Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Cuando Alfonso Portillo dejó el poder, un grupo de abogados se dio a la tarea de buscar la manera de poder procesar al expresidente y a Juan Francisco Reyes López y encontraron en una acción de inconstitucionalidad presentada por el abogado Alfredo Skinner Klée, en contra del Tratado Constitutivo del Parlacen, la manera de despojarlos del antejuicio argumentando que los diputados al organismo regional no tenían por qué gozar de inmunidad.

La Corte de Constitucionalidad (CC) de aquel momento decidió acoger el recurso y declaró que en efecto, ni Portillo ni Reyes López tenían inmunidad y el Ministerio Público (MP), que entonces presidía Juan Luís Florido, procesó a los exmandatarios.

No deja de ser paradójico que los verdugos de Portillo, con su acción, ahora se la ponen a palitos a Jimmy Morales a quien han arropado por su diligente ejecución de las instrucciones recibidas para minar la lucha contra la corrupción, por su acción en contra de la reforma constitucional que les tocaba algunos vicios y su apoyo para reformar el delito de financiamiento electoral ilícito.

Una pieza clave de la operación de Morales fue Jorge Skinner Klée quien se encargó de operar en Naciones Unidas en favor del Gobierno y trabajó de la mano de Sandra Jovel para agilizar las quejas que se tenían en contra de la CICIG, lo que les terminó resultando porque no se prorrogó el mandato y a la Comisión se le dificultó mucho la investigación en el último año de gestión.

No sería raro que lo que incentivaron en tiempos de Portillo, ahora lo quieren deshacer para salvar a un Morales que si se siente traicionado y habla, quizá tenga mucho que contar. Digo que no sería raro un cambio de discurso o postura con lo de la inmunidad en el Parlacen porque sería como el giro que tuvieron con lo de su “certeza jurídica”.

Antes decían que la certeza jurídica era la piedra angular y sagrada de nuestra democracia y de eso pasaron a maquinar cómo desaforar a la CC y a una constante desobediencia de sus resoluciones con el Consuelo que da la señora Porras. En otras palabras, a la porra la “certeza jurídica” en el país pues para ellos el fin justifica los medios.

Morales tiene dos antejuicios por financiamiento electoral y en uno de ellos han emprendido una operación sin precedentes en contra de la jueza Erika Aifán porque saben que si la remueven se les resuelven sus problemas y así se debe entender el asedio contra la jueza.

Y además del tema del financiamiento, el Presidente tiene su relación con Mario Estrada como un cuco que le quita el sueño, le quita la sonrisa y lo irrita de una manera especial, al punto, que se fue a entregar a Donald Trump buscando su perdón para cuando deje la Presidencia.

Que duro debe ser estar en los zapatos de Morales porque empezará a ver cómo es que quien va saliendo del poder se va quedando y lo van dejando solo porque ya no es útil para los verdaderos poderes y me imagino que sentirá que algunos lo pueden traicionar si estiman que para salvarse deben sacrificar a quien llamaban “su Presidente”.

Y para que la Presidencia deje de ser una gerencia ejecutiva de los Poderosos, de cuello blanco o de ningún pedigrí, es que nos debemos centrar en los esfuerzos genuinos por alcanzar mínimos que nos permitan enfrentar el sistema con relación a sus problemas de fondo y desde la mera raíz.

Si Morales siente la presión, así también la sentirá Consuelo Porras porque al igual que con Sandra Torres, sabrá que no tendrá cómo justificar la “agilidad” que muestra en unos casos y la vigilancia que muestra en otros, como por ejemplo, la famosa reunión de un Presidente en funciones con alguien que se declara culpable por narcotráfico.

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