Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
“No creo en la sabiduría colectiva de la ignorancia individual.” Thomas Carlyle

Nuestra sociedad, se caracteriza en su gran mayoría por no ser beligerante, históricamente son pocos los personajes que se han pronunciado contra los poderes reales, en su gran mayoría nos hemos adaptado a los hechos creados, y de ahí que existan estructuras en todos los estratos, que bajo la mesa o sobre la mesa son los titiriteros que mueven a su antojo y para su beneficio a masas, entre las que se encuentran a quienes pretenden obtener un beneficio personal, consistente en prebendas a largo plazo, y otros que se conforman con un plato de frijoles con longaniza.

Todos los gremios se encuentran permeados por estas estructuras, unos más que otros, y por lo mismo, unos son más visibles que otros, es una preocupación sentida que quienes deberían representar la intelectualidad, sean parte de los que como borregos guiados por x pastor, lleguen a beber agua, y decidir el rumbo del país, el voto consiente se le solicita a la ciudadanía en general, pero los principales responsables de ejercerlo no analizan el sentir de su voto, votan cual rebaño siguiendo a un dirigente que no es el que cumplirá con las promesas de campaña, y al dirigente que los “guía” tampoco les cumplirán promesas de campaña, son tantos los profesionales de los diferentes gremios que no alcanza para tantos el “beneficio”.

La sociedad en general está permeada por los espejitos, sin embargo, hasta cierta forma se entiende que a nivel nacional que se emita un voto emocional no racional, porque la mayoría de los votantes desconocen por quien votan, como ejercicio en varias ocasiones he preguntado a los campesinos el nombre del Presidente, y lo desconocen, y se entiende asumiendo que de acuerdo a un estudio realizado por la Fundación Castillo Love “El índice de analfabetismo es del 18.5%, equivalente a un 2.3 millones de guatemaltecos que no saben leer ni escribir.” Se entiende que quien ni sabe leer y escribir no sepa quien dirige el gobierno, sumado a lo anterior el analfabetismo funcional (Personas que saben leer, pero no leen) el que es un elevado porcentaje.

Se puede llegar a comprender que a las personas que no saben leer y escribir, y a los que sabiéndolo no lo practican, se les pueda engañar con espejitos (Cualquier tipo de prebenda) Pero a profesionales es inadmisible, sin embargo, nos encontramos ante un fenómeno de suyo cuestionable, porque se ha demostrado que muchas veces el titulo no hace a la persona más racional, no le proporciona conciencia social, al igual que el que no sabe leer, no cuestiona ni indaga que es lo mejor para el país, va a donde van los demás, sin cuestionarse el resultado de su voto, un voto es eso uno voto, pero que importante es cuando se suma a los demás.

Esta semana los profesionales del Derecho, nos enfrentamos a dos votaciones importantes para la población en general, si, la población en general, porque de la decisión de nosotros como gremio depende mucho del futuro del país, y debemos ser reflexivos sobre lo que significa nuestro voto en el gran esquema del contexto nacional, pregunto ¿Sumará más el borreguismo o la conciencia individual? Porque no estamos solos en la sociedad, y el resultado de nuestra decisión colectiva impactará de alguna forma en la sociedad en general, directa o indirectamente.

Como Sancarlista de formación y de corazón, además del elegir a las autoridades gremiales, elegiremos a nuestros representantes ante Junta Directiva de la Facultad, así como ante el CSU, y la Decanatura, derivado de lo anterior de nuestro voto depende el futuro de la USAC, y de la Facultad, llamo desde esta tribuna al voto, no debemos dejar de votar, pero un voto consciente y racional pensando en la Facultad, la Universidad y la Sociedad en general.

A la sociedad, a la que le debemos el título que ostentamos, la tenemos que enfrentar como gremio y en lo individual, si como resultado de nuestro voto las autoridades que elegimos son cuestionadas, cuando leamos que se dirigen a nosotros increpándonos por las decisiones de las autoridades que elegimos, tendremos que pedir disculpas, si algo de conciencia nos queda.

El titulo que ostentamos los Sancarlistas tiene especialmente dos componentes, uno el nuestro por el esfuerzo de haber logrado una meta académica, y el otro se lo debemos a la sociedad que con sus tributos a pagado todo nuestro recorrido para obtenerlo.

La conciencia social se tiene esculpida en el fondo de la razón no del corazón.

licgla@yahoo.es

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