Marco Tulio Trejo

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Soy periodista, comunicador social y un soñador creador de opinión pública, para hacer conciencia que permita mejorar los problemas sociales, económicos y políticos que nos aquejan y nos mantienen inmersos en una sociedad con pocas oportunidades de vida para las nuevas generaciones. Estoy convencido de la importancia que tiene la prensa, en el fortalecimiento de la democracia, para coadyuvar a la consolidación de un Estado de Derecho con una certeza jurídica y el lema de mi señor padre siempre fue: “la pluma no se vende, ni se alquila”.

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Marco Trejo

La cuarentena que hemos vivido por más de 128 días ha dejado una serie de secuelas en la salud, en lo social, en lo empresarial, en lo económico familiar y en la economía en general, muchas personas ya están con problemas de endeudamiento por todos lados, le deben a los servicios esenciales, a los establecimientos educativos de los hijos, a los bancos, a las tarjetas de crédito, al mismo Estado, incluso a los propietarios de los inmuebles donde viven.

Esto nos conlleva a pensar que se tiene que pensar una fórmula para que todos los guatemaltecos salgamos adelante, tenemos que ver como todos ponemos un granito de arena, porque ya la población ha dado su parte y ahora nos toca a todos encontrar la forma de cómo salir de esta crisis, que tiene muy afectada la economía de las familias y la economía nacional.

Estoy bien claro de que todos tenemos más de algún problema, los empresarios se la están viendo mal para poder cumplir con salarios y el Bono 14, la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), tratando de llegar a las metas de recaudación, los pequeños y medianos empresarios como mantener sus negocios, las grandes corporaciones tratando de sostener los puestos de trabajo, para evitar una mayor crisis social y económica.

Todos de alguna forma, hemos sufrido el embate de esta pandemia, que no solamente ha dejado muertes e infectados, también ha dejado secuelas, que si no trabajamos todos de la mano, nos será muy difícil salir del atolladero, en el que nos encontramos, donde todos tenemos que ver cómo podemos salir para cumplir con nuestras obligaciones y responsabilidades personales y laborales.

En estos 128 días de confinamiento obligado o aislamiento social, nos hemos visto en la necesidad de cambiar nuestro estilo de vida, pero en ese tiempo hemos visto también, como personas inescrupulosas, se aprovechan del momento de emergencia que se vive y eso ha venido a acrecentar aún más la problemática sanitaria, social y económica que se vive.

En los diferentes negocios podemos ver como muchos se han aprovechado de los demás, aumentando sin justificación los productos que tienen a la venta o bien subiendo los precios de los servicios que prestan, cuando antes de la cuarentena, los mismos productos tenían un valor mucho menor. La canasta básica familiar ha subido un porcentaje y los entes gubernamentales, encargados de velar por este control, brillan por su ausencia y no han podido o no han querido hacer nada en beneficio de la población.

Sí bien es cierto, muchos guatemaltecos, no han sido sensibles a la problemática sanitaria que se vive y han incumplido la norma del distanciamiento social y el uso obligatorio de la mascarilla, pero se debe entender que en muchos casos es porque, han tenido que salir, a las calles en busca del sustento familiar.

Ahora lo más importante, debe ser que tanto población como Estado, encontremos la forma de salir adelante, unos poniendo de su parte al cumplir con los protocolos sanitarios establecidos y los otros dejando de aprovechar de los puestos gubernamentales que ostentan, para no llenarse los bolsillos con negocios turbios que únicamente dejan nuevos ricos.

Ahora es el momento que se aplica bien aquel dicho que dijo el presidente salvadoreño, Nayib Bukele: “El dinero alcanza, cuando no hay nadie que se lo robe”, en alusión a la corrupción que se ha dado en los gobiernos que en vez de invertir los presupuestos en desarrollo social, se lo han embolsado para enriquecimiento propio y el de sus familias.

Por eso es que se hace necesario, que el mandatario guatemalteco, Alejandro Giammattei ponga, las barbas en remojo, para transparentar lo que tenga que invertir su gobierno para minimizar los efectos que ha dejado en la economía el Covid-19 y evitar así el desgaste que provoca una cuarentena como la que vivimos.

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