Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Tras las acusaciones vertidas en contra de la fiscal general y jefa del Ministerio Público (MP), Consuelo Porras, ella debería de ser la principal interesada en que se investigue a profundidad y de forma integral con el afán de que, si termina siendo exonerada, nadie puede cuestionar los resultados.

Doña Consuelo y quienes viven atemorizados por el poder de la Corporación de Impunidad que incide en sus finanzas, desean reducir esto a un tema de dimes y diretes al que no hay que ponerle mucho “coco” pero habiendo varias situaciones que ameritan profundizar, lo mejor es que se designe a alguien con plena integridad por medio de la figura de Fiscal Especial.

La Fiscalía de Asuntos Internos no ofrece esas garantías porque sobre ellos recae ahora una investigación en la que parece que la sobrevaloración de la que hablan es el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y porque, además, se han aliado con los que están en su labor jurada por acabar con la FECI y afectar a sus fiscales.

Todo radica en la acusación vertida de una posible obstrucción a la justicia para favorecer a la UNE, a Sandra Torres y la “salida” con la que Porras pretende “zanjar” el tema, es decir que ese caso ya está judicializado. No olvide, estimado lector, que deben dilucidarse y verse las evidencias en contra de Orlando Blanco (acusan a Porras que dijo que contra él no) y los tiempos en el caso de la excandidata presidencial, Sandra Torres.

En un audio en el que se escucha a la Fiscal General, se le hace hincapié de los orígenes del caso y debemos recordar que los casos de MP y CICIG respondieron a un hilo conductor que arrancó con La Línea. El Fiscal le explica a Consuelo Porras que el caso de la UNE partió del caso de la corrupción alrededor del crédito fiscal en la SAT, mismo que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) decidió engavetar a cambio de su presupuesto y de impunidad colectiva.

Viendo cómo han funcionado las cosas y tras leer lo que algunos analistas opinan, todo apunta a que hubo un pacto y que al verse frustrado el mismo, toda vez que Sandra Torres y la UNE no ganaron la elección, ya no le quedó más remedio a doña Consuelo que ir por la exesposa de Álvaro Colom y amiga de “Gustavito”. Eso generó la venganza de la UNE. No se olviden las declaraciones del Presidente Electo, quien le dijo a Porras que estaba en deuda con la población en ese caso.

Por eso digo, Porras debería ser la más interesada que esto se aclare. La respuesta de Consuelo Porras expresada en un comunicado parece que se la redactó Sandra Jovel desde la Cancillería y en ella, además manda un mensaje terrible a los fiscales, pues como está obsesionada con el tema de la seguridad de su antecesora, no desea brindar esquemas de seguridad a quienes dejen el puesto, sin importar que se hayan enfrentado a poderosas mafias. Y si alguien no olvida, son justamente a quienes se les descubrió su eterno juego.

¿Qué fiscal se la va a querer jugar en esas circunstancias, cuando ya saben que tiene una jefa que los abandona o peor aún, que los puede tirar a la boca del león?

Consuelo Porras está teniendo la habilidad para centrar en ella la figura del eslabón más importante de aquellos que no desean cambios y que desean regresar al pasado. He sabido que ella menciona que está harta de las críticas, pero no rompe con sus captores y peor aún, los defiende ante claras desobediencias del Ejecutivo y del mismo Legislativo.

En el plan de retorno a la impunidad, recuperar el MP era un hito clave y por eso los que piden elección de cortes con vicios no dicen ni pio de esto, pero con el afán de mantener lo poco que queda de institucionalidad es menester que Consuelo Porras designe a un fiscal especial que pueda llegar al fondo del asunto sin interferencias. Si no lo hace, el mensaje será igual de malo que el enviado a sus fiscales.

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