Alfonso Mata
Según Drissman, Alois Alzheimer murió siendo especialista en sífilis y resucitó como descubridor de la enfermedad que lleva su nombre.
El 4 de noviembre de 1906 en Tubinga se celebraba la 37ª Conferencia de Psiquiatras del Sudoeste de Alemania. El neuropatólogo y psiquiatra alemán Alois Alzheimer (1864-1915,) subió al estrado y describió “eine eigenartige Erkrankung der Hirnrinde” (una enfermedad peculiar del corteza cerebral).
Alois Alzheimer
En la conferencia Alois presentó y discutió el caso de una paciente que fue mantenida bajo estrecha observación durante su internación en el Hospital de Frankfurt.
Alzheimer nació el 14 de junio de 1864 en la pequeña ciudad bávara de Marktbreit. Asistió a las universidades de Aschaffenburg, Tübingen y Berlín antes de obtener su título de médico en la Universidad de Würzburg en 1887. A los pocos meses de obtener su título de médico, Alzheimer comenzó a trabajar en el Hospital para enfermos mentales y epilépticos en Frankfurt. Allí, empezó a estudiar psiquiatría y se unió a Franz Nissl, que había desarrollado un método para teñir el tejido nervioso, con quien emprendió una investigación exhaustiva de la patología del sistema nervioso llegando a adquirir mucho conocimiento y habilidad para la neurología. Alois contrajo matrimonio en 1894 con Cecilie Wallerstein, viuda joven de un comerciante de diamantes (fallecido por una afección terminal de sífilis). En febrero de 1901, muere prematuramente su esposa y a los pocos meses de ello, estando en el hospital de Frankfurt. El 25 de noviembre de 1901, una mujer de 51 años llamada Auguste Deter fue ingresada en el hospital bajo el cuidado de Alois.
El marido había decidido llevarla al hospital, porque le perseguía una idea paranoide: la de su marido manteniendo relaciones con una vecina. A veces, hasta desconocía a su marido. El cuadro clínico se caracterizaba por: problemas para recordar cosas, errores al cocinar, paseos constantes e inmotivados por la casa, despreocupación paulatina y general. Al principio, la paciente Deter fue reconocida y diagnosticada con deterioro de la memoria, afasia, desorientación e incompetencia psicosocial, que era, en ese momento, la definición legal de «demencia». Luego de semanas de estancia, su condición empeoró gradualmente y comenzó a perder otras funciones cognitivas y a experimentar alucinaciones. Debido a su edad, a Deter le diagnosticaron demencia presenil; hoy, el diagnóstico sería la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano, que se define como el desarrollo de la enfermedad antes de los 65 años.
Auguste Deter
Entre los registros médicos de Deter, hay un archivo de 32 páginas que contiene el informe de admisión de Deter y tres historias de casos diferentes, incluidas notas escritas por el propio Alzheimer. Un extracto del archivo, escrito por Alzheimer sobre Deter dice:
Ella se sienta en la cama con expresión impotente. ¿Cómo te llamas? Auguste. Cuál es el nombre de tu esposo? Auguste. ¿Tu marido? Ah, mi esposo. Parece como si no hubiera entendido la pregunta. ¿Está casada? A Auguste. Sra. D? Sí, sí, Auguste D. Cuánto tiempo llevas aquí? Parece estar tratando de recordar. Tres semanas. ¿Qué es esto? le muestro un lápiz. Un bolígrafo. Un bolso, una llave, un diario y un puro; los identifica correctamente. En el almuerzo come coliflor y cerdo. Cuando se le pregunta qué está comiendo, responde espinacas. Cuando está masticando carne le pregunto qué está mascando, responde papas y rábano picante. Cuando se le muestran objetos, después de un breve período de tiempo, no recuerda qué objetos se le han mostrado. En el medio siempre habla de gemelos. Cuando se le pide que escriba, sostiene el libro de tal manera que uno tiene la impresión de que tiene pérdida en el campo visual correcto. Cuando se le pide que escriba a Auguste D., intenta escribir a señora y se olvida del resto. Es necesario repetirle cada palabra. Trastorno amnésico de la escritura. Por la noche, su discurso espontáneo está lleno de descarrilamientos y perseveraciones parafrasicos.
En abril de 1906, Alois recibe noticia de la muerte de Deter y pide su cerebro, el que recibe con una nota de lo ocurrido a ella antes de morir: sumamente atontada, de vez en cuando, sudoración. El 7 de abril: todo el día muy perdida, por la tarde tiene fiebre, 41 grados, por la noche 40. El 8 de abril: ha muerto a las cinco menos cuarto de la madrugada. Causa de muerte: septicemia por úlcera en decúbito”. Irónicamente, parece que la muerte de Deter no fue causada por las patologías ahora asociadas con la enfermedad de Alzheimer, sino por la arteriosclerosis (endurecimiento de las arterias) en el cerebro: Durante la mañana exitus letalis; causa de muerte: septicemia por decúbito; diagnóstico anatómico: hidrocefalia moderada (externa interna); atrofia cerebral; arteriosclerosis de los pequeños vasos sanguíneos cerebrales?; neumonía de ambos lóbulos inferiores; nefritis.
La condición descrita por Alzheimer en aquella conferencia de 1906 ya había sido descrita por Oskar Fischer, Francesco Bonfiglio y Graetano Perusini. Entonces ¿de dónde surge el nombre de la enfermedad de Alzheimer.
Para cuando se le da por primera vez el nombre a la enfermedad, Alzheimer ya había dejado Frankfurt y trabajaba con Emil Kraepelin en la Clínica Psiquiátrica Real de Munich bajo sus órdenes. Al enterarse de la muerte de Deter, Kraepelin solicitó a Sioli, el director de la institución de Frankfurt donde había estado Deter, que le enviaran sus registros médicos. Fue en gran parte debido a Emil Kraepelin, jefe de Alzheimer en la clínica en Munich, que la condición ahora se conoce como enfermedad de Alzheimer. Kraepelin, quien clasificó por primera vez la esquizofrenia, incluyó la descripción de Alzheimer de los síntomas y patología de Auguste Deter en la octava edición de su libro Psychiatrie, que fue publicado en 1910. En ese libro, Kraepelin llama a la condición descrita por Alzheimer cuando hizo la autopsia del cerebro. «Enfermedad de Alzheimer» por primera vez: «… La autopsia revela, según la descripción de Alzheimer, cambios que representan la forma más grave de demencia senil… las drusas [¿placas amiloides?] Eran numerosas y casi un tercio de las células corticales habían muerto. En su lugar, en cambio, encontramos peculiares haces fibrilares profundamente teñidos que estaban muy compactos entre sí, y parecían ser restos de cuerpos celulares degenerados… La interpretación clínica de esta enfermedad de Alzheimer todavía es confusa. Si bien los hallazgos anatómicos sugieren que estamos ante una forma particularmente grave de demencia senil, el hecho de que esta enfermedad a veces comience alrededor de los 40 años no permite esta suposición [es decir, debe considerarse como una nueva enfermedad] «.
Alzheimer había descrito a Auguste Deter como un ejemplo de demencia en una persona relativamente joven y no afirmó haber descubierto la enfermedad. Él y otros se sorprendieron de que Kraepelin hubiera llamado a la condición «enfermedad de Alzheimer», sin embargo, el nombre se mantuvo. Probablemente Kraepelin había nombrado a la enfermedad en honor a Alzheimer y exageró la novedad de los hallazgos, para darle más prestigio a su institución y asegurar la continuación de las becas de investigación. Cinco años después de la publicación del libro de Kraepelin, Alzheimer murió de nefritis inducida por una angina de pecho antigua, a los 51 años.
En la clínica, su rutina diaria consistía en hacer visitas diurnas a los pacientes. Se le describe como un clínico con mucho tino y afán docente. Arrimaba su banquito, tomaba asiento y procedía a explicar los casos al ritmo que fumaba un puro. Son especialmente reconocidas sus charlas sobre la “parálisis progresiva”, un cuadro clínico común a fines del siglo XIX, llamada también “demencia paralítica”, y que constituye una de las manifestaciones tardías de la infección por sífilis.