Es innegable que los hechos delictivos pueden llegar a protagonizar la dinámica social, lastimando profundamente a miles de personas y afectando directamente a una sociedad, por lo que investigar adecuadamente estos actos facilita encontrar justicia, dignificar a las víctimas y contribuir al mejoramiento del proceso penal.
Por esta razón, la ciencia de la criminalística desempeña un papel fundamental dentro del campo de la investigación criminal. Sin embargo, esta disciplina necesita de la tecnología como aliada para afianzar sus resultados y a la vez, de personas capacitadas con los métodos de estudio más actualizados en el campo.
Es por ello, que cada vez hay más jóvenes interesados en estudiar y especializarse en investigación criminal, motivados por contribuir al mejoramiento del Sistema Judicial. En Guatemala, la Universidad Da Vinci (UDV) destaca como una de las entidades académicas de nivel superior por otorgar a sus estudiantes una de las carreras técnicas más completas.
Debemos de entender que al ser la tecnología la unificadora de todas las habilidades, métodos y procesos para obtener un logro, los saberes interdisciplinarios y acciones sistemáticas integradas para llegar una verdad requieren de un amplio conocimiento y especialización de los gestores de justicia.
Bajo ese contexto, recae la importancia de su estudio en una universidad, ya que, para obtener una averiguación más rápida, eficaz e innegable, es necesario dominar las herramientas tecnológicas fundamentales en una investigación criminal.
Los primeros acercamientos entre ambas ciencias lograron desarrollar métodos más certeros, por ejemplo, la identificación personal basada en la huella dactilar. Además, también destacan herramientas como:
La utilización de cámaras para captar una magnificación de indicios que colaboran a la investigación, por el lado de la bioquímica, el ADN ha aportado a la humanidad mejores esclarecimientos al poder probar delitos como homicidios, violaciones, desapariciones forzadas, entre otros.
Por el lado de la tecnología de la informática, el Sistema Integrado de Identificación Balística (IBIS), captura imágenes digitales de las marcas microscópicas únicas presentes en las balas y los casquillos, extrayendo una firma electrónica, que se coteja con las imágenes que ya figuran en la base de datos.
Permitiendo encontrar coincidencias entre uno o varios delitos, así como entre el arma de un sospechoso y un delito cometido con anterioridad, también existe la infografía forense, una técnica que se encarga a la reconstrucción tridimensional de la escena del delito.
Dichas herramientas, forman parte del conjunto de cursos especializados que la Universidad Da Vinci ofrece a quién desee incorporar la tecnología para continuar aportando a la modernización y a un cambio profundo en las formas de trabajo de los criminólogos y criminalísticas, de allí su importancia en el campo laboral guatemalteco.
El novedoso programa de estudios para la carrera técnica de Criminología y Criminalística se imparte de forma semestral con sede en el Campus de Guatemala y Campus de Huehuetenango de la UDV y tiene una duración de 2 años en los que los estudiantes aprenderán, desde derecho y psicología forense, hasta medicina, fotografía y dactiloscopia forense.
Contenido desarrollado con base a un artículo elaborado por Doctor José Andrés Reyes Facultad de Criminología y Criminalística de la Universidad Da Vinci de Guatemala