Cartas del Lector

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Walter Juárez Estrada

El Abogado Roberto Molina Barreto, ha sido nombrado por el pleno de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, que, dicho sea de paso, es la Corte Justicia más cuestionada de los últimos años, por favorecer a funcionarios acusados de corrupción. Con más sombras y que luces, el ahora Magistrado, deberá cumplir el periodo de 6 meses para terminar la terminar la gestión de la séptima magistratura de la Corte de Constitucionalidad, que inició Neftaly Aldana, a quién se le declaro vacante el puesto de Magistrado por enfermedad. Molina Barreto, fiel a los intereses que representa intentara imponer su criterio judicial y político adverso a otros magistrados que integran dicha Corte, como lo es la Magistrada Gloria Porras Escobar y Juan Francisco de Matta Vela. Será obligación del pleno de magistrados consensuar sus resoluciones, y cumplir con lo que regula la Constitución y no con la política, tratar de limpiar la imagen “política” que algunos sectores conservadores y de intereses que tienen sobre tan alto organismo constitucional.

Cabe hacer la connotación, que el Molina Barreto, fue compañero de fórmula de la Candidata a Presidente por el partido Valor, Zury Maite Ríos Sosa. Los retos de Molina Barreto son grandes, defender las garantías constitucionales, ser progo y alejarse de intereses políticos e ideológicos en su actuar como Magistrado. Su elección por el pleno de la Corte Suprema, lo precede de tacha como dicen sus adversarios. Al cumplirse el periodo de la magistratura de la Corte, podría ser electo por el ejecutivo, pues es afín a los intereses políticos e ideológicos a grupos de poder fácticos y del presidente Giammattei. Molina Barreto, cuestionó las resoluciones de sus colegas Porras y Mata por defender intereses a los cuales representa, al señalar que cuando se accionó contra éstos, se “auto ampararon”, que él considero que era una violación a la Constitución, pero los señalados se acogieron a lo que regula la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad. Ochoa y sus colegas, han librado una batalla en el pleno, al razonar sus votos al no compartir el criterio de la Presidenta de la Corte de Constitucionalidad.

Molina Barreto tendrá que demostrar que es idóneo y las tachas en su contra deben ser resueltas con apego a derecho. El trabajo de la Corte de Constitucionalidad en los últimos dos años se ha visto empañada, pues se acusa a los referidos magistrados de no ceñirse a lo que regula la Constitución y actuar por intereses políticos y los 6 meses que le queda a la actual magistratura se pondrá a prueba de qué lado están.

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