La situación

Durante la última década, las tasas de suicidio de jóvenes han aumentado en muchos países, y la mayor parte del aumento se debe a que más hombres jóvenes se suicidan.

Las tasas de incidencia de suicidios aumentan considerablemente desde la niñez hasta la adolescencia. Las razones que explican este cambio son en gran parte desconocidas. La familia brinda apoyo social y emocional y, por lo tanto, posiblemente proteja a los niños del suicidio. La adolescencia a menudo se caracteriza por niveles más altos de reactividad emocional, mayores conductas de toma de riesgos y mayores esfuerzos por la autonomía, lo que puede resultar en un conflicto o un «rechazo» de las fuentes de apoyo anteriores, como las figuras de los padres. Por lo tanto, los riesgos de comportamiento suicida pueden aumentar durante la adolescencia, particularmente en el contexto de trastornos psiquiátricos asociados con un aumento de la emotividad o una disminución de las inhibiciones. Alternativamente, el riesgo de comportamiento suicida durante los episodios de trastornos psiquiátricos puede continuar o intensificarse desde la adolescencia hasta la adultez temprana. No solo la prevalencia de suicidios aumenta con la edad, Ideas, planes e intentos suicidas es también más alto al final de la adolescencia y principios de los 20, con la mediana a mediados de los 20 años.

Sin embargo, existen grandes variaciones en las tasas de suicidios de adolescentes en los países en diferentes períodos de tiempo y entre países. Se desconocen en gran medida los antecedentes de tales cambios seculares en las tasas de suicidios de jóvenes, pero se ha sugerido que la disminución de las tasas en algunos lugares, se debe a la restricción de la disponibilidad de métodos letales (por ejemplo: armas de fuego y mejor atención a la salud mental)

Lo que se necesita hacer

La investigación sobre los factores de riesgo del suicidio juvenil proporciona la base para la prevención del suicidio en casi todo el mundo. La prevención primaria se enfrenta a varios problemas, y se ha cuestionado la eficacia de los esfuerzos preventivos en las escuelas, los servicios sociales y la atención primaria de salud. Dado que la mayoría de los jóvenes que se suicidan han padecido trastornos psiquiátricos, en particular depresión, el reconocimiento temprano y el tratamiento eficaz de estos trastornos son cuestiones clave en la prevención del suicidio juvenil. Pero eso no pareciera tan cierto en todos lados. Los hallazgos de investigaciones recientes en China han encontrado una menor prevalencia de trastornos mentales en los fallecidos por suicidio chinos. Entonces puede ser posible que exista el impacto más notable de otros factores de riesgo, de lo que se pensaba anteriormente (como la adversidad familiar, los problemas desencadenantes, los factores culturales). Es necesario desarrollar modelos teóricos del comportamiento suicida y el desarrollo de estrategias internacionales de prevención teniendo en cuenta estos nuevos hallazgos.

Los primeros años son claves

La escuela psicológica insiste en que el mayor riesgo de suicidio en la adolescencia puede atribuirse a la mayor prevalencia de psicopatología con la edad. En general, las frecuencias de cualquier trastorno psiquiátrico, en particular los trastornos del estado de ánimo, el abuso de sustancias y los trastornos de la conducta, así como los intentos de suicidio previos, han sido más comunes en los adolescentes mayores que se suicidan que en los adolescentes más jóvenes que lo hacen también. La psicopatología no sólo puede ser más prevalentes con la edad, sino que también transmiten un mayor riesgo de suicidio entre los adolescentes mayores. Sin embargo, el hallazgo no es consistente. Además de los estudios sobre víctimas de suicidio, deben establecerse las relaciones con otros comportamientos. Un estudio encontró que las relaciones entre los intentos de suicidio y la depresión mayor, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno por déficit de atención/hiperactividad y los trastornos por uso de sustancias, se fortalecieron a medida que los participantes envejecían.

 

Ha habido un debate sobre si la estructura subyacente de los trastornos psiquiátricos es estable con la edad, algunos afirman que sí; a pesar de que la adolescencia se acompaña de cambios sustanciales en las tasas de una variedad de síntomas y trastornos psiquiátricos, parece que la organización estructural de esos síntomas y trastornos es muy estable.

Que se ha está haciendo para saber más

La investigación científica en el estudio de los factores de riesgo del comportamiento suicida, se ha basado principalmente en estudios de autopsias psicológicas de víctimas de suicidio y estudios de seguimiento de adolescentes de alto riesgo (p. ej., intentos de suicidio, poblaciones clínicas de adolescentes). En la última década, un número creciente de investigadores han utilizado modelos teóricos para examinar y comprender las relaciones entre la conducta suicida y los diferentes factores de riesgo. No existen teorías comunes bien investigadas y aceptadas hasta el momento, y los hallazgos pueden considerarse preliminares. Sin embargo, ofrecen perspectivas importantes para comprender y prevenir los suicidios juveniles.

Hay un problema en eso de detectar los casos de riesgo y de estudiar este problema: el estigma asociado con las conductas suicidas. Esto ha conducido a la falta de notificación o a la evitación de ayuda o reporte y debilitado estudios de investigación. Como resultado, aunque los estudios de comportamiento suicida han proporcionado información valiosa sobre la naturaleza de los correlatos de estos resultados, quedan muchas preguntas sobre la naturaleza de estas correlaciones (por ejemplo, cuáles son los mediadores y moderadores) y sobre los mecanismos causales a través de los cuales estas relaciones propician el suicidio. Sin embargo, la evidencia actual parece mostrar con claridad que hay varios caminos diferentes hacia el comportamiento y consumación de suicidio, que indica que no existe ninguna teoría explicativa única para explicar todas las formas heterogéneas de conducta suicida. Eso quiere decir que los marcos conceptuales más frecuentes como el «modelo de estrés» o el «modelo de salud mental», no se deben tomar como explicativos únicos de suicidio o pensamientos suicidas. Hay otros eventos de la vida del adolescente y del joven, que pueden facilitar la investigación de las vicisitudes de los comportamientos y proporcionar una mayor comprensión de la interrelación entre, consumo de alcohol y comportamiento suicida, violencia familiar, abusos etc. Investigaciones recientes en psicopatología del desarrollo, enfatizan que múltiples factores influyen en los trastornos y fenotipos relacionados, y que las variables de diferentes niveles de análisis (p. ej., genética, bioquímica, fisiológica, cognitiva, social, vecindad) influyen en los resultados. En consecuencia, la aparición, así como la naturaleza de la expresión, de trastornos y factores relacionados pueden variar entre individuos y en el tiempo. En algunos estudios, por ejemplo: temperamento difícil, motivos de afrontamiento para beber, menor apoyo familiar, mayor porcentaje de amigos que consumen alcohol, han sido visto como que predijeron de manera significativa los mediadores (como depresión, eventos estresantes, consumo excesivo de alcohol), que, a su vez, predijo conductas suicidas. El consumo excesivo de alcohol predijo significativamente los intentos de suicidio más allá de la influencia de la depresión y los eventos estresantes, mientras que los niveles más altos de consumo de alcohol fueron un factor de riesgo más general para las conductas suicidas.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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