José Roberto Alejos Cámbara

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José Roberto Alejos Cámbara

Cuando mis papás tuvieron que buscar a donde enviarme cuando la situación se puso difícil en el país, Jasper un pequeño pueblo en Alabama, otorgaba una beca al año para un jutiapaneco, dentro del programa Amigos de las Américas del presidente Kennedy, Alabama era el estado hermano de Guatemala y Jasper el pueblo hermano con Jutiapa, historias relacionadas con bomberos y otro tipo de proyectos unían al conservador lugar sureño con el departamento del que sería después Diputado a la Constituyente. Existe aún una calle que lleva el nombre de Jasper en Jutiapa, y seguro estoy, la población no tiene idea de porque se llama así.

Jasper fue el lugar donde pase una de las épocas más violentas de Guatemala y en donde, como le pasa a muchos migrantes, crese el amor por lo nuestro y el interés por nuestros problemas, las preguntas del porque Guatemala era tan pobre y el porqué de las desigualdades y las injusticias que a mis paisanos los motivaban a ya no regresar. Yo regrese pronto y al regresar al poco tiempo, el golpe de estado al general Lucas García para que no tomara posesión el también general Guevara, golpe provocado por los oficiales jóvenes con el apoyo de algunos coroneles que tenían la tropa para lograrlo. Me acuerdo haber pasado por el Congreso, dentro de aquella confusión de lo que se suscitaba. Aun guardo las imágenes de algunos funcionarios que salieron esposados del palacio nacional y de distintas instituciones públicas y otros detenidos en sus casas y la imagen más recordada; el anuncio de que el ministro de gobernación Donaldo Álvarez Ruiz había escapado y los vecinos de aquel lugar por la calle Martí se llevaban hasta los inodoros de la casa, que después se supo tenía hasta cárceles clandestinas.

El general Ríos Montt acompañado de los coroneles Maldonado Schaad y Francisco Gordillo formaron el triunvirato al mando, para después dejar solo a Ríos Montt quien fue relevado en el mando por el mismo ejército que coloco a el general Mejía Víctores al frente. Todos estos acontecimientos merecen ser contados con más detalle, pero lo importante ahorita, es analizar como este gobierno militar, que es diferente a un gobierno electo dirigido por un militar como el caso del general Arana, (algo que aprendí de un compañero constituyente esta semana) tenía entre sus principales objetivos, trazar la ruta para retomar la democracia que nos llevaría a la elección de la Constituyente. El Consejo de Estado, del que ya hablamos, que trazo la ruta y entrego la propuesta llena de buenas intenciones que aprovechamos, pero a las que no les dimos seguimiento. El dialogo entre sectores, el deseo por cambiar la situación del país y la oportunidad de participación abierta que se mantuvo en la Constitución Política de la que tanto hablo. Pero luego se fue cambiando por los intereses sectoriales que hoy tienen cooptado al estado.

¿Cuál es la propuesta? Solo un gobierno producto de una gran alianza y una participación ciudadana más activa y definida, nos permitirá retomar el camino desde donde nos perdimos. Con lo que actualmente existe, seguiremos en esta anarquía, en esta confrontación que solo sirve para mantener la corrupción que nos ahoga. ¿PERO QUIÉN CONVOCA Y MOTIVA SI NOS MANTIENEN CON MIEDO?

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