Por: Lic. Luis Fernando Bermejo Quiñónez
@BermejoGt
Muchos de nosotros pensamos que nuestro sistema electoral y, particularmente, nuestro sistema de partidos políticos está colapsado. A través de los años se le han efectuado diversas reformas a nuestra Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP) y muchas de las carencias del mismo no han sido eliminadas. Se realizaron reformas en el 2016, pero creo que ninguna de ellas abordó la creación de los mecanismos para reforzar la cercanía y cuentadancia de los diputados a los ciudadanos y no se democratizaron los partidos, siguiendo estos funcionando como “franquicias electorales”.
Ahora en el 2020, nos encontramos de nuevo en la discusión de nuevas reformas a la LEPP en la “Comisión de Actualización y Modernización Electoral” (CAME) en la que se ha convocado a la sociedad civil a evaluar el proceso electoral y a presentar propuestas para la reforma de la ley, que se traducirán en una iniciativa de ley del Tribunal Supremo Electoral. Con unos ciudadanos decidimos participar en las discusiones de la CAME y puedo decir que en lo que va de este ejercicio democrático se ha visto cómo las organizaciones sociales participantes están interesadas en introducir mejorías en el sistema electoral. Existen puntos de la discusión relevantes que dominan la discusión, por ejemplo, la eliminación del sistema de listas “cerradas y bloqueadas” que se percibe que le da a los partidos un poder inusitado en definir la “oferta electoral” afectando la cercanía ciudadana y cuentadancia. Para otros lo importante es “democratizar los partidos” para que éstos no sean “instrumentos” de sus líderes, para muchos lo importante es reducir los requisitos para la formación de partidos para crear mayor apertura democrática y, para otros, lo importante es establecer sistemas de cuotas para establecer “paridad” de sexos.
Lo importante me parece en este momento es que la ciudadanía se involucre para que se introduzcan las reformas correctas. Debemos estar realmente atentos y “vigilantes”. Necesitamos que la ciudadanía empuje los temas en que hay “consenso” y el TSE los incluya en su futura iniciativa, sin perder de vista que el sistema es un “todo” en el que el movimiento de una pieza afecta a otras. Es decir, si se modifica el sistema de elección de diputados a listados “cerrados y desbloqueados” (partidos definen listas pero el votante puede modificar preferencias), sería recomendable modificar el régimen de fiscalización de partidos por uno de los candidatos ya que éstos incluso en una misma planilla entrarán en competencia entre sí para ganarse el voto y aumentará el gasto de campaña. Así pues, si se reducen los requisitos (número de afiliados) para constituir partidos, debe discutirse eliminar la facultad de los comités ejecutivos nacionales de designar candidatos donde no haya organización, y a la vez acompañar dicho cambio con un “umbral” de porcentaje de votos mínimo para la adjudicación de cargos, para no fragmentar más el Congreso. Es decir, la discusión debe ser vigilada por la ciudadanía porque los diputados del Congreso velan más por sus intereses. Nos compete a todos en este momento que la discusión sea seria, se enfoque en los temas importantes y que atienda las preocupaciones más importantes de los ciudadanos. Estemos atentos con la discusión en la CAME.