Oscar Clemente Marroquín

ocmarroq@lahora.gt

28 de diciembre de 1949. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Periodista y columnista de opinión con más de cincuenta años de ejercicio habiéndome iniciado en La Hora Dominical. Enemigo por herencia de toda forma de dictadura y ahora comprometido para luchar contra la dictadura de la corrupción que empobrece y lastima a los guatemaltecos más necesitados, con el deseo de heredar un país distinto a mis 15 nietos.

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El Washington Post publicó una nota sobre la reunión que tuvo la Vicepresidenta Kamala Harris con funcionarios de la Casa Blanca y del Departamento de Estado para abordar el tema de la migración que le encomendó el Presidente Biden y señala que el tema de la corrupción salió a relucir como una de las causas esenciales de la situación que obliga a miles de personas del llamado Triángulo Norte a buscar en Estados Unidos las oportunidades de subsistencia que no encuentran en sus propios países. La nota del referido diario dice, citando a Juan González, que ella preguntó “¿Cómo se define la corrupción? ¿Están hablando de corrupción gubernamental? ¿Están hablando de corrupción del sector privado? ¿Están hablando de instituciones?

El diario no dice qué le respondieron a la señora Harris, pero obviamente la respuesta debió ser que al definir la corrupción en estos países se está hablando de las tres cosas (All of the Above) porque hay enorme corrupción gubernamental, enorme corrupción del sector privado y las instituciones fueron cooptadas por los acuerdos entre el sector gubernamental y el sector privado para aprovechar en su propio beneficio los recursos que debieran servir para la inversión pública. Una lectura del artículo de The Economist en el último número, sobre cómo está menguando el poder de las dinastías en Centroamérica, en el que explican que los oligarcas no son rivales ante los demagogos y los capos de la droga, sirve para entender esa peculiar relación que ha habido en la región entre gobierno y sector privado y que ahora está en riesgo porque el crimen organizado adquiere más poder.

Salta a la vista la formación de Harris. Como ex Fiscal General de la ciudad de San Francisco y luego del Estado de California, entiende el problema y por eso pregunta. Pero sobre todo llama la atención su pregunta sobre las instituciones, puesto que son las llamadas a actuar para contener la corrupción, razón por la cual en Guatemala han sido controladas por quienes se dedican a la corrupción. La Contraloría de Cuentas y el Ministerio Público son piezas clave, como se demostró durante la existencia de la CICIG, en el combate a la corrupción, pero la lección fue bien aprendida y por ello la necesidad de rescatar para la causa de la impunidad al MP con una Fiscal General dispuesta a eso y más.

No eran preguntas cándidas sino precisamente planteadas para profundizar en el problema de los países centroamericanos, los del Triángulo Norte, en los que ella centrará su atención porque son, al día de hoy, los que mayor cantidad de migración generan. Y entre ellos no es casual que Guatemala sea el principal exportador, no sólo porque la población es mayor, sino porque el deterioro de las condiciones de vida se acelera en vez de reducirse, debido a que el Estado y la sociedad misma perdieron el norte y se pusieron a trabajar específicamente para beneficio de quienes operan en la corrupción.

Harris, con sus preguntas, dio en el clavo y muestra que entiende bien el fenómeno desde su perspectiva, no de Senadora, sino desde la de ex Fiscal en California.

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