Ana Cristina Morales

crismodenesi@gmail.com

Médica y cirujana licenciada por la Universidad de San Carlos de Guatemala, especializada en psiquiatría con arreglo al Programa USAC/IGSS. Con las especializaciones de atención en psicoterapia a mujeres maltratadas, así como en adicciones y Supervisora psicosocial. Autora de -Aprender a perdonar. “Una herramienta en psicoterapia”, publicación personal, y coautora del artículo: “Consecuencias biopsicosociales del abuso sexual”, del libro Síndrome de intestino irritable y otros trastornos relacionados, publicado por Editorial Panamericana. Del libro “El perdón y la salud” de editorial Plataforma. Columna de opinión “Conversando con la Psiquiatra” en el periódico guatemalteco “La Hora”, Trabaja en oficina privada como psicoterapeuta y psiquiatra.

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Dra. Ana Cristina Morales Modenesi

Según la RAE una mentira es una expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se piensa o se siente. El término suele utilizarse en oposición a lo que se considera como una verdad.

La mentira es faltar a la verdad, es deshonestidad, es decir lo que no se piensa, es expresar sentimientos que no se tienen, es crear impresiones falsas. Para Mark Twain, escritor estadounidense, existen tres clases de mentiras: La mentira, la maldita mentira (descrita por otras fuentes como una tergiversación de la realidad) y las estadísticas. También se ha definido a la gran mentira, esa es la que afecta o causa daño a muchos.

¿Por qué se miente? La mentira es universal. A veces, se considera que decir la verdad puede crear eventos no deseados. Es decir, las personas mienten para protegerse, también lo hacen por otras razones: para cubrir otra mentira, como mecanismo de adaptación social, para inflar sus cualidades, necesidad de aprobación y también para halagar, como defecto de una baja autoestima. Para conseguir algo de otras personas y manipular, y así obtener ganancias. Para dispensar una conducta inadecuada y evadir la ley, como maniobra dilatoria, por piedad y también por venganza.

Procedimiento para realizar una mentira: 1) se ha de ser conocedor de la verdad , tender un argumento contrario y elegir este para contarlo, por lo cual, se ha de tener la capacidad mental de abstracción sin deterioro, 2) La primera persona que ha de creer la mentira es su propietario, 3) se ha de expresar la mentira con confianza y con un hilo coherente, 4) se ha de tener buena memoria para no olvidarse de ella, 5) Habrá que contextualizar bien esa mentira, 6) lo que las palabras digan se mostrará también en el lenguaje no verbal, la seriedad y serenidad al decir las cosas ayuda a que sean creíbles.

Las consecuencias de la mentira son la desconfianza y la falta de justicia. Porque el ejercicio de esta última necesita de la verdad. Tarde o temprano, por más bien elaborada que se encuentre una mentira es insoslayable el mantenimiento de la misma. Ante todo, cuando los hechos acompañantes de la realidad y sus resultados, contradicen el argumento que ha sido expuesto.

Es de esperar que la mentira, o la imaginación de realidades distintas tenga beneficio en quienes realizan la creación artística.

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