Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Ayer, en lo que era la conferencia de prensa para explicar los hechos relacionados a la entrega de Alejandro Sinibaldi, Consuelo Porras decidió abrir la misma queriendo justificar los antejuicios que presentó en contra de sus ex colegas de la Corte de Constitucionalidad (CC).

Quizá, como mujer de fe que dice ser, la conciencia la está carcomiendo porque sabe que no es de Dios traicionar sus principios solo para satisfacer las condiciones que le fueron impuestas cuando la eligió el ex presidente Jimmy Morales, en plena lucha para que las cosas regresaran al pasado o desaparecieran de forma mágica.

Para justificar las críticas que han llegado hasta del jerarca de la iglesia católica en Guatemala, Desconsuelo se echó una de vaqueros al decir que ella se apartó de su criterio de que los magistrados de la CC no pueden ser perseguidos por sus resoluciones, porque las circunstancias son distintas.

A Alejandro Maldonado Aguirre lo acusaban de prevaricato por anular la sentencia en contra de Efraín Rios Montt y doña Consuelo dijo no podía ser perseguido por su opinión vertida en una resolución.

Años después cambió de opinión e hizo las gestiones buscando que se enjuicie a los magistrados de la CC pero tiene razón: las circunstancias sí cambiaron porque ella ahora es la llamada a ser un “ángel” de impunidad y eso pasa por traicionarse a si misma. Es tan obvio, que un verdadero hombre de Dios no pudo callar.

Doña Consuelo trata de justificar porque sabe que en Estados Unidos, donde ella se había esforzado por mantener la careta, ya se dieron cuenta cómo está la cosa y por eso Kozak fue claro. Sin duda lo que salió en el tuit no fue todo lo que le dijeron al canciller Pedro Brolo.

Y hablando de mafias, ayer se entregó un peso pesado de las mismas. Alejandro Sinibaldi tenía la esperanza que sus años de ausencia iban a lograr desaparecer sus casos pero no fue tal su suerte y ahora amenaza con hablar.

Ojalá lo haga para que de una vez por todas la gente se de cuenta que el sistema sigue operando a full pero con diferentes actores. Claro está que el ex ministro no se puede querer hacer la pobre víctima y juega como Manuel Baldizón, a querer “contar” de sus fechorías. Puede intentar tirar a otra gente debajo del bus, pero jamás podrá eludir su responsabilidad en un sistema que él ordeñó hasta más no poder.

Según su comunicado, él dice que conoce a fondo el sistema político guatemalteco y veremos qué tan dispuesto está a hablar y demostrar con evidencias lo que diga, pero el punto más importante es que el guatemalteco entienda que el sistema está más vivo que nunca, porque aquí los negocios solo cambiaron de manos. Nunca se erradicaron los mismos, solo se modificaron los jugadores de turno.

Sin duda alguna, Sinibaldi intentará buscar cualquier beneficio para aliviar su camino legal y no dudo que de darse el caso, la FECI hará el trabajo necesario para asegurar que no exista impunidad. No hay caminos en la Guatemala que todos necesitamos, que pasen por impunidad.

Me imagino que algunos estarán con los pelos de punta por la entrega de un Sinibaldi que viene con ganas de venganza porque su voracidad lo puso en una posición sumamente complicada, local e internacionalmente. Nadie olvida la designación que Estados Unidos les hizo hace unos meses.

La saga de Sinibaldi apenas empieza.

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