Siempre se ha dicho que el ingeniero sanitario es el médico de la sociedad porque su trabajo es el que se traduce en una drástica reducción de enfermedades de todo tipo. En Guatemala el tema no ha recibido la debida atención y tenemos infinidad de comunidades que carecen de los servicios esenciales, tanto así que ni siquiera se tiene un dato real de cuánta gente carece del servicio de agua, no digamos lo que se refiere a drenajes y todo lo que implica la existencia de un ambiente propicio para la vida humana.

La Hora lanzó ayer un video sobre la importancia no sólo de la solidaridad sino de las extremas medidas de higiene que debemos adoptar todos para evitar la propagación de la epidemia que nos está afectando en el mundo entero. Pero debemos reconocer que vivimos en un país donde ni siquiera hay acceso equitativo al agua y nos preocupa seriamente la condición en que se encuentra un número muy alto, pero indeterminado, de compatriotas de toda edad que no disponen siquiera de agua para asegurar una correcta higiene.

Hemos señalado la inexistencia de lo que debiera ser un sistema nacional de salud porque por muchos años, décadas en realidad, el Ministerio del ramo se ha convertido en un nido de negociantes que roban con la compra de medicamentos e insumos y que no le ponen la menor atención a la atención de los pacientes, no digamos a la prevención de las enfermedades que ni siquiera se cuenta en la agenda de ninguna administración porque, tristemente, invertir en eso produce menos mordidas que las que permiten las millonarias compras.

Ayer el Presidente presentó ante el Congreso un ambicioso plan ante la crisis, pero se centró más en inversiones como las construcciones de edificios para las entidades públicas y acciones de ese tipo que en la necesaria inversión en proyectos sanitarios que mejoren la calidad de vida de nuestra gente. Ni una mención al tema de la carencia de agua potable ni del tratamiento de las aguas servidas que son de las mayores y más ingentes necesidades. En la misma ciudad de Guatemala ha aumentado el consumo de agua por las advertencias sobre la higiene, pero hay barrios que tienen limitado el servicio y tenemos que reparar en el acelerado consumo de los mantos friáticos y lo que eso repercutirá en el abastecimiento del área metropolitana.

No podemos reponer el tiempo perdido, ciertamente, pero debemos entender nuestras reales vulnerabilidades y el tema sanitario y el descalabrado sistema de salud demandan atención.

Redacción La Hora

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