Walter Juárez Estrada
El pueblo se ha unido pidiendo la renuncia del presidente, la depuración del congreso, la reorganización del gabinete, la erradicación de la violencia y la corrupción. Alejandro Giammattei, ha recurrido a las acciones del pasado, con la denuncia “de un supuesto golpe de estado”, y así lo denunció a la misión internacional de la OEA, que no se pronunció. Sin embargo, es preocupante que un político de la talla del gobernante recurra a acciones espurias, como son: mezclar en las protestas, a vándalos que se han dado la tarea de destruir parcialmente las instalaciones del Palacio Legislativo, y otras acciones que solo pueden atribuirse a antisociales resentidos.
El detonante de estas manifestaciones organizadas por universitarios, movimientos sociales, agrupaciones indígenas y de ciudadanos sin credos políticos, han sido puntuales y han dado la cara, los cuales no se han protegido con la sombrilla del gobierno. Los infiltrados en las protestas sabatinas, han retado a la fuerza pública e incluso arremetiéndola contra esta, lanzándole proyectiles, que obligó a la policía a usar la fuerza con bombas lacrimógenas que desafortunadamente, en las protestas del sábado 21 de Noviembre, artefactos golpearon severamente a dos manifestantes que perdieron el ojo de izquierdo.
A las acciones violentas de ese sábado trágico, que dañó el Palacio legislativo 7 fiscalías del MP, investigan la identidad de los que incursionaron en el edificio de la 9ª, avenida. Y es aquí, donde el MP, debe hacer una investigación científica y objetiva para despejar las dudas sobre quiénes son los autores intelectuales y materiales de los daños en las plazas públicas y quemar un bus un transporte municipal, usando bombas molotov. Los aprehendidos aquél sábado negro del 21 de noviembre, fueron liberados por orden judicial al no demostrarse su vinculación en el enfrentamiento con la fuerza pública.
El presidente Giammattei, debe honrar a quienes votaron por él, en un proceso atípico, y cumplir las promesas ofrecidas. De no hacerlo, estaría burlándose del pueblo, que ahora más que nunca debe estar unido y luchar por la recuperación del país que fue azotado por una pandemia que ha dejado luto y pobreza. Y es ahora que se debe de ayudar a miles de guatemaltecos que por años han vivido en la pobreza y que perdieron todos sus haberes por la furia de los dos huracanes que dañaron departamentos del norte y del occidente.
El mandatario tenía un plan de gobierno que hubo de cambiar el 13 de marzo pasado, al detectarse el primer caso del Covid-19. Es tiempo que Giammattei, ponga atención a las protestas y saber que es el pueblo el que lo puso. Pero si se enconcha en decisiones estériles, las manifestaciones continuarán y su desprestigio, a menos de un año de su gestión, se seguirán desplomando, y tener presente aquél 2015, que con un pueblo unido venció y logró la renuncia de los corruptos Pérez Molina-Baldetti, y aquellos que cooptaron los poderes del estado, y preocupa que ahora su principal aliada, sea Sandra Torres, que se quedó frustrada y sin partido.