Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Cualquiera pensaría que un Presidente que decide emprender un camino en contra de 4 magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC), descabezar la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y ahora a su propio Vicepresidente, es un Jefe de Estado que goza de un apoyo abrumador de su pueblo.

Pero no es el caso de nuestro gobernante quien no ganó por sus maravillosos planes o sus propuestas para atacar los vicios del sistema y eso explica por qué ahora sí goza del apoyo de las mafias estructurales de este país que desde el Congreso, el Organismo Judicial (OJ), el Ministerio Público (MP) y algunos particulares, maniobran para que el sistema se consolide y los cambios se hagan más complicados.

La reunión que al principio quisieron mantener secreta pero que no lograron, en Santo Tomás, es una clara confirmación de las malas decisiones y pésimas alianzas que el mandatario ha decidido tomar y por las que no se pronuncia a pesar de los cuestionamientos.

Sin soporte popular, con mucha gente criticándolo por la forma en la que manejaron la pandemia, con pueblos indígenas molestos por el trato recibido y empecinado en causar más división que unión (lejos quedó el “¿y si nos unimos? del 14 de enero), Alejandro Giammattei se ha lanzado a las manos de quienes no solo saben operar el sistema, sino que lo están sabiendo manejar a él a la perfección.

Ayer dijo el Presidente que le tomó por sorpresa el antejuicio en contra de su Vicepresidente, pero quizá eso sea para los no informados porque no ha sido ya mucho secreto la ruptura que hay entre el binomio presidencial y la manera en la que Giammattei se esmera en poner oídos a aquellos que le plantean que Guillermo Castillo le quiere serruchar la silla.

Hay quienes dicen que el Presidente le ha ofrecido la reelección a su amiga, Consuelo Porras y que eso ha bastado para que la señora no mueva un dedo, terminando de acabar con la poca institucionalidad que quedaba en el país y viendo esa forma tan absurda en la que el mandatario pelea contra todo y todos, debemos intuir que hay compadre hablado en esa relación y que los soportes del Congreso y el OJ los hacen sentir invencibles.

Hay quienes salen a decir que hay una conspiración en marcha (que la hay), pero no dicen nada del papel de Consuelo Porras y hasta callan voces que desean ponerla a ella como el centro del ataque a la institucionalidad. No se sorprenda usted, por tanto, si resulta que hay oscuros personajes que nunca visitan las páginas de los días domingo.

Se debe guardar coherencia y no se puede hablar de los planes perversos de uno sin abordar los elementos que permiten que esas intenciones avancen y por eso es que el papel de Consuelo Porras resulta clave.

La señora es algo cínica pero se mueve cuando quiere quedar bien. Deja que desobedezcan a la CC pero presenta a la misma CC un recurso para intentar que los Martinelli no sean juramentados por el Parlacen, ¿entonces? Le pide a la Corte de Constitucionalidad que jurídicamente se oponga a una ilegalidad, pero por el otro lado ella deja que se pasen la autoridad de la CC por el mero arco del triunfo.

Hay algunos que están batallando en el Gabinete de Giammattei y he insistido que el mandatario se los pasa llevando y uno de ellos es el Vice. El Presidente no se ha dado cuenta que, si quiere hacer las cosas bien, su segundo le ayuda más que le perjudica.

Presidente, usted está empecinado en seguir entregado a los brazos de grandes mafias en este país. Todas, pero en especial la maniobra con su Vice le pasará una enorme factura y aunque se desmarque la gente no le cree porque usted no ha sido sincero. Rompa con las mafias y se encontrará con mucha gente que trabajamos por construir una Guatemala mejor.

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