiebre prolongada con poco o ningún cambio de temperatura en el transcurso de un día.

Fiebre intermitente: esta fiebre tiene una línea de base fluctuante entre las temperaturas normales y los niveles de fiebre a lo largo del día.

fiebre remitente: puede aparecer y desaparecer, y la temperatura fluctúa, pero, aunque baja, nunca vuelve a la normalidad.

Fiebre héctica: suele llamarse así a una fiebre intermitente o remitente; se considera agitada si el rango de temperatura varía ampliamente a lo largo del día, con una diferencia de al menos 1.4 grados centígrados entre las temperaturas más altas y más bajas.

Reincidente: Este es un tipo de fiebre intermitente que vuelve a subir después de días o semanas de temperaturas normales. Este tipo de fiebre es común con mordeduras de animales y enfermedades como la malaria.

 

Causas

Las fiebres tienen muchas causas diferentes. Hay que quitarse de la cabeza que la fiebre significa infecciones, es lo más frecuente en nuestro medio que se asocie con infecciones y en este caso la temperatura sube para combatir a los microorganismos bacterias o virus que nos están atacando en alguna parte del cuerpo, no importa el lugar o el tipo de infección se llame resfriado, gripe, gastroenteritis o infecciones de oído, piel, garganta, pulmón, riñón o vejiga.

El otro factor frecuente a mencionar es las condiciones inflamatorias como la artritis reumatoide, el lupus o la enfermedad inflamatoria intestinal que pueden ser causas de fiebre. En este caso, el cuerpo está tratando de combatir la inflamación interna.

Otras condiciones corporales incluyen los trastornos hormonales que incluyen hipertiroidismo que puede elevar la temperatura de su cuerpo. Algunos tipos de cáncer incluyen la fiebre ya sea por el medicamento que esté tomando o los síntomas que tenga y experimente el paciente.

Entre los factores externos, tenemos factores medioambientales. El más común es el llamado golpe de calor, el agotamiento por calor y las quemaduras solares extremas, que pueden elevar la temperatura del cuerpo en forma de fiebre.

No debe olvidarse que las drogas, sean las de uso como medicamentos, así como las sustancias ilegales pueden causar fiebre. Los medicamentos como los antibióticos o los que se usan para tratar las convulsiones o la presión arterial alta juegan un papel importante en la fiebre. Algunos tipos de cáncer incluirán fiebre según el medicamento que esté tomando o los síntomas que experimente la persona.

Efectos en algunos órganos del cuerpo

Múltiples órganos y sistemas corporales se ven afectados cuando se altera la termorregulación. Durante una enfermedad relacionada con el calor, la termorregulación insuficiente puede provocar daños en múltiples órganos y sistemas. Muchos de estos problemas están interconectados. La severidad y duración de lo que a continuación se presenta, depende del tipo y severidad de la fiebre. El corazón experimenta un mayor trabajo a medida que aumenta tanto la frecuencia cardíaca como el gasto cardíaco.

El sistema circulatorio puede experimentar disminución del volumen intravascular. El cerebro puede experimentar isquemia y/o edema. El tracto gastrointestinal es vulnerable a hemorragias e infecciones a medida que la mucosa intestinal se vuelve cada vez más permeable. Los pulmones se deterioran si la hiperventilación sostenida, la hiperpnea y la vasodilatación pulmonar provocan ARDS.

La insuficiencia renal aguda es un efecto del agotamiento del volumen intravascular y la circulación alterada. Las células hepáticas sufren debido a la fiebre, la isquemia y el aumento de citoquinas en el tracto intestinal. Varios órganos pueden volverse isquémicos por microtrombos o CID. Es probable que haya anomalías electrolíticas, así como hipoglucemia, acidosis metabólica y alcalosis respiratoria.

Cuando las temperaturas corporales disminuyen severamente en la hipotermia, los sistemas del cuerpo también se ven afectados negativamente. El sistema cardiovascular es susceptible a disritmias como la fibrilación ventricular. La actividad eléctrica del sistema nervioso central (SNC) está notablemente disminuida. Puede ocurrir edema pulmonar no cardiogénico, así como diuresis por frío. Adeás, la hipotermia provoca una vasoconstricción preglomerular que provoca una disminución de la tasa de filtración glomerular (GFR) y una disminución del flujo sanguíneo renal (RBF).

Qué hacer

La fiebre no necesariamente se presenta alta o baja o permanece estacionaria. Una fiebre que no cede o que es muy alta y de aparecimiento súbito y sola, debe ser motivo de consulta médica y no dejarse a que siga.

También, toda fiebre que se presenta acompañada de los siguientes síntomas, debe ser motivo de una cita con su médico de inmediato: Convulsión, pérdida de consciencia, confusión, rigidez en el cuello, problemas para respirar, dolor de cuerpo severo, hinchazón o inflamación de partes del cuerpo, dolor al orinar, dolor de cabeza persistente.

Algunos tratamientos caseros

Ya señalamos que la fiebre es la defensa de su cuerpo contra infecciones y enfermedades. Por lo general, la fiebre desaparecerá por sí sola. Mientras la fiebre recorre su cuerpo, hay maneras de ayudarlo a sentirse mejor. Incluyen:

Un montón de líquidos: Es importante beber muchos líquidos para ayudar a refrescar su cuerpo y prevenir la deshidratación, sobre todo si tienes gripe o gastroenteritis que te pueden hacer perder muchos líquidos. Beber agua, caldo o bebidas con electrolitos puede ayudar a reponer esa situación desfavorable.

Alimentos digeribles: Trate de comer galletas saladas, sopa o arroz para ayudar a aliviar su estómago mientras obtiene los nutrientes necesarios. La fiebre también puede ir acompañada de náuseas o vómitos.

Baño cálido: Un baño ligeramente tibio o paños tibios y húmedos en la frente y las muñecas pueden aliviar los escalofríos y los dolores corporales.

Medicamentos de venta libre: Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, por sus siglas en inglés) ayudarán a aliviar los dolores de cabeza y de cuerpo y a reducir la temperatura corporal. Estos incluyen ibuprofeno (Advil o Motrin), naproxeno (Aleve), aspirina o paracetamol (Tylenol).

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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