Jesús Alvizures
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Estamos a pocos días de dejar de estar escuchando insensateces de este gobierno que dice que ha defendido la soberanía del país de amenazas nacionales y extranjeras y que les ha costado construir esta nación ¿Cuál fue su aporte? Si cuando el pueblo desesperado lo eligió bajo el eslogan NI CORRUPTO NI LADRÓN era un pobre diablo.
El presidente Jimmy Morales afirmó de nuevo, durante su discurso de conmemoración de los 23 años de la firma de los Acuerdos de Paz, que fueron superadas las amenazas nacionales e internacionales que arriesgaban la soberanía del país.
Y como si el pueblo no conociera –de que PATA COJEAN– pide que se apoye al gobierno entrante ¿Con qué solvencia? Sus malos pasos están registrados y no son de defensa a los intereses ciudadanos y de nación. Si cuestionan la injerencia extranjera; ¿por qué? Vendieron o arrendaron nuestro territorio para TERCER PAÍS SEGURO. Eso es una violación estatal a la soberanía sobre la que tanto cacareo hace sin sustento de la verdad. En el Caso CICIG acusada de estructura paralela y de injerencia en la justicia, hubo abuso de poder y desobediencia a la Ley, el pueblo apoyó y apoya a este ente internacional que destapó la olla de la corrupción enquistada desde hace muchos años en el Estado que siempre se dio aires de honesto.
Y ahora el Congreso de la República con el Poder Ejecutivo ha logrado modificaciones al Sistema de Justicia para despenalización de delitos; y ha pretendido liberar la corrupción, esta que tiene a Guatemala en la peor época de pobreza y desamparo.
En la conmemoración del 22 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz, la secretaria de la Paz, Lourdes Xitumul, llamó a la comunidad internacional a no dejar de cooperar con el país, pero minutos después el presidente del Congreso, Álvaro Arzú Escobar y el presidente Jimmy Morales hablaron de evitar la injerencia y tutelaje de las elecciones de 2019.
Si habiendo observadores internacionales no hubo limpieza en las elecciones 2019, qué se puede esperar de los organismos nacionales a este respecto; el Tribunal Supremo Electoral desempeñó un papel nebuloso de acomodo electrónico y obvió la revisión de las actas; este que al grito de FRAUDE amenazó con llevar a los tribunales a quienes reclamaban por los hechos consignados en los medios de comunicación social con documentación. Y lo planeado se consumó, ya nadie dijo nada y el MP siempre vigilante.
Y de qué sirve lo antes dicho, si siempre nos sirvieron el pastel con los mismos ingredientes engaño y corrupción política. Más de lo mismo. Guatemala despierta, es hora de exigir el cumplimiento de la ley; ya basta de consentir atropellos a la Constitución de la República bajo la sombra de una fallida democracia.
