Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Como si nada, ayer se cumplió un mes desde que Alejandro Giammattei asumió el poder y, como todos, ha tenido luces que permiten construir algunas cosas y sombras que no solo pueden llegar a borrar sus luces si no condenar su presidencia a los deseos y caprichos de la cooptación.

En el plano internacional o de Relaciones Exteriores se destaca el papel asumido con Suecia, con Venezuela y la decisión de revocar nombramientos del Gobierno anterior que, por cierto, no han sido ejecutados esgrimiendo la falta de fondos ni presentadas las denuncias que dijo en contra de Sandra Jovel.

En el plano de seguridad, yo vi con buenos ojos la forma en la que intentó encausar a la Policía Nacional Civil (PNC), especialmente, tras la forma en la que Enrique Degenhart operó para convertirla en un brazo que le sirviera a su antojo.

La designación de Oscar Benitez al frente de la Comisión Presidencial contra la Corrupción fue oportuna y ahora toca asegurarle que tenga todo el apoyo y especialmente independencia para poder hacer su trabajo por el bien del país.

Y los que yo considero aspectos positivos, junto con otras cosas importantes que no se mencionan por el espacio, se pueden terminar de venir abajo por esa forma en la que el Gobierno del presidente Giammattei se ha dedicado a fortalecer una perversa alianza en el Congreso, en la que es parte clave la UCN de Mario Estrada.

Nadie le aconsejó a Giammattei que salir a restar importancia al plan de Estrada para matar fiscales (que nunca iba a ser ejecutada porque la DEA no los iba a matar), solo iba a servir para alimentar la idea de que el Gobierno necesita que la UCN siga siendo pieza clave de la perversa alianza que hay en el Congreso.

VAMOS del Presidente terminó aliado a Sandrita y Gustavito y eso nos dice mucho. Giammattei pudo haber perdido la presidencia de la JD, pero habría ganado mayor confianza en un pueblo que desea un cambio en la forma de hacer las cosas. Muchos empresarios, urbanos y rurales, trabajadores de todos los sectores, migrantes y demás miembros de la sociedad, están deseosos de señas claras que las cosas van a cambiar y dispuestos a apoyar los esfuerzos.

Lejos de apoyarse en esa gente, a la que además le apeló el 14 a las 19 horas, VAMOS se fue a entregar, con el visto bueno del Presidente, a un lado de la mafia legislativa (la otra planilla era igual de mafiosa) y con eso y quizá sin darse cuenta, empezó a entregar el poder a la Cooptación.

Y le meterán la estocada cuando la alianza de la UCN de Estrada y su partido VAMOS, sellen el pacto de impunidad que negocian las mafias en el Congreso para asegurar que se instalen salas de impunidad pronta y cumplida; Cortes que garanticen tranquilidad a las mafias que accedan por el poder paralelo y no les importa el daño que le harán al país y es ahí donde resulta más incomprensible que el mandatario no marque distancias reales.

Hoy Giammattei tiene el apoyo de Estados Unidos y habrá que ver lo que suceda a futuro, porque cuando en Guatemala el colapso de la justicia afecte más los intereses del país del norte, se verá el papel que jugó la alianza oficialista del Congreso con el apoyo de los 15 votos de la UCN.

Nunca es tarde para enderezar, pero en eso, por alguna razón que no comprendo, no veo a Alejandro Giammattei rompiendo filas con las mafias del Congreso y eso a la larga, le marcará su presidencia.

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