UN DESCUIDO CON VARIOS MALOS RESULTADOS
La atención de la migraña en Guatemala, como en muchos países, no es lo que debería ser, a pesar de que esta enfermedad neurológica, es una enfermedad que se estima la padece hasta un 20% de la población adulta menor de sesenta años y de producir alteraciones familiares y laborales.
Dentro del esquema de atención del sistema de salud nacional, no encontramos un modelo para una mejor y más equitativa atención de la migraña en el nivel primario, a pesar de que su control podría ser mejor con visitas físicas y digitales entremezcladas. Muchos investigadores de este mal, estiman que lleva varios años obtener un diagnóstico y tratamiento de migraña correcto y son muchas las personas de ambos sexos, a las que les cuesta y tienen muchos problemas para equilibrar la vida laboral y familiar debido a este mal. No es raro escuchar y decir que una persona, especialmente en las mujeres, se les clasifica como problema de salud mental -lo que en realidad es un caso de migraña- por sufrir de ansiedad, por no ser suficiente y adecuada la atención que prestan a los niños y muy frecuente, eso se ve acompañado de un esposo que no comparte responsabilidad.
EMPEZANDO POR ENTENDERLA MEJOR
Se hace entonces notorio, que el desconocimiento sobre la migraña es grande y lamentablemente no solo entre la gente en general, sino también entre muchos médicos. También es de hacer notar en el sistema de salud, falta de desarrollo de una mejor y más equitativa atención de la migraña. Lamentablemente en esta enfermedad como en muchas, su atención depende del código postal, es decir, del lugar en que vives y de tu condición económica. La atención de la migraña es muy desigual, sin poderse ver el futuro con confianza, ya que esta enfermedad exige atención centrada en la persona y no se trabaja diligentemente, para mejorar la situación, ni aun en la clase trabajadora, ni por el MSPAS ni por el IGSS y eso pese a que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la migraña es una de las condiciones más incapacitantes y esta misma organización afirma que aproximadamente el 60 por ciento de los médicos de atención primaria, no conocen la diferencia por ejemplo entre la migraña episódica y la crónica y entonces la ignorancia puede aumentar sus consecuencias. El otro día una persona se quejaba de que sufriendo de migraña y luego de varias consultas al médico y de varios tratamientos infructuosos, el médico con gran ansiedad le había dicho que de lo que padecía era de estrés, ni siquiera –decía la persona- le señaló que era estrés por la migraña (la provocaste tú misma era el mensaje) y que la causa del estrés era «algo con lo que tenía que vivir». Como ella, no es raro ver otras personas padecientes de este mal quejándose de lo mismo, por supuesto decepcionadas y, lamentándose de un tratamiento inadecuado y a la par, tampoco es raro encontrarse con médicos frustrados de no encontrar con el remedio adecuado para sus pacientes migrañosos.
Es de tener en cuenta que esta es una enfermedad con aumento progresivo de su severidad, ataques y consecuencias.
HAY QUE ESTIMAR SUS COSTOS
Muchos neurólogos insisten una y otra vez en que la migraña, es mucho más que un dolor de cabeza normal. Muchos migrañosos afirman que su vida diaria, básicamente toda y en todo, se ve afectada: la vida sexual, el amor, la posibilidad de encontrar un amigo, la posición social, el tiempo libre, la economía, la situación familiar, la finalización de los estudios, la asistencia y realización del trabajo y la posibilidad de ser persona exitosa y satisfecha. Los empleadores y salubristas consideran que la migraña es la tercera causa más importante de discapacidad para las personas menores de 50 años y los estudios en países desarrollados han señalado que entre las mujeres menores de 50 años, es la más incapacitante de todas las enfermedades. Como bien se dice: Cuantos más ataques, más caro.
«Las migrañas son terriblemente dolorosas y a menudo causan náuseas y vómitos; los vómitos en particular, son una forma excelente de distinguir una migraña de un dolor de cabeza normal, entonces no es un «dolor de cabeza» normal, dicen los neurólogos generando a las personas un rompecabezas de 10,000 piezas para su vida y a los médicos otro tanto. Pero a la vez encontramos entre los migrañosos otros problemas: alteraciones visuales, hipersensibilidad a olores y sonidos y fatiga cerebral que dificulta el seguimiento, son algunos de los síntomas. Todo esto drena la energía de la víctima. Muchos salubristas creen que se ganaría mucho, si los médicos y otros profesionales de la salud, pudieran al menos distinguir entre las formas más comunes de migraña.
Además de sufrimiento -dicen los administradores de los sistemas de salud- la migraña también significa costos para la sociedad. En los países nórdicos se ha estimado que el coste social por persona con migraña es de aproximadamente 1,500 a 2,000 dólares y de este el 93% son indirectos, en forma de baja por enfermedad o bajo rendimiento laboral del paciente, porque la baja por enfermedad es común.
Costos no monetarios pueden ser observados en esta enfermedad. Viéndolo desde el punto de vista de la actividad familiar y laboral el costo también resulta alto, pues se ha estimado que un típico ataque de migraña, dura alrededor de tres días. Y uno de cada diez pacientes, nunca se recupera de un ataque antes del siguiente, se afirma por muchos. Usando la definición de migraña crónica, alrededor del 1-2% de migrañosos, padece de migrañas crónicas, es decir al menos 15 días de dolor de cabeza al mes. Es alrededor del 1-2 por ciento que tiene migraña crónica. Incluso se ha calculado que uno de cada cuatro, resulta gravemente afectado y que una cuarta parte de las personas con migraña, sufre dos tercios de los ataques y son estos los que necesitan de la atención especializada.
SI PUEDES SER PARTE DE TU PROPIO TRATAMIENTO, QUE ASÍ SEA
Con las posibilidades digitales que existen hoy en día, se podría crear una llamada clínica de especialistas digitales en migraña, formada de pacientes y especialistas incluso médicos generales; donde el paciente y los pacientes deberían tener la oportunidad de ayudarse a sí mismos, por ejemplo, con una aplicación de migraña, un diario/calendario de migraña, un chat a través de materiales educativos: formación continua para personal de salud y pacientes. El objetivo es que todos terminen en el lugar correcto y reciban el nivel adecuado de atención, pues según la Constitución de la República, todos deben tener acceso a la atención y las habilidades adecuadas. Atención igualitaria con un alto nivel de conocimiento.
Es importante que los programas de salud, empiecen a darse cuenta de que brindar ayuda para la autoayuda, permite poder enfocarse en aquellos que realmente necesitan ayuda profesional. Es importante que entendamos no solo para la migraña que: los costos aumentan con la cantidad de ataques y la calidad de vida disminuye. Muchas personas van a trabajar a pesar de las migrañas hasta que ello les pasa factura propiciando deterioro de su salud mental también. Por lo tanto, la necesidad de nuevos métodos de tratamiento la tenemos ya enfrente y no a la vuelta de la esquina.