Flaminio Bonilla

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Flaminio Bonilla Valdizón
flamabonilla@gmail.com

Para ser una prensa independiente y libre, debe tener un sistema democrático para lograr mantenerse en pie, debe existir y respetarse la Libertad de expresión y de información para enterar al público de todo cuanto sucede. En esta tarea de todos los días, los actores principales son hombres y mujeres, que llevan a los medios de comunicación, escritos, radiales, televisivos, redes sociales o digitales a través de Internet, son los hechos más sobresalientes del acontecer nacional e internacional, los comentarios, los juicios y las críticas a los más importantes asuntos y problemas de la vida del hombre en sociedad. Para ser periodista debe tener un código deontológico y para tener ética y especialmente su profesión para ejercicio para estos medios. Para ser columnista requiere ser honesto consigo mismo y con los demás, tener dignidad de conciencia, conducirse con la Verdad, poseer capacidad de análisis y de brevedad y alcanzar la excelencia espiritual en su vida profesional. Un periodista debe ser íntegro y exacto, e informar al público con claridad y veracidad, desterrando el apasionamiento en la noticia, privando únicamente en ella, la objetividad.

Un periodista debe ser juicioso, analítico y certero en el comentario. La comunidad deposita su confianza en las opiniones de los hombres de prensa y por ello la tarea de los articulistas y comentaristas en los medios de prensa debe dirigirse a consignar sus impresiones, basándose en su mejor criterio y entendimiento, aún y cuando sus análisis y críticas no satisfagan a todos quienes les escuchan y leen. Una línea editorial de un medio de comunicación, la misma debe ser autónoma, juiciosa, justa y constructiva, que su política editorial sea total y completamente independiente. Una línea editorial responsable y seria, abierta a todas las corrientes de pensamiento y acción y que propicie la confrontación dialéctica de ideas. Y los editoriales deben ser concisos, concretos, claros y muchas veces denunciatorios. Decirse la verdad totalmente, utilizando la absoluta franqueza. Jamás deben ver la luz editoriales débiles, flojos y ásperos que nacidos para quedar bien con todos. Debe utilizarse el esplendor de la verdad, el valor de la Justicia, el uso correcto de la Libertad, la concisión en el análisis y no la verbosidad, la confusión y la parcialidad. Cualesquiera medios de comunicación deben ser el reflejo de su comunidad y como tal constituirse en un testimonio para la historia, del acontecer positivo o negativo de esa colectividad social.

En la Escuela de Derecho de la Universidad de San Carlos, aquellos años 1969 nuestra juventud existencialista con nuestra afinidad socialista, fueron aquellos “patojos” de la prensa universitaria; queríamos un medio de divulgación con principios de intelectuales jóvenes de Derecho y fueron estos: “El Derecho”, Periódico Órgano de Divulgación de “Asociación de Estudiantes de Derecho” de la USAC, y “El Universitario” sus: Director: Ángel Manuel de J. Cuéllar; Subdirector: Héctor Adolfo Cifuentes Mendoza; Jefe de Redacción: Salvador Búcaro Hurtarte y Gerente: Edgar A. Marroquín Vélez. Mis primeros columnas y mis poemas, están allí para estar en pie y empezar a querer soltar una persona dedicados a la prensa, entonces unos “cuates”, arrancar a caminar un novato y bisoño, tuve mis “pinitos”; primero poema en -El Universitario- fue “Mártir y Santos” el noviembre de 1969; luego mi columna “Guatemala, País de Violencia” el febrero de 1970 y con mi poema “Seguiré Buscando”, luego mi columna del abril de 1970, “Triste realidad de nuestros pueblos”, mi columna “No los olvidaré nunca” -El Universitario- del mayo de 1970 y muchos más; y luego en “El Derecho” de AED, mi columna “El imperialismo Yanki es la causa de la Violación, dijo Julio L. Soler G., universitario Argentino” en septiembre de 1970. Luego en “EVOCACIÓN” -Revista de los escritores- el abril-mayo de 1970; también en -El Imparcial- Nuevas voces líricas. –La Nación- el 23 de mayo de 1970; -La Hora- , el 2 de mayo de 1970; -Impacto- el 21 de abril de 1970, y luego muchas más.

Cuando vine a la Universidad, desde que fui a la Escuela de Derecho, cuando tenía 17 años, me cautivo ser jurista, político y escritor. Ahora que tengo 70 años, soy abogado, soy político y autor. Hecho varios Ensayos de política, sociología y literatura; tengo un libro editado y por dos libros no terminados; uno con el tema “ANATOCISMO. Implementación que vulnera a los usuarios del sistema financiero guatemalteco. Breves consideraciones”, y otro libro “Yo también subí a la montaña”. -Biografía de una guerrillera-, como tema en la Guerra de los 36 años en Guatemala. Los terminaré esos libros unos en 2 y 3 de años, que nuestro Dios que me tenga en vida.

El 31 de enero de 1991, empecé una columna en la prensa nacional, primero con “Siglo XXI, hasta los días 11 y 17 de septiembre de 1991. Tengo en varias épocas desde que estoy con “La Hora”, con mi columna “sin esconder la mano”. En este vespertino estuve un tiempo sin columnas, ello hube dejar de publicar por seria amenazas a mi familia. Casi seis años sin colaboración de nada, ni política, ni mis prosas o poemas, ni ensayos. Luego creo que mis columnas fueron: 3 de junio, 16 de junio, 20 de junio, 26 de junio y hasta el 4 de julio de 2015, porque el 14 de julio de 2015, tuve un cerebral que provocó un derrame en el hemisferio cerebral izquierdo que controla el habla que ocasiona AFASIA, por ello no puedo hablar mucho pero siempre necesito mis sentimientos, mis palabras y mis columnas. Por eso fue durante pequeños o largos años varios períodos, pero siempre tengo la calidez y mucha solidaridad en las páginas, y otra más empecé con el 2 de julio de 2020 de nuevo con mis amigos de “La Hora”.

Por eso me gusta ser columnista y con algunas tener virtudes, y apoyo de un pilar de la prensa, un diario o de un medio de comunicación social, por ello se magnifican y alcanzan mayores estaturas, cuando la tarea de ser periodista debe desarrollarse en un País como el nuestro, en donde por décadas se nos negó la voz y la palabra. Se arremetió, atropelló y asesinó a muchos que con valor, patriotismo y entereza criticaron con energía y veracidad un sistema social y político totalmente discriminatorio, injusto e inhumano, para tratar de acallar el pensamiento.

Las anteriores líneas porque el 31 de enero de 2021 mi aniversario de “TREINTA AÑOS DE SER COLUMNISTA” con mi columna “sin esconder la mano”. Me siento totalmente comprometido a seguir luchar por la Verdad, la Libertad y la Justicia, rechazando sátrapas, traidores, corruptos y dictadores. Que sirvan de prefacio decirles a mis camaradas y compañeros, reconocimiento que formulo hacia LA HORA, sus propietarios, sus Directores, sus editores y todos amigos, con su verticalidad como un genuino medio de expresión, especialmente a mi amigo y colega Óscar Clemente Marroquín Godoy, su hijo el Director otro colega Pedro Pablo Marroquín Pérez; al fundador don Clemente Marroquín Rojas, la pluma tal vez más brillante que seguramente ha tenido en América con su valentía y don Oscar Marroquín Rojas. Porque este vespertino ha sido “Tribuna y no Mostrador”, por ello “La Hora” es “Trinchera del diarismo nacional”.

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