Jesús Alvizurez
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Asombran los acontecimientos que a diario suceden en deprimencia de la honorabilidad de quienes están al frente de los ministerios que deben trabajar para el bienestar común del pueblo; ha habido y hay mucha irresponsabilidad de los gobiernos de turno que no combaten la pobreza; la desnutrición y corrupción en el país; se apegan a quienes ya tienen el lineamiento de cómo tener a su disposición los recursos económicos del estado. Urge poner en puestos claves a personas honorables que se enfoquen en el tema que hace años la nación arrastra.
La mayor parte de funcionarios cuando son designados ya van seguramente con la mente monetizada; y los lobos que ya están les trazan el camino de cómo acumular fortuna a costa del hambre de un pueblo desamparado condenado a vivir de un trabajo mal remunerado; porque la ley laboral está hecha para explotar al obrero, al oficinista, al campesino y domesticas que no gozan de un seguro que les permita más tarde gozar de él. Llega el ocaso y junto a él el desamparo y la miseria. Por eso se ve mucha gente de edad avanzada implorando la caridad pública; después de una larga jornada donde pagó impuestos; los cuales en parte le deberían ser devueltos, y no que los malverse el sistema corrupto.
Lastimosamente los que llegan a un puesto de poder; hacen movimientos de capital de dudosa credibilidad; fomentan compras sin transparencia; la corrupción siempre ha existido desde tiempos remotos CEREZO-ARZÚ; Cerezo inicio la descentralización y modernización de los bienes del estado. Arzú le siguió con la diferencia que este hizo sus negocios de lucro; pero dejó en la historia obra de beneficio social para el pueblo; convirtió basureros en parques de recreación con juegos mecánicos para los niños. Y solaz de sus padres y el famoso Transmetro que sigue cobrando Q1.00 a los usuarios. Felicitaciones Alcalde Quiñónez por mantener esa ayuda.
No es solo señalar los garrafales errores que en su gestión gobiernista se dieron; la democracia de que se habló en esa época fue el inicio de la pobreza que en el pueblo hoy se da y difícil tarea será remedarla; los bienes privatizados los hambrientos del capitalismo no los soltarán. Son su mina de oro. Sufrimos los estragos de una deshumanización y deterioro de sentimiento humano; más aún es tiempo de enmendar. Corregir los errores de ambición capitalista y trabajar para el bien ciudadano; apegado este a una Ley sustantiva aplicada con justicia y no acomodada, cooptada.
El perjuicio que hace el engranaje que se mueve en distintos puntos que manejan capital es enorme; vean los últimos acontecimientos de intento de desaparición de fondos en el ente de gobierno y este tarde se da por enterado y solo falta que diga como Jimmy Morales en una entrevista en Al Punto Univisión que en Guatemala la corrupción es normal.
Pobres personajes que llegan de rodada al poder y no valorizan a sus gobernados; estos que necesitan de estimulo para salir abantes en la lucha de subsistir a tanta envestida de diferente índole; falta de comprensión y entendimiento humanitario dentro de los poderes guatemaltecos: Ejecutivo; legislativo; Judicial.
