Desnutrición y enfermedades. Foto la hora: AP

Alfonso Mata

Cuando oímos de problemas nutricionales, rápido nos imaginamos niños, mujeres pero rara vez personas de la tercera edad, sanos y enfermos y pacientes hospitalizados.  Aunque se pasa muchas veces por alto, la desnutrición y los pacientes con y en riesgo de desnutrición, son un problema considerable en los hospitales. Alrededor del mundo vemos y nos topamos con una prevalencia que oscila entre el 20% y el 60% de pacientes de la tercera edad que en el momento del ingreso hospitalario, según la población investigada y las herramientas de diagnóstico utilizadas llegan con desnutrición y esto a pesar de ser un problema de siempre. No es sino hasta principios del presente siglo, mejor dicho en la última década, que ha sido motivo de preocupación internacional y de que ese consenso se volviera motivo de definición, incluso eso solo se logró esta en los últimos años.

Cuál puede ser un diagnóstico de desnutrición en un paciente

Ahora se acepta que el diagnóstico requiere una pérdida de peso no intencionada de parte del paciente, un índice de masa corporal (IMC) bajo o una masa muscular reducida por la reducción de la ingesta / asimilación de alimentos o la carga de enfermedad.

La desnutrición se puede clasificar en tres grupos principales: desnutrición relacionada con una enfermedad con inflamación por enfermedad aguda o crónica; desnutrición relacionada con la enfermedad sin inflamación; y desnutrición sin enfermedad, resultante de la inanición o factores psicológicos.

Qué importancia tiene la desnutrición en un paciente con otra enfermedad

Una aclaración, son muchas las personas, los hijos, nietos familiares que viven con una persona padeciendo de desnutrición de algún grado  severidad. Se estima que más del 50% de hogares en que vive una persona mayor no se dan cuenta de su estado, ni la misma persona.

La Desnutrición afecta negativamente a los pacientes al disminuir la calidad de vida, en el caso de los centros asistenciales: prolonga la duración de la estancia hospitalaria, causa deterioro funcional  y aumenta la incidencia de comorbilidades como infecciones y la mortalidad. Además, los efectos relacionados con la desnutrición son una carga económica en el sistema de salud, si la desnutrición no se identifica y se trata de forma oportuna y adecuada. Se estima entre el 31-34% el costo que tiene de sobrecarga económica el manejo del paciente  con desnutrición en pacientes hospitalizados. Esto resalta aún más la necesidad de un cribado, diagnóstico y tratamiento tempranos y consistentes de los pacientes en riesgo o que ya manifiestan desnutrición, y una comprensión de las herramientas utilizadas para identificar la desnutrición.

Y qué hacen en los hospitales

Desafortunadamente la mayoría de ellos no maneja adecuadamente ni el diagnóstico de estado nutricional del adulto ni el tratamiento. Respecto al diagnóstico  En el ámbito hospitalario, una de las herramientas validadas que se utilizan para evaluar a los pacientes con riesgo de desnutrición es el Nutritional Risk Screening 2002 (NRS). El NRS analiza el estado nutricional, la gravedad de la enfermedad y la edad del paciente. El estado nutricional se basa en la información relacionada con la nutrición obtenida de las entrevistas con los pacientes y / o el peso o el índice de masa corporal (IMC) del paciente. El sistema de puntuación para la gravedad de la enfermedad se creó sobre la base de qué tan bien mejoraron los resultados de los pacientes con ciertos diagnósticos como respuesta al cumplimiento de las necesidades calóricas y proteicas diarias con apoyo nutricional. Se ha establecido que una puntuación NRS más alta de deterioro, está fuertemente asociada con una estancia hospitalaria más larga, un mayor número de complicaciones, mayor morbilidad, aumento de la mortalidad y aumento de los costos hospitalarios.

No se puede decir que la desnutrición en el adulto es un fenómeno que viaja sola y consecuencia de falta de acceso a los alimentos no Sin embargo, dado que el NRS abarca la gravedad de la enfermedad de un paciente, podría resultar difícil determinar en qué grado la enfermedad en sí, independientemente del estado nutricional del paciente, es responsable de la asociación mencionada anteriormente entre los puntajes NRS y las estancias. El NRS ha sido bien validado, pero solo unos pocos estudios han analizado sus dos componentes, a saber, el puntaje nutricional (NS) y el puntaje de gravedad de la enfermedad (SDS), por separado en relación con el resultado clínico. En muchas enfermedades ambas situaciones gravedad de la enfermedad y estado nutricional se asocian y se agravan entre si: se produce un ciclo vicioso entre ambas.

Vigilando situaciones

Bueno creo que la voz de alarma al nivel del hogar la dan dos situaciones: Pérdida de peso > 5% en 3 meses; entre más rápido sea la pérdida de peso, más podemos sospechar que existe otra enfermedad y que ambas situaciones: estado nutricional y enfermedad están caminando de la mano. El otro fenómeno es una ingesta de alimentos por debajo de los requerimientos normales en la semana anterior a una consulta médica sin aparente limitación en el acceso. El Cada vez como menos en mis tiempos de comida.

Resumen

La asociación entre desnutrición y mala y escasa supervivencia, se ha establecido para varias enfermedades diferentes y, en particular, para los trastornos malignos y la insuficiencia orgánica crónica como diabetes y enfermedades cardiovasculares.

La causa de la desnutrición suele ser multifactorial, incluidos los efectos metabólicos de la enfermedad subyacente y la reducción de la ingesta nutricional. Existe evidencia de que factores adicionales como la edad avanzada, la polifarmacia y el nivel educativo del paciente o la situación de vida pueden incrementar el riesgo general de desarrollar déficits nutricionales. La prevalencia de la desnutrición también parece depender del sistema de salud y de la situación económica del país.

Es pues importante considerar que no todas las enfermedades se asocian de igual manera con un estado nutricional pero en general entre más severa o grave es una enfermedad, más dura más se asocia con un estado nutricional más deteriorado. Un buen soporte nutricional sirve de ayuda para luchar mejor con la enfermedad.

Los factores principales de riesgo de desnutrición hospitalaria o en pacientes ambulatorios con enfermedad crónica se pueden identificar tres factores de riesgo independientes: edad avanzada, enfermedad maligna y uso de medicamentos múltiple.

Ha sido altamente demostrado que la desnutrición tiene un impacto en la convalecencia, las complicaciones de la enfermedad y la mortalidad.

El paciente y las personas responsables de su cuidado deben ser proactivas en el cuidado nutricional de su paciente pues a pesar del conocido impacto médico y económico de la desnutrición, se sabe por estudios previos y eso en todo el mundo, que la desnutrición en los pacientes hospitalizados es frecuentemente subestimada por el personal médico y que incluso procedimientos de diagnóstico simples como la medición del peso corporal no se realizan en un número relevante de pacientes. Ayude en su paciente a que se corrija eso.

Especialmente en pacientes de edad avanzada, aun sin manifestaciones de enfermedad alguna, la evaluación del estado nutricional puede detectar déficits nutricionales en una etapa más temprana y se debe iniciar el soporte nutricional para optimizar el resultado clínico de estos pacientes en caso de que enfermen.

Recuerde: La desnutrición en la tercera edad ya sea en el hogar o en el entorno hospitalario puede desarrollarse como consecuencia de una ingesta insuficiente de nutrientes, una absorción deficiente o pérdida de nutrientes debido a una enfermedad o trauma, o un aumento de las demandas metabólicas durante la enfermedad.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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