Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Joe Biden en Villa Nueva en el 2015.

Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

La pandemia ha tenido muchas cosas negativas y también nos ha dado cosas que quizá nunca repetiremos. Una de ellas, que los niños no deban madrugar para ir al colegio y eso nos ha permitido compartir más en las noches.

Era el 29 de septiembre y veía el debate presidencial de Estados Unidos con mi hijo pequeño. Él no sabía nada de quienes eran aquellos dos que veía en la pantalla, él y yo solo queríamos un rato extra juntos. Y a los 10 minutos del debate, me dijo: Papá, ¿ese señor (Trump) por qué no deja hablar al otro? ¿Por qué no levanta el dedo para decir que quiere hablar?

Ese fue el comentario de un niño a quien durante la crisis del COVID-19, en el colegio le han recalcado la necesidad que existe de ser cortés, de no interrumpir, de pedir la palabra en la plataforma virtual para que todos puedan participar en clase y necesité explicarle la importancia de seguir las reglas. A su corta edad, solo me dijo: Ese señor no las está cumpliendo.

A eso se refería Van Jones ayer cuando dijo que era un mejor día para ser papá, para explicarle a los hijos que el carácter importa, que decir la verdad tiene valor, que no sentirse excluido o atacado por quien habita la oficina más poderosa del mundo, es un alivio especial.

Siempre es difícil educar a los hijos cuando tienen ejemplos de personas que “tienen éxito” sin cumplir las reglas y por eso ayer fue un día que quedará para siempre marcado en la historia.

Ahora a Joe Biden le toca unificar a su país. Debe escuchar a los 70 millones que no votaron por él, contener las fuerzas más progresistas de su partido y alcanzar acuerdos con los republicanos para lograr sanar a un país que, a pesar del crecimiento económico, sufrió mucho.

Lejos de ser una amenaza, yo veo en la presidencia de Biden oportunidades y en el caso de Guatemala creo que tenemos la oportunidad de recibir apoyos claros para mover el Congreso cuando los guatemaltecos alcancemos los acuerdos que necesitamos para combatir el sistema.

Cuando expulsaron a la CICIG decían que éramos los guatemaltecos los que debíamos hacer el trabajo y como bien dicen los americanos, es La Hora de “walk the walk y talk the talk”. Este es el momento en la historia (más si no quieren que en pocos años gane el radicalismo en Guatemala) en el que debemos alcanzar dos o tres acuerdos que nos permitan darle en la nuca al sistema.

Si lo hacemos, sabemos que tenemos a un Congreso corrupto, que en compadrazgo con el Ejecutivo y el Organismo Judicial operan para que nada cambie y ahí es donde se convierte en una oportunidad que Biden y su equipo gobiernen, porque conocen la realidad de Guatemala.

El apoyo de Estados Unidos es lo único que puede mover la aguja, para bien, en el Congreso. Mafiosos como Felipe Alejos no dijeron ni pio cuando el Gobierno de Donald Trump lo sindicó como corrupto y por eso es que necesitamos pedir apoyo una vez hayamos hecho nuestros deberes y nos pongamos de acuerdo.

El nuevo Gobierno de Estados Unidos sabe quienes son los que se oponen al cambio en este país, pero esos grupos y personas tienen dos opciones: o se suman a los cambios o que no los bloqueen porque si siguen en el mismo camino de siempre, esta vez la gente ya los conoce, les sabe las mañas y será fácil sacarlos de las sombras.

Si usted defiende a las mafias del Congreso, al poder paralelo que funciona en el país, a las cortes alternas, a los que desean acabar con el Estado de Derecho y no estuvo contento con las designaciones de corruptos, sin duda alguna sentirá que la victoria de Biden es una amenaza.

No hay tales de socialismo en Biden y quienes recurren a esa retórica demuestran, como siempre sucede cuando recurren a la ideología, que no tienen argumentos para debatir con pasión sobre los grandes temas que nos aquejan como habitantes del mundo y de Guatemala.

Esta es una oportunidad de oro para ponernos de acuerdo, empresarios, trabajadores, grupos sociales, ladinos, indígenas, población urbana o rural, y cuando lo logremos, habrá espacio para ir a presentar los acuerdos a Washington en donde demócratas y republicanos nos apoyarán para de verdad aspirar a un futuro mejor.

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