Douglas Abadía

douglas.abadia@gmail.com

Politólogo, asesor y consultor político, miembro de Analistas Independientes de Guatemala, Docente Universitario.

post author

Lic. Douglas Abadía C.
abadiadouglas80@gmail.com

La nutrición  es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo. Una buena nutrición (una dieta suficiente y equilibrada combinada con el ejercicio físico regular) es un elemento fundamental de la buena salud.

Una mala nutrición puede reducir la inmunidad, aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades, alterar el desarrollo físico y mental, y reducir la productividad.

La nutrición es uno de los pilares de la salud y el desarrollo.  Los niños sanos aprenden mejor. La gente sana es más fuerte, más productiva y está en mejores condiciones de romper el ciclo de pobreza y desarrollar al máximo su potencial.

En nuestro país llama la atención que a la  hora de ingerir alimentos (ya sea desayuno, almuerzo o cena) se pueden notar por toda la ciudad capital cientos de personas tanto niños como adultos consumiendo “alimentos” que se venden en condiciones insalubres, chatarras y nada nutritivos.

En el caso de los infantes es alarmante que consuman este tipo de productos, pues afectan su crecimiento físico y mental, su desempeño educativo, etc. Madres de familia que creen hacer bien una lonchera escolar con alimentos chatarra, con alto contenido de productos químicos y poco saludables, tales como la comida rápida.

Por otro lado, el sector compuesto por adultos que en una gran mayoría constituyen la fuerza laboral del país, también caen en el encanto de este tipo de productos sin discriminar estatus social, posición de clase, acceso a la educación; tanto niños (los menos culpables por ser dependientes) como adultos consumen a diestra y siniestra toda clase de “chatarra” suculenta.

La dinámica de vida en Guatemala ha llevado a que las amas de casa y personas que tienen que comprar sus alimentos preparados debido a una infinidad de factores limitantes como economía familiar precaria, ausencia de conocimiento en elaboración de alimentos, falta de tiempo, haraganería, etc., conllevan a la mal nutrición de las familias guatemaltecas.

Hago énfasis en la población que tiene algún bocado que tragar, no digamos de nuestros paisanos que viven en pobreza y pobreza extrema, lamentable. Con malos hábitos alimenticios y grandes sectores de población sobreviviendo en pobreza y pobreza extrema, ¿Los niños serán nuestro futuro prometedor como país?  ¿Ganarán nuestros atletas alguna justa deportiva importante a nivel regional o mundial?  ¿Habrá producción exitosa de científicos guatemaltecos?

El consumo a ciegas, únicamente por el hecho de consumir lleva a efectos negativos en sus organismos. Resulta ilógico e irracional tener una vivienda hermosa, andar vestido a la moda, estar muy bien perfumados,  tener carro con buen equipo de sonido y bien lavado, joyas adornan sus cuerpos, sonrisa brillante con dientes blancos; pero sus organismos mal nutridos: comen porque hay que comer, pero lo hacen como mero acto mecánico, llevado adelante por los impulsos irresistibles o la costumbre.

Artículo anteriorLa responsabilidad constitucional del CANG
Artículo siguienteEl binomio de tener y ser