Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Cuando supe que había dado positivo al COVID-19 le mandé un par de mensajes al presidente Alejandro Giammattei deseándole una pronta recuperación igual que lo he hecho con otras personas que han tenido que pasar por el proceso de la enfermedad que en algunos casos ha llegado a ser un verdadero calvario.

Ayer la Secretaría de Comunicación de la Presidencia anunció que el mandatario estaba recuperado “casi en su totalidad” y eso es bueno, sobre todo teniendo en mente que el Presidente nos dijo a los periodistas por allí por abril o mayo que él tenía todas las condiciones para “irse al plato” si le daba el virus y que por eso se tenía que cuidar.

Pero horas después de ese anuncio el Gobierno publicó, alrededor de las 13 horas, un comunicado en el que afirmaba que el porcentaje de letalidad de COVID-19 a nivel nacional “baja a 14.7%” por los resultados del 1 de octubre. Pero en horas de la mañana, entre las 8 y 9 horas, se actualizó la cantidad de casos y en ella se establecía que “19.4%” era la tasa de fallecidos por cada 100 mil habitantes a causa del COVID-19.

Dada la información que se tenía, en el chat en el que se mandó el comunicado se empezó a llenar de preguntas que buscaban contraste con los datos de la mañana. En resumidas cuentas lo borraron y dijeron que sería Salud quien emitiría información al respecto.

Todos nos alegramos cuando alguien vence el virus y la recuperación del Presidente no es la excepción. Es bien importante que si el Gobierno desea atender los comentarios de quienes no creen que el mandatario se haya enfermado, lo hagan de manera apropiada porque no podemos generar en este momento una falsa sensación que lo peor del virus ya pasó.

La Ministra de Salud, el Director de la Coprecovid y hasta el Ministro de Economía, nos han advertido que se acabó el Estado de Calamidad y que muchas cosas vuelven a operar pero que el virus no se ha ido y que debemos seguir tomando todas las medidas.

Somos un pueblo que no cumple normas y el jueves se pudo observar cómo muchos jóvenes se aglomeraron desde mediodía en bares de la zona viva y aunque uno no lo crea, mensajes como el que “bajó la letalidad” (con datos que además contradicen los de Salud) pueden ser tomados convenientemente para decir: ya vieron si no es tan peligroso y lo más que nos pasa es una gripona, como decía Giammattei al principio, o sea no pasa nada.

Sí, ahora sabemos mucho más de la enfermedad y en Guatemala como en el resto del mundo, la gente se ha empezado a tratar antes porque ahora ya se tiene más noción y eso ha permitido salvar muchas más vidas. Pero siempre siguen existiendo personas con riesgos conocidos o sin conocer y por ello es que no podemos tomar a la ligera la enfermedad.

Al menos 3,267 personas han fallecido causando gran dolor en sus familias y Guatemala no soporta un rebrote que implique tener que volver a las restricciones o cierres parciales y por eso resulta fundamental que todos asumamos nuestro rol y el primero que debe hacerlo es el mismo Presidente de la República.

Errores cometemos todos, pero también debemos entender que algunos estamos en posiciones en las que nuestras equivocaciones no solo tienen mayor impacto sino que pueden provocar decisiones o juicios equivocados y por eso debemos poner las barbas en remojo.

Los temas de país, los más importantes están ahí, sin abordarse y sin resolverse y por eso es que no debemos usar los temas relacionados a COVID para dejar de tener los debates necesarios que nos hagan dar los saltos correctos en esta necesidad que tenemos de reencauzar Guatemala.

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