Douglas Abadía

douglas.abadia@gmail.com

Politólogo, asesor y consultor político, miembro de Analistas Independientes de Guatemala, Docente Universitario.

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Lic. Douglas Abadía C.
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Se puede decir del Estado que es “la forma de organización social, económica, política y coercitiva, formado por un conjunto de instituciones, que ejercen el poder de normar la vida comunitaria”. Para otros autores, el Estado es “el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad de establecer las normas que regulan una sociedad, con soberanía interna y externa sobre un territorio determinado”. Con los conceptos anteriores podemos ahora tratar el tema del Estado de Guatemala, no en el sentido estricto de definirlo, sino de entenderlo.

Se expone que el Estado guatemalteco está diseñado para la defensa de la ciudadanía y la promoción de su bienestar, y esto se logra con el conjunto de leyes establecidas para alcanzar dicha finalidad, siendo la mayor norma jurídica, La Constitución Política de Guatemala, donde sus autores señalan cada uno de los deberes estatales, como el de brindar y garantizar a los habitantes de la República, la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona, esto quiere decir, el bienestar común, que es el fin máximo para proteger a la persona y a la familia.

Considerando de mucha importancia el tema de los derechos individuales, a continuación se hace una pequeña reseña de algunos de estos, plasmados en la Carta Magna, entre ellos el derecho a la vida, la libertad e igualdad de todos los ciudadanos guatemaltecos, en medio de la diversidad pluricultural, multietnicidad y multilingüe; libertad de acción, muy importante, ya que hace énfasis que toda persona tiene derecho a hacer lo que la ley no prohíbe; derecho de defensa, que señala que la defensa de la persona y sus derechos son inviolables, libertad de locomoción, inviolabilidad de la vivienda, inviolabilidad de la correspondencia, derecho de asilo, derecho de petición, libre acceso a tribunales y dependencias del Estado, derecho de reunión y manifestación, derecho de asociación, libertad de emisión del pensamiento, libertad de religión, entre otros.

Al hacen un breve análisis de los derechos individuales que se citaron en el párrafo anterior, se puede reflexionar que las condiciones actuales del Estado guatemalteco podrían ser muy distintas, si de alguna manera, los dirigentes de la Nación, los líderes políticos, los actores del que hacer público, desde funcionarios hasta empleados estatales, y con mayor énfasis, los encargados de impartir justicia, en los tribunales, hicieran esfuerzos reales por aplicar y hacer valer cada uno de esos derechos; ya que en la actualidad parece ser que la condición de cada uno de los ciudadanos y de las instituciones, están atravesando una crisis individual e institucional, cuando se ven vulnerados los derechos a que cada guatemalteco debiera gozar natural y espontáneamente, pero la realidad es muy distinta.

Es mediante el Estado de Derecho que los conflictos sociales se resuelven de manera democrática y pacífica, cuando este proceder se altera la sociedad (gobernantes y gobernados) entran en crisis y se generan enormes desajustes sociales, debe de haber un control por parte de instituciones sólidamente democráticas para que los funcionarios depositarios de la ley no ejerzan dominio fuera de control sobre sus gobernados.

Es muy importante resaltar que todas y cada una de las instituciones y entidades que conforman al Estado de Guatemala, están y deben regirse dentro del marco constitucional denominado derecho, y que bajo ninguna circunstancia estas instituciones y sus dirigentes, no son superiores a la ley.

Se dirá entonces que el estado de derecho es la repuesta que se da ante las manifestaciones y formas de organización social, para satisfacer las exigencias del conglomerado social, ya sea en el ámbito económico, político, entre otros.

Otro elemento importante a destacar es que la ciudadanía organizada no permita que la corrupción pueda minar sus instituciones y sus proyectos, también evitar el abuso de poder, control de las fuerzas de seguridad, control del órgano legislativo, control y equilibrio mediante mecanismos de pesos y contrapesos, por medio de auditorías sociales, y elaborar un modelo de nación, esto incluye plena independencia de poderes, respeto absoluto a los derechos del ser humano, descentralización del poder, dándole relevancia al poder local, esto a través de los municipios y regiones del Estado.

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