Una pandemia por coronavirus, un Sistema de Salud debilitado, flexibilidad del distanciamiento, una situación socioeconómica difícil para muchos hogares que afecte las condiciones de vida. Foto la hora: Cortesía.

Alfonso Mata

Una pandemia por coronavirus, un Sistema de Salud debilitado, flexibilidad del distanciamiento, una situación socioeconómica difícil para muchos hogares que afecte las condiciones de vida (vivienda, higiene personal y ambiental, y nutrición). Una mayor movilidad de la población migrante, el descuido de las condiciones sanitarias y poco control a la contaminación ambiental de abastecimientos de agua, y de manejo de excretas. Rigurosas condiciones climáticas (sequía, temperaturas, lluvias) y daños ambientales. Todo eso dentro del mismo vaso, nos da un potencial para un aumento de las infecciones gastrointestinales (GI).

En Guatemala, como en la mayoría de los países de las zonas tropicales y subtropicales, las enfermedades infecciosas GI causan todavía una considerable morbilidad y mortalidad, particularmente en los lactantes y preescolares (los menos expuestos a COVID-19). Los trastornos GI debidos a organismos bacterianos y virales, constituyen, probablemente el segundo grupo más destacado en términos de frecuencia y gravedad relativas en niños, dejando a una buena cantidad de población muy expuesta.

De tal forma que en una mayoría de individuos de áreas rurales y urbanas marginales, no solo persisten las condiciones propicias a la endemicidad de las enfermedades GI, sino que las condiciones de vida al agravarse en las circunstancias actuales, da lugar a una potencial mayor transmisión que puede favorecer el desarrollo de una epidemia GI al exacerbarse los focos endémicos ya existentes.

Plantear ese escenario, lo hago simplemente como precaución, ahora que todo el mundo se ha soltado a las calles y los lugares públicos y que además se ve afectado social y económicamente. Las infecciones GI, su propagación secundaria a través de la transmisión fecal-oral es una consideración importante para muchos patógenos entéricos, por eso, aunque no son tan contagiosos como la influenza, la propagación de persona a persona sigue siendo significativa especialmente cuando las condiciones sanitarias y de salud de los grupos más susceptibles como los niños se alteran.

La higiene adecuada de las manos, la preparación y conservación adecuada de los alimentos, un estado nutricional aceptable, es importante para prevenir infecciones con patógenos entéricos y respiratorios, y ¡olvídese de la locura antibacteriana y lávese las manos con frecuencia y de manera adecuada durante 20 segundos con agua y jabón normal! ¡Siga las recomendaciones higiénicas en la preparación y almacenamiento de alimentos! La divulgación y la educación son la base, para el combate de las infecciones de todo tipo.

Cosas fundamentales de saber y entender sobre las infecciones

  1. Tiempo de incubación: el tiempo desde que se ingiere el microorganismo hasta el inicio de los síntomas. Suele ser de horas hasta días por lo regular.
  2. Tiempo hasta el tratamiento: el tiempo desde el primer síntoma hasta que la persona busca atención médica, cuando se recolecta una muestra de diarrea para análisis de laboratorio. Este tiempo puede ser de menos de un día hasta días. No deje pasar el tiempo y atenerse a tratamientos no útiles. Todo síntoma debe tomarse en serio, busque atención del que sabe.
  3. Tiempo hasta el diagnóstico: tiempo desde que una persona da una muestra hasta que se obtiene resultado. Esto puede ser de 1 a 3 días desde el momento en que se recibe la muestra en el laboratorio. Aquí es donde una infraestructura mejorada realmente puede marcar la diferencia. Algunos laboratorios de diagnóstico de los hospitales están muy bien equipados con equipos de última generación y personal capacitado. Otros, sin embargo, no lo están y están sobrecargados de trabajo y mal equipados. Pero durante ese tiempo el personal de salud debe indicarle qué hacer y darle el seguimiento al paciente. Debe informar si alguien más está con el problema.
  4. Las enfermedades infecciosas GI trasmitidas por alimentos, son relativamente menos contagiosas. Las trasmitidas por las agua lo son más al igual que la contaminación oral-fecal. Por eso debe comunicarse todo caso a la unidad de salud que tenga más cercana.

USTED DEBE TOMAR EN CUENTA

Los servicios de salud están en este momento llenos de gente bastante enferma, con una gran cantidad de problemas médicos y sociales y es por eso que el mejor cuidado que podemos tener es el de nosotros mismos: limpieza y cuidado en uso y preparación de alimentos, hervir el agua. Una infección para manejarla, requiere de cuidados, medicamentos, eso es costoso. Evitarla es más barato y menos problemático. El personal de salud está atendiendo mucho más pacientes que nunca, y salen de sus servicios más tarde que nunca y se sienten cansados y maltratados más que nunca, por el exceso de trabajo y la falta de materiales para hacer bien su trabajo. La mejor ayuda es evitarles ese exceso de trabajo, cuidándonos nosotros mismos y de una manera que no lo hemos hecho antes.

Por cierto y esto es bueno que todos lo sepamos ¿qué es un caso en una infección?

En el caso de infección respiratoria superior, no importa que usted se haya vacunado y tenga una o dos dosis o ninguna, no haga el diagnóstico por usted mismo, eso puede poner en riesgo a otros. Hágalo a través del Sistema de Salud. Igual para las infecciones GI.

La definición de casos de infecciones por SARSCoV-2 o por infecciones GI, se realiza por criterios que deben cumplirse para designar a una persona como «un enfermo de…». Las definiciones del caso son herramientas clínicas y epidemiológicas. En epidemiología sirve para contar casos y poblaciones en riesgo y actuar con medidas preventivas. Por ejemplo, una tasa de letalidad es el porcentaje de personas infectadas con SARSCoV-2 que mueren a causa de la enfermedad. Son elementos necesarios para comprender lo que está sucediendo en una comunidad, especialmente para el seguimiento y la evolución de la enfermedad en el tiempo y en diversas áreas y en la investigación de brotes.

Las definiciones de casos al médico le sirven para guiar el tratamiento, lo que requiere de su juicio clínico. Entonces ¿cómo clasifica el Sistema de Salud a las personas en términos de una infección?

Personas bajo investigación, son aquellas que las autoridades sanitarias deciden investigar por infección, por el motivo que sea. Requiere cierto índice de sospecha por parte primero de las personas cercanas al paciente y segundo de las autoridades sanitarias.

Un caso sospechoso es la categoría para una persona que presenta síntomas o problemas relacionados con una enfermedad respiratoria o GI. Pero esto es insuficiente. Por lo tanto, existe un requisito adicional: que exista alguna evidencia de exposición en el momento adecuado a una fuente de infección por SARSCoV-2 o por enfermedad GI es decir: en SARSCoV-2 contacto cercano a una persona que está clasificada como un caso sospechoso, probable o confirmado. Exposición en un área donde se haya sospechado o confirmado otros casos. En caso de infección GI de observación de alimentos, agua por ejemplo.

Casos probables: son casos sospechosos que tienen evidencia de síntomas relacionados con SARSCoV-2; radiográfica de neumonía aguda junto con insuficiencia respiratoria (disminución de la oxigenación de la sangre y falta de aire severa). En el caso de enfermedad GI, que haya sido examinado por un médico y este haya realizado un diagnostico al respecto (diarrea, deshidratación, fiebre, etc).

Los casos confirmados son casos sospechosos o probables que tienen un diagnóstico positivo de un laboratorio de SARSCoV-2. En el caso de las infecciones GI, sucede lo mismo.

No podemos olvidarnos que para el caso de las infecciones GI estas suelen ocurrir más en niños con desnutrición de algún tipo.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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