Edith González

hedithgonzalezm@gmail.com

Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Edith González

“Si las mujeres entendieran”
Jess Browne

Iniciativa de Thomas Oaster, profesor de la Universidad de Missouri-Kansas, y unos amigos, para reconocer la contribución del hombre a la sociedad. Apoyada en 2009 por el Programa Mujeres y Cultura de Paz de la Unesco, por la Organización Panamericana de la Salud y por la Organización Mundial de la Salud.  Busca promover modelos masculinos positivos. Celebrar las contribuciones del hombre a la sociedad, a la familia, al cuidado de los hijos y del medioambiente. Hacer hincapié en la salud y el bienestar de los hombres, física, espiritual y emocional. Mostrar la discriminación contra los hombres en las actitudes y expectativas sociales. Mejorar las relaciones de género y promover la igualdad.

Le invito a meditar  el contenido del  texto que  circuló  en  redes sociales

Si las mujeres entendieran
Si las mujeres entendieran… que los hombres también tienen miedos, pero sin tanto permiso para mostrarlos.

Que hay emoción en el ruido de un motor o en el grito de un gol.

Que valoran mucho más el exceso de sonrisas que tres kilos menos.

Lo abrumador de ser el sostén económico de una familia.

Lo que es tener que ser valiente, poderoso y exitoso a toda hora.

Lo molestas que son las comparaciones con “el marido/novio de”.

La necesidad que tienen de un abrazo que no siempre saben pedir.

Lo difícil que es comprender lo que nunca les han enseñado.

Las lágrimas que no se animan a llorar.

El poder que tenemos sobre ellos.

Que ellos también pasan noches sin dormir.

Que necesitan silencio como nosotras charla.

Que no andan por la vida pensando en cómo lastimarnos.

Que son más débiles de lo que su altura y músculos dirían.

Que sacar lo mejor o peor de ellos está en nuestras manos.

Que piensan y razonan diferente.

Que sienten muy parecido.

Que demuestran sentimientos como pueden o como aprendieron.

Si las mujeres entendiésemos todo esto, si lográsemos mirar más allá de algunos olvidos, si nos diéramos cuenta de que no hay todos o ninguno, si pudiésemos sentir que para ellos la mejor demostración de amor es habernos elegido, si las mujeres bajáramos un poquito la guardia, los reproches y tantos reclamos, si pudiéramos incrementar las sonrisas, los brindis y la picardía y si los dejáramos hacer sin tanto mandato ni expectativa, comprenderíamos que somos lo que le da sentido a sus vidas.

Como mujeres, novias, madres, hijas, hermanas o amigas.

Al final del día, donde se acaban las bromas, donde no hay público ni formas, donde solo queda un hombre y sus latidos, ahí estamos nosotras… con el que cada una eligió.

Desde mi condición de mujer, desde mi humanidad, en la sencillez y la humildad, con el amor más grande del mundo, feliz día hombres, porque son merecedores de nuestro amor, motor y motivo de nuestra pasión, padres, hijos, hermanos, compañeros, amigos, en fin… complemento de la mujer, alimento y pálpito…hombres que con su ternura, pasión y rectitud llenan nuestra existencia, son fortaleza y refugio, dignos merecedores de una gran madre, gran esposa, hermana, hija, amiga…

Continúa firme, no te des por vencido, un día miraras atrás y comprenderás que tus esfuerzos han valido la pena!…».

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