Arlena Cifuentes
arlena_dcifuentes@hotmail.com

Muy pronto ya no podrá el presidente Giammattei ni los integrantes de la Cartera de Salud continuar con la vanagloria de su eficiencia en el control y prevención del COVID-19; así como de la prontitud con que se actuó en Patzún y el éxito de los cordones epidemiológicos debido a que el virus está por hacerse visible en cada población del país. Hay una ausencia sentida de liderazgo, lo cual se hizo evidente una vez más el domingo en la conferencia de prensa. Quedé atónita al ver y escuchar a cada uno de los miembros de ese Cartera respondiendo a las preguntas de los medios de comunicación. Que poco profesionalismo el que demostraron.

Se trató de un espectáculo tan pobre en donde cada quien le tiraba la chibolita –el micrófono- al otro, como niños de secundaria, no faltará quien argumente que cada uno tiene atribuciones específicas. Lo que quedó evidenciado fue su incapacidad y su pleitesía al Dr. Giammattei. Nos queda claro que el poder está centralizado en el Presidente. No obstante esto, el Ministro debería de tener un manejo integral sobre el manejo del COVID-19.

Un grupo de médicos se ha manifestado a través de una carta abierta dirigida al Dr. Giammattei manifestándole “su preocupación por la forma en la que se está manejando la emergencia” con lo cual concuerdo. Como seguramente, el lector estará cansado de mi reiteración, me permito copiar textualmente lo que ellos manifiestan. “Estamos sumamente preocupados al ver la falta de seriedad con la que se han tomado las medidas de contención y mitigación para evitar que ascienda desmesuradamente el número de personas contagiadas por el virus. Agregan que “han visto “atónitos” como en la última semana circuló una gran cantidad de vehículos”. Además le recuerdan los bajos índices del desarrollo humano por lo que demandan de manera urgente la toma de acciones más drásticas.

Deseo resalta la Acción No. 1 del texto enviado, “Asegurar la entrega de equipo de protección personal… recomendado por la Organización Mundial de la Salud… al personal en contacto con pacientes… que labora en Puestos de Salud, Centros de Salud, Hospitales Nacionales y Departamentales…” lo cual no ha sido tan siquiera considerado ni por el Ministro de Salud ni por el Presidente. Todos se han hecho los babosos. No pueden aducir que no hay equipo en el mercado, FALSO. Personalmente he estado buscando mascarillas n95, que he comprado a un precio del 200% más de lo que cuestan normalmente. En mi caso, como madre de médico, debo proteger su vida hasta donde sea posible. Harta obligación tiene quien gobierna el país quien además de ser médico no ha tenido un mínimo de solidaridad para con el gremio.

Es risible e irónico que veintiocho residentes hayan sido enviados a cuarentena por no haberse implementado un protocolo con medidas eficaces para evitar el contagio, fue la ausencia del equipo de protección el que generó esta situación. A ese paso se quedarán sin médicos y tendrán que arremangarse las mangas el Dr. Giammattei y su equipo. Se avecinan aciagos días provocados por un manejo irresponsable de la pandemia.

Las medidas permisivas -evaluadas como exitosas- decretadas por el Gobierno que ocasionaron grandes aglomeraciones en calles, carreteras, supermercados y mercados tendrán como resultado lo que muy pronto viviremos. Los pueblos en el interior de la república están infestados del virus, el Presidente decreto un ACERCAMIENTO SOCIAL al permitir que los mercados se convirtieran en grandes concentraciones de población. La distribución de comida rápida también ha contribuido a esparcir el virus.

Y mientras tanto, atrapada nuestra atención alrededor del tema del COVID-19 la corruptela en el Congreso hace de las suyas.

Artículo anteriorCuando la verdad se asfixia en la jungla
Artículo siguienteEl Mundo cambió, Guatemala cambió