Juan Enrique Yantuche

jeyantuche@gmail.com

Juan Enrique Yantuche es un guatemalteco que conoció Polonia en un intercambio de culturas como parte de la Jornada Mundial de la Juventud en 2016 y años más tarde decidió migrar a ese país. En 2019, se estableció en Varsovia y ahí encontró un empleo para dar clases de español a los ciudadanos de ese país.

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Por Juan Enrique Yantuche
jeyantuche@gmail.com

Al momento que pedí el espacio para hablar un poco sobre mi experiencia acerca del racismo que existe en Guatemala, nunca imaginé que escribiría este articulo muchas veces. Desde mi punto de vista no es una queja o acusación, ya no me encuentro en Guatemala por muchas situaciones, una de ellas sin duda el problema de racismo que me obligo a emprender un viaje de descubrimiento en una tierra ajena -Polonia-, tanto en cultura como en idioma.

Mucho se habla sobre los problemas internacionales que ha habido este año con manifestaciones a nivel mundial, sin duda, el mundo está exigiendo un cambio radical en el modo como concebimos nuestro entorno, parte de ello es la aceptación de todos con nuestras capacidades y defectos.

Yo vine a este nuevo país buscando olvidar no solo buscando oportunidades para, los que yo considero, talentos que debo aprovechar, sino también para intentar superar ese problema de la discriminación racial.

Apodos como: “indio” “tatita” (haciendo referencia a la forma que se traduce “papá” en algunos idiomas mayas) y un sin número más que cabían en la imaginación y la creatividad de quien los inventaba.

Algo que me parece muy divertido e irónico es que por la apariencia física que poseo en este nuevo país Eslavo fui confundido muchísimas veces con personas que provienen de India, algo que sucedía muy a menudo era entrar a un pub y que los presentes desconfiaran de mí, después de hablar y explicar mi proveniencia todo cambiaba y se volvían más cálidos, cabe decir que las personas de Asia no son muy bien recibidos por ser muchísimos los que viven en el país.

Y lo segundo: en algunos idiomas de la familia eslava la forma más simple de decir “papá” es “tata”, lo divertido de esto es que estoy a punto de ser papá y mi hijo nacerá en este país, evidentemente, el me llamará “tata”.

Ahora lo tomo con mucho humor porque necesité de dejar a mi familia en búsqueda de alejarme de toda esa porquería que muchos de nosotros necesitamos echar fuera, y aunque ahora puedo escribir sobre esto, sé que muchos no lo están pasando bien, no solamente por el racismo sistemático y descarado que existe sino por otras formas de discriminación que existen y que a veces nos da risa hablar de ello.

He tenido la oportunidad de visitar otros países y me he dado cuenta de lo importante que es entender y aceptar nuestra propia cultura y herencia, me parece una tragedia que los guatemaltecos luchen por ser de otros países y sacrifiquemos nuestra propia identidad, sin saber la herencia histórica tan importante a nivel mundial que tenemos, lo importante que ha sido para el mundo la cultura Maya.

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