Flaminio Bonilla Valdizón
flamabonilla@gmail.com
II) En cuanto a lo poco que se ha dicho de querer estrenar en Guatemala ideas o sistemas PARLAMENTARISTAS, tomando seguramente modelos europeos de muy larga tradición y ejercicio, creo que sería un gravísimo error siguiera intentar esas mezclas o injertos extraños en nuestro País por las siguientes razones, cada una de los cuales por sí solo podría motivar largas discusiones y debates, en diferentes sectores y en todo tipo de organizaciones políticas, sindicales, gremiales, periodísticos, académicas, para lo cual de previo habría que promover y organizar todo tipo de foros, paneles, talleres, seminarios etc., etc., con amplísima participación, yendo despacio, sin precipitaciones de ninguna clase. Vemos esas razones, que no descartan la posibilidad de que sean más, tal vez muchos más: a) Se dijo hace algunos años, bastantes ya, Alfonso Cabrera Hidalgo era el que indudables intereses políticos que le rindieran dividendos personales, patrocinaba la idea de ese trasplante Parlamentarista, no suficientemente expuesto, dicho, ni mucho menos convenientemente esclarecido. b) Guatemala y prácticamente toda la población, debiendo considerar y respetar en todo momento la formación cultural y pluralistas-étnica; NO tenemos ningún conocimiento amplio ni de la institución política PARLAMENTARIA ni del esquema “chapín” que pudiera pretenderse implantar en nuestro medio. c) Si nuestra población carece de conocimiento e información y mucho menos pormenorizada, clara e inteligible de lo que es o significa o constituye el sistema político del PARLAMENTARISMO, lógico y elemental es deducir sin temor a dudas, que los guatemaltecos vemos incongruente con nuestro sistema político tradicional y con nuestra idiosincrasia, el trasplante que del viejo continente quisiera hacerse a nuestros subdesarrollados países. Somos una República con un solo cuerpo legislador que es el Congreso de la República (antes Asamblea Legislativa), con un régimen presidencialista, es decir, tenemos un Presidente que lo es el Jefe del Organismo Ejecutivo, Jefe del Estado, que representa al Unidad Nacional y los intereses del pueblo y tiene atribuciones muy bien definidas en la Constitución. Siempre había sido así aunque ahora tenemos el adelanto y progreso de otras instituciones como es la Corte de Constitucionalidad (CC), tribunal colegiado independiente de los otros organismos del Estado, establecido para defender el orden constitucional en todo momento, como muy bien lo supo hacer el 25 de mayo de 1993 parando en seco y poniendo en su lugar al auto-golpista Serrano Elías. Nosotros conocemos nuestro sistema SEMIPARLAMENTARIO, de un solo cuerpo legislador, ajenos a Dos Cámaras pero no tiene nada de atraer la idea de acometer este audaz cambio constitucional, que no nos garantiza nada sino quizá únicamente a los políticos inescrupulosos que desean ampliar su esfera de acción, para hundirnos más el Burocratismo que ya nos asfixia y que es un pesadísimo lastre que a título de presupuesto de funcionamiento consume más casi del 80% algo así, del inflado Presupuesto General Ingreso y Egresos de la Nación. d) El PARLAMENTARIOS según los patrones del europeo, si es fuerza la idea para trasplantarlo a Guatemala, tan lejos de nuestra idiosincrasia solo aumentaría el desorden político. En Europa se dan grandes crisis de poder en el Gobierno muchas veces se desestabiliza por las presiones y obstrucciones.
III) Yo creo que lo adecuado es discutir cualquier idea renovadora y en tender y depurar, pero en cuanto a lo que hay que hacer en Guatemala es participación y Fortalecer Este Sistema Democrático, porque después de 36 años es incipiente, diríamos que endeble. Nunca ha habido suficiente ejercicio democrático, como para que las generaciones que se suceden unos a otras, se imbuyan u concientizan y se llegue a tener una AMPLIA CULTURA DEMOCRÁTICA, que se enseñe y practique en todos los niveles y en todos partes. Nuestra historia está plagada de dictaduras y si pues no ha habido mayor oportunidad de aprender lo que es Democracia. Por esos los que creemos y sentimos ser intelectuales y pensadores necesitados más revolucionarios democráticos, consecuentes y propositivos. Hombres y mujeres de este País, debemos posibilidad con actitud de izquierda democrática. Queremos otro 1944 al 1954 en esta tierra del Quetzal.