Cartas del Lector

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Jesús Abalcázar López
Periodista de la APG. – COLUMNA DE CRISTAL

“Hoy abordaremos el lamentable caso de las Mujeres adúlteras. Por Dios Santo que barbaridad, como pueden faltar a su compromiso de madres, de esposas o de unidas de hecho; como pueden romper el juramento hecho ante el Altar del altísimo, buscando a Dios, y como han podido romper los lasos de la Ley, que las ha unido en Matrimonio o Unión de Hecho o aunque solo estuviera viviendo con su pareja, voluntariamente organizada, por ambos, tanto el hombre y la mujer”.

El asunto más grave, en estos casos, donde se comete el delito de Adulterio, por parte de una mujer, es el imperdonable pecado cometido, al ofender al Espíritu Santo del Señor, como lo señalan los Diez Mandamientos de la Ley de Dios, cuando, claramente establece: ¡ NO FORNICAR ¡ Pensamos, que esto sucede, porque se malinterpreta el libre albedrío que Dios nos concede. La libertad en la toma de las decisiones, no se trata de un derecho para hacer lo que se quiera, “porque conlleva más que todo una responsabilidad”, por todo lo que hacemos. En el caso de la fe cristiana católica, la fornicación es un pecado capital, porque cuando la pareja llega al matrimonio, hace sus votos de fidelidad, ante la autoridad civil y ante el Altar de Dios, lo cual consiste en un juramento inviolable, que conlleva consecuencia penal y lleva a la condenación.

La mujer está llamada a ser la reina de su hogar, porque la mujer fue creada para ser la compañera del hombre y es el regalo más bello y hermoso que Dios le dio para su felicidad. Solo tiene que cumplir un compromiso sagrado que se llama fidelidad. Pero esta fidelidad no se refiere solamente a su esposo o, a su pareja, si están unidos solo por voluntad propia. Pero, también hay que considerar, en alto concepto: “el respeto por sus hijos, por sus padres y por toda la familia… el respeto por sus amigos, compañeros y hermanos en sus creencias religiosas… y ya no digamos, el respeto por la ley, por su comunidad y por la sociedad en general”. Aquí, en este país, decimos, comúnmente, qué, mujer adúltera, es la que se mete con otro hombre, engañando a su pareja. “Mujeres, no ensucien su honra, ustedes son hijas de María y ella las quiere lindas, pero sin las manchas de nuevos pecados, por el infamante delito y pecado por adulterio. AMÉN.”

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