Walter Juárez Estrada
Es invaluable cuantificar lo que le ha costado vivir en una supuesta o real democracia, cuando los organismos del estado, la Corte de Constitucionalidad y el Ministerio Publico, están en deuda con el pueblo que con justo derecho exige justicia, que los entes obligados a investigar y juzgar cumplan lo que norma la constitución. El pueblo está harto que se le traicione con presidentes, jueces los que integran los aparatos estatales, traicionen a guatemaltecos que exigen que no haya corrupción, máxime en los actuales momentos cuando la pandemia ha hecho trizas y desdice mucho que un médico-presidente diga “que es problema de la gente…”, pues si cree que es incapaz, que renuncie o que delegue funciones al vice mandatario.
En torno a los organismos del estado, judicial, ejecutivo, legislativo y la CC. la fiscal Porras, promovió antejuicio contra magistrados del ente constitucional, de la Corte Suprema de Justicia y 92 diputados a quienes se les imputa una serie de hechos que deben ser probados en un debido proceso. Sin embargo, es cuestionable la acción, pues lo que se pretende la jefa del MP. es prolongar la elección de los magistrados de los órganos que administran justicia y se llegue a abril, para designar a los magistrados de la Corte de Constitucionalidad, que también no se salvan de la crítica por sus fallos que no están encuadrados a lo que señala la carta magna y es aquí con justo derecho se les cuestiona. La pregunta de fondo es… ¿quién juzga a quien…? si todos son corruptos.
El guatemalteco de a pie se considera traicionado, cuando sabe que a los puestos de los organismos que conforman el estado, llegan sujetos apadrinados por narcos y el sector privado, que se quiera o no aceptar, ha tenido incidencia en los que dirigen el estado, pues de no ser así hay que revisar la nómina de los que guardan prisión y que entorpecen con la anuncia de los juzgadores las sentencias.
La acción contra los magistrados deviene de la selección y futura elección de los furos jueces, por incidencia directa que en todos los eventos han tenido operadores políticos, financistas e incluso narcos y no puede prolongarse más la permanencia defecto de los inoperantes magistrados de la CSJ. y es un atentado a la “democracia”, y violación a la Constitución, que esos juzgadores se la “pasan por el arco del triunfo”.
Nadie de los imputados puede alegar inocencia, pero si es digno de rechazo que un presidente de la república, diga con desfachatez que ya se está saliendo del tema de la pandemia…”que es problema de la gente…” cuando no cumple las restricciones para no contaminarse con la pandemia. Debe tomar en cuenta Giammattei, que sus colegas de promoción, le endosaron una serie de imputaciones que las debería de tomar en cuenta y si cree que la presidencia le “pesa mucho…” tiene el camino allanado y renuncie si cree que no puede soportar la carga que le confió el pueblo…
Se duda que los antejuicios puedan prosperar por las componendas de jueces, fiscales y diputados.
