José Roberto Alejos Cámbara
Aproximadamente ochenta partidos políticos han nacido y desaparecido desde la vigencia de la Ley Electoral y de Partidos Políticos; esto demuestra el gatopardismo que enfrenta el sistema. En consecuencia, conocer las interioridades y profundidad de la problemática, discutirla y buscar posibles soluciones se convierte en un imperativo.
En ese orden, en la historia del Partido TODOS, una vez inscrito se inició con las giras departamentales, para presentar un proyecto diferente. Se había acordado instruir a los colaboradores no pintar piedras, árboles, postes y se pintó. No acarrear gente, y se acarró, siempre más de lo mismo. Tomé licencia en el Congreso para hacer campaña, y no ser acusado de cobrar sueldo de diputado y ser candidato a la vez, pero esos detalles no contaban.
Pero más que de seguir poniendo de ejemplo al Partido TODOS y a diputados como Carlos López, Jorge Barrios Falla y otros que prefirieron dejar el partido a cambio de un cargo en la Junta Directiva o los que se fueron por lo Seguro, Victoria y la GANA que se unieron a Lider, quiero insistir en el sistema.
En aquel entonces pedí a Edmond Mulet que fuera mi candidato a la vicepresidencia, sin embargo, después acepté que fuera el presidenciable en sustitución mía, cuando Gustavo Yurrita (Secretario General Adjunto y amigo personal) junto con el propio Felipe propusieron el cambio; esa candidatura además venía acompañada de Alfonso Portillo y su equipo. Según Felipe y compañía, sin plata y con ideas ridículas como «Refundar el Estado», era necesario que yo abandonara la candidatura.
Edmond también criticó el viejo sistema al escribir «Que te han hecho mi Guatemala», y la respuesta inmediata fue un ataque duro y directo que lo hizo abandonar la candidatura. Nos dejó a Alfonso Portillo a quien el TSE no inscribió, pero continuó apoyando con dos condiciones: primera postular a Lizardo Sosa como candidato a la presidencia; y la segunda, no hacer campaña con los candidatos a los que Lizardo denominó «Los impresentables». Estuve de acuerdo con ambas y Lizardo fue lo más honesto y capaz que se presentó en esa campaña.
Fue Felipe Alejos quien se alejó de Portillo e hizo campaña con “los impresentables”, ellos ganaron las diputaciones, y entonces me correspondió retirarme, como era lógico esos diputados con seguridad seguirían los lineamientos de Felipe y no los del partido.
Eso precisamente, es lo que hoy le toca vivir a Edmond Mulet, retirarse del partido que lo postuló, al comprender que los diputados que ganaron, no apuntalados por él, o de pensamiento distinto al de él, se podrían convertir en sus propios enemigos. Por este camino habrán de transitar otros candidatos, como Isaac Farchi que no ha sido parte de VIVA; o, Roberto Arzú que participó con un PAN, que no es el PAN que fundó su papá. Y otros que ya se separaron. O los partidos políticos que cedieron candidaturas a personas que no tienen una genuina militancia dentro de su organización, ahora no logran que mantengan una disciplina partidaria.
No se podrán obtener diferentes resultados con las mismas reglas del juego, y con partidos carentes de ideología, objetivos y verdaderos planes de trabajo. Insisto en que la reforma constitucional y legal es urgente y necesaria, como un primer paso al cambio del sistema, donde actualmente los diputados mandan.