Francisco Cáceres

caceresfra@gmail.com

Nació en Guatemala el 19 de Julio de 1938; tiene estudios universitarios y técnicos en ciencias jurídicas y sociales, administración empresarial, pública, finanzas, comunicación, mercadeo y publicidad. Empresario, directivo, consejero y ejecutivo en diversas entidades industriales, comerciales y de servicio a la comunidad. Por más de 28 años consecutivos ha sido columnista en este medio.

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Francisco Cáceres Barrios
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La población guatemalteca debiera ir preparando su ánimo para que el catorce a las catorce no vaya a sufrir otra frustración al escuchar del presidente Jimmy Morales el montón de mentiras en su discurso de despedida, el también llamado informe presidencial, empezando por ufanarse por haber “recuperado” el ochenta por ciento de las carreteras del país, lo que su Ministro de Comunicaciones ya anda asegurando haberlo logrado. ¿Será verdad tanta belleza?

Claro que no es cierto, pero al fin y al cabo bien sabíamos todos de lo que era capaz de decir y asegurar, hasta de perjudicar a setecientos servidores de la Procuraduría de Derechos Humanos al quedarse sin recursos para recibir su salario y el aguinaldo al que tenían derecho, con tal de satisfacer su inquina contra el señor Procurador. No deberá extrañar que también asegure haber reducido el número de casos de niños fallecidos por desnutrición, ocultando que tuvieron que salir en su búsqueda pues no llegaban a los servicios de salud, sin embargo, el número de casos ocurridos durante su período de gobierno sí aumentó, lo que se comprueba al comparar las cifras de años precedentes, puesto que al 7 de diciembre de 2019 indican el registro de 14 mil 918 casos de desnutrición aguda. ¿Sabiendo de sobra tan triste realidad, por qué no hizo nada para ejecutar de manera idónea los recursos presupuestarios asignados?

Por ello, todos debemos estar preparados para escuchar en el informe de maravillas realizadas por este gobierno, entre otras, que las estadísticas de muertes violentas en el año 2019 fueron reducidas, dejando de lado que la cifra de 3,818 muertes violentas del año 2019 son ya de por sí elevadísimas y que, como a todo el mundo le consta, nuestra gente sigue portando ilegalmente armas de fuego con especial énfasis en el interior de la República, como si se tratara de llevar consigo inofensivos teléfonos celulares.

Que conste que todos estamos advertidos, así es que tampoco deberá asombrarnos escuchar del Presidente saliente que la calidad educativa mejoró en el 2019, sin embargo, fácil será comprobar que las cifras dichas en un discurso politiquero no son efectivamente la realidad. En materia de Lectura, no llega ni a cuatro de cada diez estudiantes que hayan demostrado ser competentes lectores, pues el índice del año 2018 fue de treinta y cuatro punto seis por ciento y en el 2019 mejoró a treinta y siete por ciento y en Matemática, seguimos con que solo uno de cada diez estudiantes egresados del Diversificado alcanzó un nivel satisfactorio. ¿En dónde queda entonces aquella premisa que dice que solo un pueblo culto y bien preparado tiene posibilidad de progresar?

En conclusión, hoy estamos lamentando el tener que comprobar que nuestro país perdió cuatro años de su historia sumergido en un cúmulo de mentiras y de falsas apariencias, con tal de mantener el sistema democrático como método para administrar los servicios y recursos de nuestra sociedad.

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