Carlos Rolando Yax Medrano
Es irónico que Alejandro Sinibaldi se exprese con pesar al referirse a la cooptación del Estado de Guatemala, pues él mismo ha sido involucrado en las investigaciones de los casos de cooptación. Sin embargo, nadie mejor para demostrar que la toma de decisiones se hace sin considerar los intereses generales y el bien común, que quien ha tomado esas decisiones. Después de más de 4 años prófugo de la justicia, en su primera declaración a la opinión pública lo dejó claro: la cooptación del Estado comienza con el financiamiento de las campañas políticas de los partidos y se concreta en el ejercicio del Gobierno.
Primero -si nos organizamos comemos todos-, los políticos corruptos y los empresarios perversos se aseguran de eliminar la competencia entre partidos políticos. Para estar en el gobierno lo importante no es ganar, sino sobrevivir. Por lo tanto, lo que les interesa no es obtener la mayor cantidad de votos, con un diputado electo pueden continuar funcionando. Lo que realmente buscan es que todos los partidos políticos puedan sobrevivir simultáneamente.
Segundo -aquí se comen lo que servimos-, los políticos corruptos y los empresarios perversos se aseguran de presentar un menú fijo de partidos políticos. De esa manera los votantes no tienen más opción que votar por ellos. Y mientras más grande sea el menú, mejor. Así, los votantes creen que tienen muchas opciones, pero en realidad tienen una sola. Aunque en las elecciones participaron 26 partidos políticos, en el Congreso de la República hay un solo pacto de corruptos.
Tercero -en La Ratatouille el chef es una rata-, los políticos corruptos y los empresarios perversos se aseguran de que no haya distinción entre partidos políticos y gobierno. Los políticos corruptos se venden a empresarios perversos cuando aún son candidatos, para convertirse en gobernantes. Los empresarios perversos, comprándolos mientras aún son candidatos, se aseguran de ser dueños de los políticos corruptos desde antes de ser gobernantes.
Como los partidos políticos son los únicos que pueden postular candidatos a las diputaciones y presidencia de la República, al cumplir los tres pasos, los políticos corruptos y los empresarios perversos se apropian del sistema y dominan el Estado. Los ciudadanos dejan de interesarse por los procesos y se fijan solo en los resultados y, en consecuencia, los gobernantes terminan controlando a los gobernados. Así pasó con Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti en el Partido Patriota, Manuel Baldizón en LIDER, Alejandro Sinibaldi en el Movimiento Reformador, Sandra Torres y Gustavo Alejos en la UNE, Mario Estrada en UCN, y Jimmy Morales en FCN Nación.
Para impedir que nuestros Presidentes se dejen de reunir para comer gallina en crema con loroco, con candidatos presidenciales condenados en Estados Unidos por hacer negocios con el Cartel de Sinaloa de El Chapo, entre otros, es necesario reformar las formas de financiamiento de las campañas políticas. De lo contrario, “los partidos políticos legalmente constituidos e inscritos en el Registro de Ciudadanos, son organizaciones criminales, con personalidad jurídica y de duración indefinida, salvo los casos establecidos en la ley, y configuran el carácter cleptocrático del régimen político del Estado” (Art. 18, Ley Electoral y de Partidos Políticos).