Arlena Cifuentes

Los quince días que el gobierno estableció para implementar la nueva plataforma y el sistema de semáforos han sido destinados para manosear deliberadamente de manera grotesca toda la información correspondiente a los casos de infectados, muertes y recuperados lo cual han desfigurado para sus turbios propósitos aprovechándose del letargo e indiferencia de la población. ¿Cuándo habrá un despertar? ¿cuándo se hará realidad el Mandamiento de “amarás a tu prójimo como a ti mismo”? Aquí este se invierte: te amarás a ti mismo y te olvidarás de tu prójimo. Esto o se aprende en casa o bien enfrentando las vicisitudes de la vida que obligan conscientemente a un despertar de conciencia. Es parte intrínseca del Ser que no tolera la injusticia, esa tan depravada que hemos permitido que se practique en nuestro país. Que quede claro, el tablero de alertas persigue jugar con la información, en adelante lo que tendremos serán los números que favorezcan intereses.

Debido a la escasez de pruebas y la distorsión que de ella se hacía nunca contamos con información confiable; aun así, nos brindaba la posibilidad de hacer nuestros propios cálculos acerca del comportamiento del coronavirus y a muchos los hipnotizaba el “excelente manejo” que de la pandemia hacia el gobierno. Así las cosas, estas son dos semanas para realizar ajustes en beneficio de sus patrocinadores y de los organismos que distorsionan la razón de ser del Estado. Es el más turbio juego, que según ellos les permitirá dar el banderazo de salida escondiendo la cruda realidad. A quién pretenden engañar, cuánto les durará y cuál será el precio que el pueblo deberá pagar.

La debacle que se viene a partir de que se dé la tan esperada reapertura ordenada por el CACIF será responsabilidad del presidente y sobre el caerán las miles de muertes que se sucedan así como el caos social sin precedentes que ocasionará dicha reapertura. No podemos obviar el papel que juega el Dr. Asturias en todo esto avalando lo que él muy bien sabe es una tremenda irresponsabilidad, retractándose de sus declaraciones iniciales. Para octubre el 50% de la población estará infectada y el también sufrirá la condena moral. El irrespeto hacia el cuerpo médico y al pueblo que ha manifestado públicamente, el señor del corbatín, nos deja entrever su ausencia de calidad humana y el desconocimiento de la realidad del país. Mucha teoría pero poca práctica. Nuestros hermanos contagiados y fallecidos han pasado a ser un número que se maneja a conveniencia y que cuenta con su aval.

Ni Asturias ni la Ministra tienen poder de decisión son marionetas movidas por hilos malévolos, lo cual no los exime de responsabilidad, ha de ser muy atractiva la retribución para que dejen de lado el atisbo, si alguna vez lo tuvieron, de la ética y los principios que deben guiar el ejercicio de la medicina -o de cualquier otra profesión- y más aún al ostentar un puesto de alto nivel en el gobierno. Cuando los principios están en riesgo y son parte intrínseca del Ser, lo que procede de inmediato es no hacerse cómplice.

Qué dice el Colegio de Médicos sobre esta nueva jugada. Nunca se ha escuchado su voz –debería ser contundente- en defensa del gremio médico que sigue ofrendando sus vidas, eligiendo el suicidio. Otra institución silenciosa que debería estar jugando un papel activo y contundente en estos momentos en beneficio de quienes están en el frente de batalla y son sus agremiados.

El país no está listo para una reapertura. Las consecuencias de esta irresponsabilidad serán irreparables. El irrespeto por la vida ha quedado demostrado, no queda duda alguna. Es importante hacer ver a la comunidad internacional que el pueblo no quiere más endeudamiento. ¿A quién apoyan? al desgobierno o al pueblo.

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