Algunas ciudades han resurgido de las cenizas después de una guerra, como Varsovia, Nuremberg o Manila. Este no fue el caso de Detroit, en Michigan, EE. UU., pues su renovación surgió después de declararse en bancarrota en 2013.
La recuperación fue rápida. Hacia finales de 2014 había terminado esta crisis con la ayuda de algunos inversionistas, las empresas comenzaron a mover sus negocios de vuelta al centro de Detroit. Particularmente, gracias a la compañía Bedrock, de Dan Gilbert, quien invirtió millones de dólares en renovar algunos de los edificios más grandes y reducir la fuerza laboral.
Tres años después, la población había aumentado un tercio y las empresas se estaban mudando al centro de la ciudad, al igual que los jóvenes “millennials”. Más del 60% de los residentes estaban en las edades de 19 a 34 años, lo que permitió la creación de incubadoras de empleo para este segmento de población.
La transformación de Detroit va de la mano con una visión ecológica amplia, pues la ciudad forma parte de la Red de Distritos 2030, instancia global que agrupa a más de 20 ciudades y distritos de construcción prósperos, de alto rendimiento, transformación del entorno de construcción que se adapta a la mitigación del cambio climático.
El concepto reside en crear distritos de edificios de alto rendimiento, a través de la reducción de impactos ambientales en la construcción y las operaciones de edificios. Esta práctica aumenta el retorno de la inversión de los propietarios y promueve el desarrollo económico en la comunidad.
Esta es parte de la charla ofrecida por Connie Lilley, directora del Distrito 2030 de Detroit, como parte del Programa de Cambio Climático del Departamento de Estado de Estados Unidos.
EL DESAFÍO ENERGÉTICO DE DETROIT
¿Imagina una batalla entre edificios destinada a premiar al que ahorre más energía? Esta es parte de las iniciativas que se logran en la ciudad de Detroit, en donde los propietarios de edificios compiten por reducir energía respecto del año anterior. Este año se han inscrito 68 edificios, con un total de 10 millones, 970 mil 096 pies cuadrados de construcción, de acuerdo al sitio michiganbattleofthebuildings.org
“Alrededor del 63% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de los edificios. El resto de los automóviles y la construcción, afirma la directora del Distrito 2030.
Esta ha sido parte de la lucha de Lilley desde 2016, quien ha logrado introducir 35 millones de pies cuadrados de espacio comercial al programa, 40 socios interesados y 40 empresas financistas.
Pero ¿qué son los Distritos 2030? Todo surgió del programa 2030 Architecture Challenge, a iniciativa del arquitecto Ed Mazria, quien dijo: “voy a desafiar a los arquitectos a construir mejor y voy a desafiarlos a renovarlos mejor para reducir el consumo de energía y agua, así como las emisiones de gases de efecto invernadero hacia y desde sus edificios”.
El desafío arquitectónico comenzó a extenderse por todo el país. Luego otro arquitecto dijo: no tomemos un edificio, tomemos una ciudad entera.
Así la iniciativa creció para educar a estos profesionales, trabajar juntos; reunir a los demás profesionales de la construcción, propietarios para buscar hacer las cosas bien. Fue así como tomaron una ciudad entera y Seattle fue el primer modelo.
Se creó una asociación público-privada en donde las empresas ayudan a impulsar este programa. De manera que el programa es gratuito para los propietarios y gerentes de edificios, y las partes interesadas profesionales pagan por pertenecer. Y tercero, organizaciones sin fines de lucro. Esto complementa tres tipos de miembros, explica Lilley.
Además, reciben financiamiento por el Estado de Michigan y han solicitado subvenciones del Departamento de Energía.
AIRE LIMPIO
En un principio, cuando comenzó este esfuerzo, se buscaba reducir el consumo de energía y agua en un 50 por ciento para 2030; o en el caso de construir un nuevo edificio, que fuera neutro en carbono para 2030. Puesto que el 2030 no está lejos, básicamente el objetivo es tratar de tomar toda una ciudad de edificios y crear una atmósfera libre de carbono dentro de estos, así como fuera, lo que implica emisiones de transporte.
Actualmente hay 200 inmuebles en el programa. La forma de medir esto es registrar los datos de todos los edificios y luego se monitorea con el nivel de emisiones en la ciudad, a través de Energy Star Portfolio Manager.
DETROIT, LA MECA DEL AUTOMÓVIL
La ciudad se ha caracterizado por ser un centro de investigación, desarrollo y fábrica de compañías automotrices, así como para otros tipos de productos. Cuenta con 143 millas cuadradas de tierra (230 km2) en la orilla del río Detroit; y comparte frontera con Canadá, ventaja que les representa un alto flujo económico y creación de empleo.
En el centro de la ciudad cuentan con hasta 37 parques y plazas. A pesar de que es conocida como “la meca del automóvil”, existen iniciativas para convertirla en una ciudad transitable con bicicletas y otros como el People Mover, que es un tren sobre el suelo, y el QLine en Detroit.
Desde 2014 cuentan con 48 desarrollos de edificios importantes y proyectos de reurbanización en el centro de la ciudad o cerca. Cuentan con un área metropolitana con alrededor de cuatro millones de personas en las afueras de la ciudad, y menos de un millón de habitantes en la ciudad.
Desde 2019, la ciudad de Detroit ha emitido hasta 283 permisos de construcción, lo que permite tener una idea del crecimiento urbano.
La orilla del río Detroit fue revitalizada gracias a varias organizaciones sin fines de lucro. Detroit Riverfront Conservancy invirtió más de US$200 millones. Fruto de esto, lograron ser nombrados recientemente por USA Today como el mejor paseo fluvial entre las ciudades nominadas.
Progresos:
• Detroit es la ubicación 23, que suma dos ciudades más en el estado de Michigan: Grand Rapids y Ann Arbor.
• La última ciudad en unirse es Greater Victoria, en Columbia Británica.
• En total el programa abarca 520 millones de pies cuadrados comprometidos.