Oscar Clemente Marroquín

ocmarroq@lahora.gt

28 de diciembre de 1949. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Periodista y columnista de opinión con más de cincuenta años de ejercicio habiéndome iniciado en La Hora Dominical. Enemigo por herencia de toda forma de dictadura y ahora comprometido para luchar contra la dictadura de la corrupción que empobrece y lastima a los guatemaltecos más necesitados, con el deseo de heredar un país distinto a mis 15 nietos.

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Oscar Clemente Marroquín
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El presidente Giammattei tuvo que poner en pausa su actividad diaria por el Coronavirus y sin duda que siendo tan activo, aún sintiéndose mal debe andar buscando qué hacer. En estos días alguien me envió un video que, por lo visto, están reproduciendo en las redes sociales, en el que Giammattei habla, siendo candidato en el 2015, de temas tan importantes como el sueldo y los privilegios de los presidentes. Es obvio que el gobernante se olvidó ya de lo que dijo en esa entrevista y por eso le refiero el link de la misma para que pueda volver a verla y a lo mejor se anima a hacer lo que entonces dijo que haría. Lo puede ver aquí: https://www.facebook.com/108992204204165/posts/152125089890876/?sfnsn=wa&extid=t5PXRaFDq5AvvOJ0

Resulta que le preguntaron al candidato Giammattei si el sueldo del presidente de Guatemala era justo y su respuesta fue que ese sueldo es una barbaridad. Según él, cada tres meses el gobernante de este mísero país gana lo que devenga al año el Presidente de los Estados Unidos y sostuvo que eso es totalmente inaceptable. El entrevistador le pregunta si él lo cambiaría y la respuesta fue tajante, en el sentido de que es algo “que se tiene que cambiar” porque no es soportable que se pague tanto cuando lo que debiera ganar quien dirige los destinos del país, dijo, son unos 40,000 quetzales, más o menos lo que ahora está devengando el jefe del Centro de Gobierno que, de una u otra manera, también esta gobernando al país.

Pero no se quedó con eso el Presidente, sino que explicó que los casi 150 mil quetzales al mes que ganan los gobernantes, incluido él, son total y absolutamente líquidos porque desde el súper hasta el calzoncillo que usan el presidente y su familia, todo es pagado por los fondos que maneja la Secretaría de Asuntos Administrativos y Seguridad de la Presidencia, esa misma que en su última campaña ofreció que sería desmantelada por inútil y costosa. Dijo que los gobernantes no gastan un centavo en su subsistencia ni en los lujos que se quieren dar porque si piden Zacapa Centenario son cajas y cajas las que se adquieren para darle gusto.

Cuando uno escucha a un político hablar como lo hizo Giammattei en esa campaña en la que no tenía la menor probabilidad de ganar las elecciones y ve cuál ha sido su comportamiento al llegar al poder, tiene que entender la cantidad de pajas que nos dicen en las campañas electorales, cuando las cámaras y el micrófono aguantan con todo porque no importa el tamaño de la mentira, todo se vale.

Hoy por fortuna la tecnología permite ver lo que se dijo e hizo en el pasado sin tener que recurrir a los refritos que pudieron hacer los periodistas. Allí está él, el doctor Alejandro Giammattei Falla, cuando no creía que podría llegar al poder, despotricando contra los lujos y beneficios que ahora está recibiendo tranquilamente y que en aquel tiempo le parecían escandalosos e indignantes. En lo que fue congruente es en el sueldo que le puso a quien desde el Centro de Gobierno parece estar cogobernando.

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