Alfonso Mata

Una alimentación saludable para bebes, infantes y niños, implica que consuma una amplia variedad de alimentos nutritivos en las cantidades adecuadas. Naturalmente, garantizar una nutrición equilibrada a los niños es trabajo de padres y cuidadores y no obstante estar eso lleno de buenas intenciones, a veces preparar comidas y refrigerios que enfatizan las opciones saludables se topa con una resistencia a muerte de los niños de consumirla. De hecho, los niños pequeños desarrollan con frecuencia conductas alimentarias que preocupan a sus padres y cuidadores pues son conductas que tienen que ver con  irregularidades alimentarias y aversión a la comida.

El término «quisquilloso de alimentos» en inglés Food jag, se refiere a la práctica de comer caprichosamente. Por ejemplo, un niño puede querer comer solo atole de plátano en cada comida, eso es aversión a la comida y se refiere a la negativa a probar o comer ciertos alimentos. Otros no mantienen horarios.

No se exactamente cuánto niños actualmente luchan contra los hábitos alimenticios, pero creo que al menos uno de cada tres niños actualmente lo hacen.  Lo único cierto hasta el momento que han mostrado los estudios es que se obtienen más beneficios cuando las estrategias de los padres son positivas y alentadoras que de los enfoques enérgicos o coercitivos. Otra cosa cierta es que ahora los científicos, esa aversión y evitación de alimentos ya se identifica con una afección psiquiátrica llamada Trastorno por evitación / restricción de la ingesta de alimentos (ARFID).

Primero que nada, solo cuando la conducta para comer es sumamente quisquillosa, es decir grave, se diagnostica como ARFID. La condición se caracteriza por problemas de salud como: pérdida de peso y deficiencias metabólicas y nutricionales y por supuesto puede conducir a problemas sociales y emocionales, ya que la hora de comer se va convirtiendo en una fuente de vergüenza, fricción y / o conflicto.

No es sorprendente encontrarse que muchos de los adultos que lidiaron con este problema, dan razón de que sus padres y pediatras desesperados por su conducta y las del niño y sin buenas razones para orientarlos, actuando a base de ver qué sucedía, no favorecieron los enfoques positivos para corregirlos sino lo que hicieron en forma abrumadora fue lo contrario, se sintieron forzados o presionados para comer creándoles varios traumas. Esa conducta aun prevalece.

¿Por qué los niños desarrollan intranquilidad y aversión a la comida? Realmente una razón de ello no se conoce. Pero primero que nada, las irregularidades alimentarias y la aversión a la comida en los niños no se les ha encontrado que suelan ser síntomas de afecciones graves de salud física o mental. Para los psicólogos, estos hábitos alimenticios son una parte típica del desarrollo infantil. Ofrecen una forma para que los niños afirmen su independencia y ejerzan cierto control sobre lo que sucede en su vida diaria. A menudo esa situación se resuelve sola, de forma natural con el tiempo.

¿Qué es lo principal? Si su pequeño se resiste a probar nuevos alimentos no convierta este problema en un campo de batalla, lleva las de perder. Por ejemplo, nunca use sobornos, recompensas de alimentos, negociaciones, amenazas o castigos para que su hijo pruebe algo nuevo. En cambio, simplemente continúe exponiéndolos a nuevos alimentos de forma regular. Aunque no lo crea, eso le dará a su hijo la oportunidad de probar nuevos alimentos si lo desea. Existe una buena posibilidad de que, con el tiempo, prueben y acepten una variedad más amplia de alimentos, lo que puede hacer que las comidas sean más fáciles tanto para ellos como para usted. Además, tenga en cuenta que su hijo puede interesarse en probar esos nuevos alimentos si ve que usted los come.

Consecuencias potenciales de las irregularidades alimentarias y la aversión a la comida

Comer una cantidad limitada e inadecuada de alimentos puede con el tiempo, hacer que su hijo no obtenga los nutrientes que necesita para el funcionamiento y la salud óptimos del cuerpo. Los períodos de restricción voluntaria de alimentos, les puede provocar pérdida de peso o una falta de crecimiento al ritmo esperado, si esto sucede, debe poner el caso en manos de un pediatra y nutricionista calificado.

Una cosa importante

Los niños aprenden por imitación, Los niños admiran y siguen ejemplos. Por lo tanto, también debe hacer un esfuerzo por consumir una amplia variedad de alimentos nutritivos en las comidas y usted con él. Acá otros consejos útiles

tenga paciencia

En general, es probable que su hijo se canse de comer esa papilla, o arroz, o macarrones después de un tiempo. Entonces decidirá probar otra cosa, especialmente si ven que otros disfrutan de diferentes opciones.

Las continuas batallas por la comida y el deseo de control del niño, pueden provocar trastornos alimentarios más adelante. Evite hablar sobre la elección de alimentos en términos de peso (“Comer que le hará engordar / engordar”) porque esto también puede provocar trastornos alimentarios. Está bien discutir las elecciones de alimentos en términos de beneficios nutricionales (“Estas zanahorias son buenas para la vista” o “Esta proteína te hará crecer y ser fuerte” o “Esta fruta te dará energía para correr rápido”).

Pero si tenga en cuenta que: los niños que se limitan a unos pocos alimentos corren el riesgo de no recibir la cantidad y variedad adecuadas de nutrientes que sus cuerpos en crecimiento necesitan para prosperar. La buena noticia es que existen muchas formas basadas en la evidencia para persuadir a su hijo de que pruebe, acepte e incluso disfrute de alimentos nuevos.

Entonces cheque esto

  1. Sea creativo con recetas y presentaciones
  2. Sea un modelo a seguir en alimentos para su hijo
  3. Comience con pequeños gustos
  4. Recompense a su hijo de la manera correcta. Ojo acá El uso de alimentos poco saludables como helado, papas fritas o refrescos como recompensa puede llevar a los niños a consumir una cantidad excesiva de calorías y comer cuando no necesariamente tienen hambre.
  5. Descartar con su pediatra enfermedades y condiciones que provocan intolerancias alimentarias
  6. Haga que sus hijos participen en la planificación de comidas y la cocina
  7. Haga que la hora de la comida sea divertida
  8. Elimine las distracciones durante las comidas
  9. Siga exponiendo a su hijo a nuevos alimentos
  10. Preste atención a las preferencias de sabor y textura de su hijo
  11. Reduzca los refrigerios poco saludables
  12. Anímelo a comer con amigos

No funcionó nada de eso: consulte con el pediatra

Los expertos ya han ideado una primera estrategia para apoyar una cambio de conducta al respecto: es realizar la alimentación del niño dentro de un contexto emocional positivo como: usar los alimentos para enseñar lecciones culturales o nutricionales y no solo de juego, por ejemplo enseñar alimentar mascotas, ponerlo a observar alimentar a la mascota simultáneamente, ser flexible y compartir el alimento con ella, y no solo la mascota es útil, el resto de hermanos y familiares también; ayudar con la preparación de los alimentos o presentar alimentos de grupos de alimentos específicos. En general, se considera que las estrategias con el niño deben emplearse claramente definidas dentro de un torno que favorezca no sentirse “forzado” frente a que se le pidiera compartir y hacer algo.

 

 

 

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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