Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Mientras unos en la pena, otros están en la pepena y preparando el camino que necesitan para operar con impunidad post COVID-19. Si alguien dudaba del amaño en el proceso de elección de cortes, ayer fue un día que evidenció cómo se mueve la melcocha.
El miércoles, la noticia fue que la Sala Segunda de Apelaciones de Mayor Riesgo del Ramo Penal rechazó una queja de Gustavo Alejos en contra de una resolución de la jueza Ericka Aifán y dos días después, esa misma sala otorga un amparo provisional ordenando darle trámite a la apelación que Alejos planteó con el afán de que se le revoque su prisión preventiva.
Los sindicados tienen derecho de usar mecanismos de defensa, solicitar la revisión de medidas y apelar decisiones, eso está claro, pero la cosa se vuelve turbia cuando el beneficiado termina siendo esa persona que está en la cárcel acusado de haber evadido a la autoridad y, en el ínterin, estar teniendo reuniones con raymundo y medio mundo para amañar el proceso de elección de magistrados para Corte Suprema de Justicia (CSJ) y Salas de Apelaciones.
Resulta que los integrantes de esa sala segunda de mayor riesgo, que beneficiaron a Alejos, es decir, Santos Sajbochol Gómez, Edwin Roberto Ruano Martínez y Harold Estuardo Ortiz Pérez están todos postulados para buscar su reelección como magistrados de sala y Sajbochol también logró colarse en la nominación para acceder a la CSJ.
Para terminar de “coronar la vueltica”, Edwin Roberto Ruano Martínez y Harold Estuardo Ortiz Pérez integraron la comisión Postuladora para la CSJ.
Si usted tenía alguna duda de los efectos del amaño Alejos, que lo que hizo fue perfeccionar lo que han hecho otros operadores en elecciones de jueces pasadas, aquí está su respuesta.
Guatemala se enfrenta a enormes retos por la pandemia, uno de ellos es recuperarnos económicamente porque las medidas necesarias para enfrentar el COVID-19 han afectado la economía, pero lograrlo presenta un escollo dificilísimo de superar porque no hay economía que funcione de manera correcta cuando no hay un Estado de Derecho.
Los que no deseen operar al tenor de la ley, sabrán que si van a hablar con “Gustavito” como cariñosamente la dice la “Sandrita”, tendrán mejor opciones de inclinar la mano de la justicia a su favor, lo que pone a Alejos en la misma posición que tuvo en el Gobierno de Álvaro Colom y Sandra Torres cuando hasta le daba órdenes al Ministro de la Defensa de qué contratos celebrar.
Por eso, será fundamental lo que presente el Ministerio Público (MP) en ese proceso de elección de cortes y ojalá doña Consuelo apoye de verdad las gestiones y no vaya a hacer las cosas solo para taparle el ojo al macho. El Congreso debe cumplir con el 113 de la Constitución y solo Dios sabe cómo harán ellos para taparle también el ojo mismo al macho, porque el amaño está cantado.
Y una vez más, vemos a lo que se tienen que enfrentar los jueces que buscan la independencia como elemento rector y por eso es que se agradece que la jueza Ericka Aifán no tire la toalla, porque a ella le han intentado hacer la vida imposible aquellos que desean resolver sus situaciones jurídicas de maneras poco convencionales.
Salir más fuertes del COVID y la crisis generada, pasa por tener un sistema de justicia fuerte e independiente y hoy por hoy, ese es un escollo casi imposible. Tan duro como enfrentar el coronavirus, es lidiar con la podredumbre del Sistema de Justicia de Guatemala. El COVID se propaga tan rápido como las mafias se apoderan de nuestra justicia.
Así como no nos dejaremos vencer por el COVID, tampoco lo debemos hacer ante las mafias que nos quieren hacer vivir con un sistema de justicia perfeccionado en el amaño