Emilio Matta

emiliomattasaravia@gmail.com

Esposo y padre. Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Francisco Marroquín, MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, Certificado en Métodos de Pronósticos por Florida International University. 24 años de trayectoria profesional en las áreas de Operaciones, Logística y Finanzas en empresas industriales, comerciales y de servicios, empresario y columnista en La Hora.

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Emilio Matta Saravia
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El domingo 12 de julio en su mensaje en Cadena Nacional, el presidente Giammattei formuló una pregunta, que ya había hecho su discurso de toma de posesión: ¿Y si nos unimos?  Y yo respondo con otra pregunta: ¿Qué significa para el presidente Giammattei unirnos?

 Su pregunta fue válida cuando aun tenia el beneficio de la duda de parte de la población, principalmente de quienes votaron por él.  Ese beneficio lo ha ido perdiendo aceleradamente, debido principalmente a su carácter volátil y explosivo, así como a la opacidad con la que ha manejado los temas más relevantes de esta pandemia, entre otros temas.

Volviendo al cuestionamiento ¿qué significa para el presidente Giammattei unirnos?, el mismo cobra relevancia, cuando ha sido evidente la falta de tolerancia del mandatario guatemalteco ante los cuestionamientos que se le hacen, criticas hacia sus decisiones o simplemente no comparten el mismo criterio.  Uno de sus últimos exabruptos fue ante las autoridades ancestrales indígenas de San Juan Comalapa, Chimaltenango, cuando le expresaron al presidente su rechazo a la minería en su región.  El presidente, demostrando su impaciencia e intolerancia, interrumpió a la persona que le hablaba indicándole que en dicho municipio no había minería y que lo que le estaba diciendo eran inconsistencias.  Se puede estar a favor o en contra de la minería, creo que ambas posturas tienen validez; sin embargo, ese no es el tema de esta columna.  Luego fue abordado por el representante de un grupo de jóvenes del mismo municipio, a quien despachó groseramente indicándole que esa era una conferencia de prensa y que solo hablaría con periodistas.

Lo importante aquí es destacar un rasgo clave del presidente: él no sabe escuchar.  Es verdaderamente absurdo salir en una Cadena Nacional pidiendo unidad al pais y 5 días después evidenciar en público su incapacidad de escuchar las peticiones que le hace un representante de los pobladores de un municipio a donde supuestamente llegó a “dialogar”.

 Me pregunto, ¿qué entiende el señor presidente por unidad?  ¿Será que, para él, unidad significa que todos deben estar siempre de acuerdo con lo que él piensa y hace?  ¿Será que, para él, unidad significa que no lo critiquen, que no lo juzguen, que lo “dejen” trabajar, y, sobre todo, que todos piensen igual que él?  ¿Será que, para él, unidad significa adularlo y felicitarlo por sus decisiones?

Para lograr unidad, en mi experiencia, uno debe aprender a escuchar a las demás partes y, sobre todo, a entender sus intereses.  Porque cuando uno se sienta a negociar con alguien más, lo debe hacer basado en los intereses de las partes y no en sus posiciones, para que la negociación pueda tener éxito.  Esto es más relevante aun, cuando se trata de conciliar los intereses de más de dos partes.  Si el presidente Giammattei no está dispuesto a escuchar, entender y empatizar con todas las partes que componemos este país, su llamado a la unidad serán palabras vacías, sin ningún sentido.  Simple retórica de un gobernante que no ha entendido su papel de ser el representante de la unidad nacional.

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