Walter Juárez Estrada
Hasta ahora ningún gobierno ha sido capaz de frenar las acciones de los mareros, que, de hecho, por años han mantenido el control en el sistema penitenciario. En los incidentes que se dieron en
Escuintla, cuando fueron retenidos por la fuerza guardias presidiarios, se repitió días después, en el Centro Preventivo de la zona l8, cuando los privados de libertad del sector 11, retuvieron a 4 custodios, al exigir que sus líderes retornaran a los centros, donde han tenido el control de la población reclusa, mediante sobornos con la complicidad de los guardias y de los directores presidiarios. Profundizar en una reforma penitenciaria de fondo y construir celdas para que los líderes no tengan contacto con sus compañeros, ni con los custodios, es la solución primaria.
La inconformidad de los mareros en Escuintla, se originó por la reubicación de sus compañeros en otros presidios. Fue mayor la inquina de los antisociales, por el traslado a Matamoros de Aldo Dupié Ochoa Mejía, “El Lobo”, considerado el máximo dirigente de la clica de la Rueda del Barrio 18. Hasta hoy no ha dejado victimas la retención de los guardias, como ha sucedido en el pasado con fallecidos en la trifulca entre custodios y presidiarios.
Los mareros desafían a las autoridades que no han podido ejercer control en los 22 presidios, pero todo deviene por el hacinamiento de más de 400%. Giammattei, conoce de cerca el problema en las prisiones, cuando fue director del sistema y guardo prisión de un proceso del que salió librado. El tema es de fondo y debe resolverse, pero se tropieza con una barrera invencible, echar mano a varios millones para construir celdas de máxima seguridad y aislar a los líderes, y no tengan contacto con el resto de internos y guardias que son fáciles de sobornar, construirles áreas de descanso y no hacerlo en pocilgas, sin mayor resguardo para preservar su salud.
La corrupción en el sistema penitenciario ha sido otro tema no resuelto. Varios directores del sistema entre ellos el desaparecido Camargo, enfrento proceso por los negocios con el traslado de internos y otras acciones ilícitas. El problema en presidios se volverá a repetir, porque los líderes son los que ejercen el control en las cárceles, como ha sido evidente en todos los gobiernos y por la incapacidad de los custodios que tienen que hacer turnos en períodos de descanso, es urgente construir centros carcelarios fuera de la capital, como Petén, como se ha dicho reiteradamente.
Luego de los incidentes en el Preventivo, se efectúo un cateo en el secto4r 11, donde están confinados los mareros más peligrosos y no sorprendió, al hallarse armas de fuego, aparatos eléctricos, móviles. Hasta hoy, no se ha evitado que desde los presidios los internos hagan llamadas para extorsionar y ello, les produce ingresos millonarios, por la incapacidad de las autoridades de romper la comunicación satelital de los privados de libertad que actúan de esa manera con la complicidad por supuesto de las mismas autoridades, como ha dicho de manera reiterada.
