Amazon está desarrollando una tecnología basada en Inteligencia Artificial (IA) que recupera la voz de personas fallecidas y las reproduce a través de su asistente virtual, Alexa. La compañía ha dado a conocer este trabajo durante la conferencia re:MARS, un evento destinado al aprendizaje automático (machine learning) y a la automatización, donde expuso una demostración de ella.
El encargado de darla a conocer ha sido el ingeniero sénior Rohit Prasad, que ha asegurado que «una de las cosas más sorprendentes de Alexa es la relación de compañerismo que tenemos con ella». Prasad ha insistido en que «en esta relación de compañerismo los atributos humanos de empatía y afecto son clave para generar confianza» y que estos han adquirido relevancia a raíz de la pandemia.
«Muchos de nosotros hemos perdido a un ser querido y, aunque la IA no puede eliminar el dolor de la pérdida, sí puede hacer que sus recuerdos perduren», ha señalado. Entonces, ha expuesto un caso en el que un niño que le pregunta a Alexa si su abuela puede terminar de leerle ‘El mago de Oz’. Tras recibir el ‘Okey’ por parte del asistente, se puede escuchar la narración de una parte de este libro con una voz femenina diferente.
Durante la presentación, #Alexa fue capaz de replicar una voz con tal fidelidad que sorprendió al público 🔊 https://t.co/ljwUwi4hBs
— unocero.com (@unocero) June 23, 2022
El directivo ha subrayado que este invento ha requerido que los desarrolladores de Amazon aprendieran a «producir una voz de alta calidad con menos de un minuto de grabación frente a horas de grabación en el estudio». Y ha adelantado que, para poder trabajar en ello, se han centrado en esta habilidad como una tarea de conversión de voz en lugar de generar esa voz.
Prasad no ha indicado cuándo esta tecnología estará disponible, aunque ha insistido en que, por el momento, la compañía está trabajando en ella.
Esta no es la primera vez que una compañía grande trabaja en un sistema de estas características para que los usuarios puedan conversar con personas fallecidas. Microsoft, por ejemplo, registró el pasado año una patente diseñada para crear chatbots que permitieran poder establecer estas conversaciones, basándose en contenido consistente en imágenes, grabaciones de voz o publicaciones en redes sociales.
Tras verse envuelta en una polémica y tras recibir críticas que apuntaban a que este sistema era «perturbador», Microsoft confirmó que no tenía planes para producir este producto.