Jorge Manuel Beteta

post author

Jorge Beteta

Guatemala es mi país. Guatemala corre por mi sangre. Guatemala es la cuna de mis risas, de mis primeros pasos, de mis metas y objetivos. Pero mi Guatemala ha sido capturada. ¿Cuánto más nos quedaremos viendo cómo nos vemos inmersos en una involución social, económica y política? Estamos entre una pasividad vergonzosa o un extremismo totalitario. Parece ser que en nuestro país, no hay cabida para tonos grises. La polarización ha sido la herramienta que los mayores traidores han aprovechado para usurpar e ultrajar nuestro país. ¿Cuánto más? Estamos a casi 175 días de que se firmara nuestra no independencia. A casi 175 de conmemorar un paso que debió ser la guía para nuestra incipiente nación, pero fue aprovechada en un Plan Pacífico de Independencia, siendo los primeros pasos de una asquerosa tradición y linaje de corruptos, que hoy manchan a nuestra Guatemala. Sin embargo, no podemos desfallecer. Hoy, cuando esté leyendo esto estimado lector, examine su actuar. Nada debe responderme, ni a su vecino, ni a nadie más que usted: ¿Actúo conforme lo que exijo? Seriamente debemos comenzar a cuestionar nuestro actuar. Definitivamente debemos de dejar de justificar las pequeñas acciones sucias, diciendo que hubo otros que robaron menos. Debemos comenzar a ser congruentes. Debemos comenzar a dejar a un lado la izquierda y la derecha, y darnos cuenta que el único camino que deberíamos seguir es Guatemala. Al final, tanto si nos dicen zurdos o diestros. Tenemos que unir fuerzas cuando el enemigo común nos amenaza a todos. En palabras de Emiliano Zapata: “Si no hay justicia para el pueblo, que no haya paz para el gobierno”. ¿Qué nos hace pensar que las cosas pueden cambiar sin hacer nada? ¿Cuánto más vamos a seguir esperando a que alguien más haga el cambio? No podemos seguir dependiendo de países amigos que nos den las medicinas para nuestras enfermedades. No podemos seguir esperando que esos vendepatrias que se alimentan a costillas del pueblo flaco, nos saquen de la miseria. Ya no podemos seguir esperando. Debemos razonar, entender y actuar. No debemos depender de nadie más que nosotros mismos y debemos exigir un gobierno que no admita corrupción. No más Corrupción. Guatemala, nunca más.

Artículo anteriorExpatrulleros enfrentarán juicio por crímenes cometidos contra 36 mujeres Achí
Artículo siguienteLa verdad del odio imperialista a Cuba